Un estudio reciente (Mosetti et al, 2024) ha demostrado que el uso de un nuevo quitosano de origen fúngico -Lalvigne Botryless™- creado por la empresa canadiense Lallemand, como parte de una estrategia de gestión preventiva o curativa del viñedo, ayuda a reducir el impacto de la botrytis y las infecciones bacterianas que conducen a la podredumbre ácida. Así se deduce de los resultados positivos de los ensayos de campo realizados sobre variedades y regiones problemáticas, que a continuación detallamos.
Por Davide Mosetti (consultor); Tiziana Nardi, Alessandro Romano (2 CREA-Research Centre for Viticulture and Enology, Conegliano, Italia); Javier Tellez Quemada, Fabrizio Battista (Lallemand Oenology).
La botrytis y la podredumbre ácida/agria pueden afectar la calidad de las uvas y el vino, además de reducir significativamente el rendimiento. En busca de remediar este problema, la empresa Lallemand lanzó LalVigne Botryless™, un producto que ha reducido eficazmente la incidencia y la gravedad de la botrytis y la podredumbre ácida en la variedad sauvignon blanc italiana y en diferentes variedades y regiones mediante aplicaciones preventivas y curativas. Es una solución natural que preserva el terroir microbiano, evita problemas de fitotoxicidad y sigue siendo compatible con los productos fitosanitarios. Además, no afecta a la fermentación alcohólica ni maloláctica y es apto para viñedos ecológicos.
Los mejores momentos para actuar
Una investigación publicada en 2020 por González–Domínguez et al. analizó los resultados de 116 estudios sobre la eficacia de diferentes estrategias de defensa contra la botrytis. En particular, los autores estudiaron el mejor momento para actuar, es decir, cuándo los tratamientos serían más efectivos. El estudio demostró claramente la importancia de actuar al final de la floración para un control exitoso de este patógeno. En esta etapa, el hongo puede desarrollarse en los órganos florales, que luego se convierten en una fuente de inóculo para infecciones posteriores. El segundo momento crucial para actuar es el precierre del racimo, una fase importante para limitar la presencia de esporas fúngicas antes de que el racimo se cierre completamente.
El momento de acción dentro de un procedimiento preventivo es de importancia estratégica cuando se utilizan métodos naturales con bajo impacto ambiental.
La podredumbre ácida/agria, asociada al desarrollo de bacterias acéticas (Acetobacter spp., Gluconobacter spp., entre otras) y levaduras apiculadas (Kloeckera apiculata, Saccharomycopsis vini, Hanseniaspora uvarum, Candida spp.), ocurre normalmente debido a microlesiones en las uvas, cuyos efectos aumentan a medida que avanza la maduración o cuando el contenido de azúcar es más alto. Además de la lluvia, otros factores que contribuyen a su aparición incluyen el grado de compactación del racimo y la delgadez de la piel de la uva, así como los daños causados por insectos como la polilla del racimo (Lobesia botrana) y la mosca del vinagre (Drosophila suzukii).
La presencia de daños por oídio (Erysiphe necator) también está estrechamente relacionada con la aparición de podredumbre ácida/agria, y numerosos estudios han encontrado una relación directamente proporcional con la presencia de botrytis, tanto como agente desencadenante como consecuencia del hecho de que ambas infecciones tienen las mismas causas.
Quitosano de Aspergillus Niger, sustancia básica
Dado que la protección contra la podredumbre ácida/agria y la botrytis suele extenderse hasta el período previo a la cosecha, se ha investigado ampliamente el uso de soluciones naturales sin residuos que no interfieran con la fermentación alcohólica.
En 2022, el quitosano obtenido al 100% de Aspergillus niger (CAS nº 9012-76-4) fue aprobado como sustancia básica y, en 2023, autorizado en agricultura ecológica para el control de enfermedades fúngicas y bacterianas sin PHI, según el Reglamento CE 1107/2009.
Lallemand Oenology, especialista en soluciones microbianas, ha desarrollado un quitosano específico de Aspergillus niger de bajo peso molecular que mejora su eficacia y rapidez de acción: Lalvigne Botryless™. Desde el punto de vista operativo, esta formulación no causa fitotoxicidad y es compatible con productos fitosanitarios. Incluso en fases fenológicas avanzadas, su uso no interfiere con la fermentación alcohólica.
El control de la botrytis y la podredumbre ácida/agria mediante Botryless™ se basa en la sinergia de tres características fundamentales:
- Acción antimicrobiana
- Efecto elicitor
- Creación de una biopelícula protectora
Estas características, junto con la estabilidad en su producción garantizada por un proceso microbiológico controlado, hacen que Lalvigne Botryless™ (LB) presente un mejor rendimiento y características en comparación con el quitosano hidrocloruro derivado de crustáceos. Por esta razón, la legislación europea ha identificado el quitosano hidrocloruro de origen animal (crustáceos) con un CAS diferente (70694-72-3). Además, el quitosano de origen crustáceo puede representar un problema de alergenicidad, mientras que Lalvigne Botryless™ no lo es.
En un ensayo sobre el desarrollo de diferentes aislados de botrytis en placas de Petri, se observaron tasas de inhibición superiores al 70% con LB, mientras que el quitosano hidrocloruro de crustáceos, usado en la misma dosis, nunca superó el 30% de inhibición (Figura 1). El efecto fungicida directo es solo uno de los mecanismos mediante los cuales LB actúa para contrarrestar la proliferación de la botrytis.

Basándose en sus características intrínsecas y en los numerosos experimentos realizados, se ha definido la estrategia más adecuada para el uso de LB como medida preventiva, garantizando buenos niveles de eficacia en el control de la botrytis. Esta estrategia consiste en tres aplicaciones, cada una con una dosis de 100 g/hL, en los siguientes momentos clave: final de la floración-precierre del racimo-inicio del envero.
Pruebas de eficacia en viñedos
Las pruebas de eficacia realizadas a lo largo de los años, en diferentes variedades de uva y en zonas con alta presión de la enfermedad, han confirmado los resultados observados en laboratorio.
En 2023, un año de alta presión de botrytis, se evaluó la eficacia de la estrategia preventiva en un ensayo realizado en el Friuli, Italia, en viñedos de sauvignon blanc, aplicando los tratamientos según el calendario y las dosis indicadas anteriormente. El uso de LB redujo la incidencia y la gravedad de la infección por botrytis (Figura 2).

En el mismo viñedo, la prueba también se llevó a cabo en 2022, pero en ese año no se detectó infección por botrytis. Sin embargo, se empezó a observar una infección de podredumbre ácida/agria, con un desarrollo muy rápido y virulento. Ante esta situación, se decidió realizar el tercer tratamiento con una dosis más alta (600 g/ha), tanto en el grupo de control (estrategia curativa) como en la muestra que ya había recibido dos aplicaciones preventivas (Figura 3). En este caso, el tratamiento preventivo logró reducir significativamente la incidencia de la infección. Por otro lado, el enfoque curativo pudo contener la proliferación de la infección con una sola aplicación, lo que permitió llegar a la cosecha con un menor número de bayas afectadas en comparación con el grupo de control.

Además de los parámetros de incidencia y gravedad, en un ensayo realizado en España en 2019 sobre la variedad Bobal, se analizó el contenido de ácido glucónico. Se compararon dos muestras con el grupo de control sin tratar: Una tratada con LB a 300 g/ha y otra con un fungicida anti-botrytis convencional disponible en el mercado, aplicado en su dosis habitual. En ambos casos, se realizó una única aplicación al inicio del envero, cuando aparecieron los primeros síntomas. Los resultados en la cosecha mostraron una incidencia de botrytis del 43.5% en el control, en comparación con 18.9% en la muestra tratada con el fungicida convencional y 11% en la muestra tratada con LB. Al mismo tiempo, se observó una reducción significativa del contenido de ácido glucónico en el mosto (Figura 4), lo que tuvo repercusiones positivas sustanciales en la vinificación y en la calidad del vino.

Impacto en la biodiversidad microbiana del racimo
En un ensayo realizado por CREA-VE en 2023, se evaluó el efecto de una única aplicación de LB tanto sobre las bacterias y hongos asociados a la botrytis y la podredumbre ácida, como sobre la población microbiana total presente en el racimo. Para llevar a cabo este monitoreo, se utilizó la innovadora técnica de metagenómica, permitiendo un análisis detallado del impacto del tratamiento en la microbiota del viñedo.
Metagenómica
La metagenómica es un enfoque reciente para el estudio de comunidades microbianas completas en su entorno natural. En el caso de los viñedos, esto incluye el suelo, las uvas, la corteza, la superficie de las hojas y las raíces.
Tradicionalmente, solo alrededor del 1% de la población microbiana puede cultivarse en laboratorio. En cambio, la metagenómica permite la extracción y secuenciación de ADN de todas las especies presentes en una muestra, y no solo de aquellas que pueden cultivarse. Este proceso, conocido como NGS (Next Generation Sequencing), ofrece una visión más completa de la biodiversidad microbiana.
Existen diversas técnicas de análisis metagenómico, incluida la utilizada en este estudio: 16S y ITS-NGS (microbial metabarcoding). Este método consiste en secuenciar una región específica de un gen que codifica el ARN ribosomal de bacterias y hongos, respectivamente.
Este enfoque permite una identificación rápida de las especies presentes en una comunidad microbiana, facilitando el estudio de su composición y estructura.
El análisis de los complejos datos obtenidos a través de la secuenciación de nueva generación se realiza mediante herramientas bioinformáticas y análisis estadísticos específicos, proporcionando información detallada sobre la microbiota del viñedo.
El ensayo se llevó a cabo en la zona del Piave (Véneto, Italia) sobre viñedos de pinot grigio, donde se realizó una única aplicación de LB cinco días antes de la cosecha, con una concentración de 100 g/hL. El monitoreo se efectuó en dos momentos clave: Antes del tratamiento (T0) y cuatro días después de la aplicación del quitosano específico (T4).
El análisis de los datos de la población fúngica (Figura 5) mostró que la botrytis aumentó significativamente (del 21% en T0 al 85% en T4) en las plantas no tratadas (control) cuatro días después del inicio del ensayo (T0). Esta abundancia influye negativamente en el desarrollo de otros microorganismos y limita la biodiversidad fúngica del racimo. El uso de LB redujo significativamente la incidencia de botrytis (34%), lo que confirma un efecto fungistático específico. Al mismo tiempo, algunos géneros conocidos como potenciales agentes de biocontrol de enfermedades fúngicas, como Aureobasidium y Sporobolomyces, mostraron un aumento, aprovechando la reducción de la prevalencia de botrytis en las uvas tratadas.

En lo que respecta a la población bacteriana, el tratamiento tuvo éxito en el control de Acetobacter, Gluconobacter y Komagataeibacter, géneros relacionados con la podredumbre ácida/agria, que, después de cuatro días de tratamiento, representaban el 35.5% de la población en el control en comparación con el 1.7% en la muestra tratada con LB (Figura 6). En este caso específico, el índice de biodiversidad bacteriana aumentó en el control debido a la gran variedad de bacterias involucradas en la podredumbre ácida.

El efecto del tratamiento sobre la biodiversidad general, que se puede estimar con el Índice de Biodiversidad de Shannon (H’) mostrado en la Figura 7, es diferente para las dos comunidades, fúngica y bacteriana. Esto probablemente se debe a la diferente situación inicial: en el caso de las levaduras y los hongos, la fuerte preponderancia de botrytis en T0, especialmente en el control, limitó el desarrollo de otros géneros, por lo que el quitosano permitió un aumento en la biodiversidad.
En el caso de las bacterias, la comunidad microbiana inicial (T0) después de cuatro días (control) es bastante variada, como se puede observar por el alto índice H’. En consecuencia, en este caso, el efecto del tratamiento, que tiene impacto sobre varios géneros (incluidos los tres pertenecientes a Acetobacteraceae descritos anteriormente), reduce la biodiversidad general.

La respuesta a las necesidades de los viticultores
La búsqueda de soluciones naturales permitidas en la viticultura orgánica para el control de la podredumbre y botrytis, sin PHI e interferencia en la fermentación alcohólica, siempre ha sido una importante demanda en el mundo de la producción.
Un nuevo quitosano de origen fúngico, que posee todas las características mencionadas anteriormente, ha sido probado para evaluar su eficacia contra estos criptógamos. Este quitosano específico ha demostrado ser altamente efectivo contra las bacterias responsables de la podredumbre ácida/agria y la botrytis, como se deduce de los resultados positivos de los ensayos de campo realizados sobre variedades y regiones problemáticas.