En el camino de recuperación del ahora denominado «Espacio Arizu», la Municipalidad de Godoy Cruz viene realizando acciones e investigaciones para poner en valor la antigua bodega -abandonada durante décadas- en San Martín al 1515 de ese departamento de Mendoza. El edificio ocupa una manzana completa y tiene cavas de impactantes dimensiones. Fue declarado Monumento Nacional en 1999 por organismos patrimoniales de la Nación. Arizu llegó a tener líneas ferroviarias en su interior, con trenes que cargaban sus tanques con vinos de calidad para llegar a todo el país. También ostentó la viña más grande del mundo, con casi 13.000 hectáreas y posicionó durante décadas en toda Argentina su emblemática marca de vino «Cruz del Sur».
A medida que avanzan los trabajos en el edificio de la Bodega Arizu del departamento de Godoy Cruz para convertirlo en un espacio destinado a la cultura, la Municipalidad, que ha rescatado valiosos documentos, va sacando a la luz la historia detrás de este icónico inmueble -ubicado en San Martín al 1515- que fue declarado Monumento Nacional en 1999. Además de esos documentos se realizaron una serie de entrevistas a familiares, historiadoras y trabajadores de la bodega, a partir de las cuales se van conociendo detalles coloridos, emotivos e informativos que vale la pena mencionar.
Uno de ellos, es la relevancia de los vinos de Arizu para la provincia, el país y el mundo y las caracterísitcas de sus viñedos.
El paño de viña más grande del mundo
La historiadora egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, Fabiana Mastrángelo contó que Balbino Arizu, el fundador de la empresa y oriundo de Unzué, España, “tenía experiencia de producir vino con su padre en Europa y la trajo a la Argentina” y recordó que fue “una de las más grandes de Mendoza y del país, ya que solo estaba la casa matriz de Godoy Cruz, sino que también estaba San Rafael y Luján”.
Sobre eso, distintas personas relacionadas a la actividad de la bodega, sostienen que Arizu llegó a tener el paño de viña más grande del mundo.
Ana María Mateu, historiadora e investigadora del Conicet, sostiene en su libro «Balbino Arizu, el Rey del Vino«, que “las mayores extensiones en un solo paño se adquirieron en Luján (4.582 has, 3.129 has y 1.640 has) y en Maipú (2.029 has), pero fue en San Rafael, en Villa Atuel, en donde, a través de sesenta operaciones se acumularon 12.569 has, a través de la intermediación de Bernardino Izuel”.
Mateu rescató y custodió piezas documentales con las que hizo la tesis doctoral que luego entregó al Archivo General de la provincia, y que recientemente, ese material fue devuelto al municipio para ser incorporado archivo de la antigua bodega Arizu.
El vino Cruz del Sur
En una entrevista realizada a Arturo Erice, sobrino bisnieto de Balbino Arizu, quien trabajó en la bodega entre 1978 y 1983, el ahora retirado empresario hizo hincapié en una de las marcas más populares de la empresa. Se trataba del vino Cruz del Sur, del que aún se pueden encontrar publicidades gráficas y audiovisuales.
“Recuerdo que había una marca emblemática, que era el Cruz del Sur, que era como un vino reserva, y del que se vendían aproximadamente 3 millones de litros por mes”, relató. Y agregó que “lo que había en la botella del Cruz del Sur era uva malbec”.
Tan grande era la red comercial que armó Arizu, “que llegó hasta Jujuy; hay datos y mapas que lo demuestran. A todos los lugares donde llegaba el ferrocarril llegaban los vinos de Arizu”, ratificó la misma Mateu.
Innovación en variedad de precios y calidades
La variedad de vinos, precios y calidades marcó parte del camino histórico de la bodega. Así lo afirma Roberto González, el último enólogo que trabajó en la bodega (1988-1991) y actual presidente de la Academia Argentina de la Vid y el Vino, quien expresó: “Para mí es una de las grandes bodegas de Mendoza, que hizo historia y grande a la vitivinicultura de la provincia y de la Argentina”. Y agregó: “Me ha tocado vivir desde la elaboración de espumantes hasta la de vinos especiales, como jerez, oporto o los vinos tranquilos”.
González calificó a los Arizu como “una gran familia vitivinícola” y “precursores” en la industria. “Fueron innovadores -agregó González- y desarrollaron un grupo marcario que partía desde la línea premium, como, los Cava Privada. Continuaba, por debajo, con Casa de Piedra, Cuesta del Parral y la línea tradicional o popular que conocíamos en ese momento: Arizu y Arizu Reserva”, detalló. Y explicó que “en esa época los varietales eran un elemento prácticamente desconocido, pero que esta bodega había explorado, pinot noir, los cabernets sauvignon, los chardonay”.
Fuente: Municipalidad de Godoy Cruz