El organismo que regula y fiscaliza el uso del agua para riego en Mendoza firmó un convenio con la Empresa Mendocina de Energía (Emesa) para equipar con sistemas fotovoltaicos sus edificios en San Rafael, General Alvear y Malargüe. Para ello se llamará a licitación a empresas proveedoras del sector y se invertirán en principio $4.000.000. Dentro del plan de uso de energías renovables de Irrigación, denominado «Ecoacciones», se prevé instalar paneles también en las plantas de Rivadavia y Tunuyán.
A partir de un plan de eficiencia e integración de sistemas energéticos, el Departamento General de Irrigación (DGI) decidió la incorporación de energías renovables en establecimientos propios distribuidos en toda la provincia. Tras ese objetivo, técnicos del organismo realizaron un análisis preliminar de los impactos de sistemas fotovoltaicos en tres edificios de Irrigación: la Subdelegación del Diamante, la Subdelegación del Atuel y la Jefatura de Zona Malargüe.
La evaluación técnica se hizo en base a simulaciones realizadas con el programa SAM (System Advisor Model), con equipamiento preliminar y orientativo, pérdidas estimadas, además de radiaciones calculadas en función de bases de datos existentes y de promedios de consumos, conforme a la información disponible aportada por la Empresa Mendocina de Energía (Emesa).
Los impulsores de la iniciativa fueron el subdelegado del Río Diamante, Fabio Lastra, y el director de Gestión Institucional del Tribunal Administrativo de Irrigación, Marco Fagioli.
Para implementar la acción, Irrigación y Emesa firmaron un convenio como síntesis de los trabajos que venían realizando y que realizarán a futuro. Sus titulares, Sergio Marinelli y Pablo Magistocchi, rubricaron el documento a través del cual el DGI destinará $4 millones para que la empresa realice las gestiones técnicas y administrativas mediante sistema de concurso de precios para cada proyecto de forma separada. Esto, de acuerdo con su Reglamento de Contrataciones (incluyendo la selección y contratación del contratista) para la provisión, instalación, supervisión y habilitación de sistemas fotovoltaicos, cuya potencia será la más conveniente para el organismo.
Por parte de Emesa también participaron en la actividad Alejandro Burlot, gerente de Energías Renovables, y Luz López, integrante del equipo técnico.
Marinelli afirmó: «Nuestra tarea es administrar en cantidad y calidad el agua, pero al mismo tiempo el ambiente es fundamental: el agua que mueve la producción y alimenta el uso poblacional, sobre todo, proviene de la naturaleza y si nuestras acciones no son verdaderamente sustentables, la escasez y el cambio climático que vivimos en todo el mundo nos hará muy difícil la vida«.
«Este convenio viene a sumar ecoacciones -prosiguió Marinelli-, ya que en los tres edificios que se colocarán los paneles solares el ahorro de energía será significativo: irá de un 40 a un 60 por ciento en algunos casos, según las mediciones de Emesa«.
Por su parte, Magistocchi se´ñaló: «La verdadera implicancia de este acuerdo es que Irrigación se prepara y toma conciencia hacia el futuro. En este caso, trabajaremos sobre tres localizaciones como San Rafael, Alvear y Malargüe, pero también se contempla expandir esta excelente idea a Rivadavia y Tunuyán».