El 10 de febrero de 2023, el gobierno de España lanzó una medida extrema para enfrentar una posible crisis del sector vitivinícola, golpeado por los efectos residuales de la pandemia y la incertidumbre en el comercio internacional por la guerra de Ucrania. En concreto, se asignó un presupuesto inicial de 15 millones de euros, escalable según la demanda, para compensar a viñateros que implementen la «cosecha en verde», es decir que recolecten y descarten la uva antes del 16 de julio, previo a su madurez.
Según argumentó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, «esta iniciativa busca aliviar la tensión que se puede producir en algunas regiones productivas que mantienen un elevado nivel de existencias, ya que permite dimensionar la vendimia de 2023 a la capacidad de almacenamiento y comercialización para la próxima campaña. De esta forma se evitan los efectos indeseables de una potencial sobreoferta de uva el próximo otoño que pueda lastrar la renta de los viticultores».
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España puso en marcha la medida de la «cosecha en verde» el pasado 10 de febrero, en el marco del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola de España (Pasve), con una dotación presupuestaria inicial de 15 millones de euros para el ejercicio 2023. Este presupuesto se puede ampliar si finalmente la demanda supera las estimaciones iniciales.
El importe de la ayuda es variable en función de cada parcela, puesto que depende del rendimiento de cada una y del precio de venta de la uva. No obstante, con carácter general compensa a los viticultores por el 50 % de los costos directos de destrucción o eliminación de los racimos de uvas y de la pérdida de ingresos vinculada a la destrucción o la eliminación de dichos racimos.
Con el fin de adecuar el importe de la ayuda a la coyuntura inflacionaria, el Ministerio de Agricultura ha actualizado los costos asociados a las tareas de cosecha en verde, mediante la aplicación de la variación del índice de precios al consumo (IPC), desde la fecha de solicitud de aprobación del programa por la Unión Europea (en junio de 2021), hasta la actualidad.
En las parcelas para las que se resuelvan positivamente las solicitudes, la cosecha en verde deberá estar ejecutada antes del 16 de julio de 2023. Mientras, los pagos se realizarán a los viticultores hasta el 15 de octubre, como fecha límite.
Para algunos, un «mal menor», para otros un «fiasco»
En la zona de La Rioja, el plan implementado con el objetivo de poder recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda por el elevado nivel de existencias en las bodegas, ha tenido baja aceptación, y los viticultores que pusieron en práctica esta medida excepcional lo ven como “doloroso” y convienen en que es “un mal menor” ante lo que puede deparar esta próxima vendimia.
Muchas bodegas ya tienen tienen sus depósitos llenos y no pueden asumir una entrada de uva que hubiera sido normal en años anteriores. Algunas ya han avisado a sus proveedores que no les comprarán toda la uva, a otros les han dicho que busquen diferentes compradores o que la tiren, y a un tercer grupo les han indicado que no saben cómo podrán pagarla.
En la región de La Rioja, el gobierno fijó una compensación de 0,785 euros por kilo de uva cosechada «en verde», mientras que en Aragón esa cifras es de 0,485 euros por kilo, por lo que la adhesión en esta zona ha sido menor, de sólo el 1,18% de la superficie cultivada con viñedos.
Ante esta incógnita, dos de los agricultores acogidos a esta medida, –Marcos Fernández, de Villamediana de Iregua, y Rubén Castillo, de Uruñuela– convienen en que ha sido el mal menor porque, tras las últimas lluvias, se prevé un aumento de la cosecha en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, que el pasado año se saldó con 368 millones de kilos de uva.
En La Rioja, el Ministerio de Agricultura ha admitido 841 parcelas para la cosecha en verde, que corresponden a 985 hectáreas de 319 beneficiarios, quienes recibirán el importe de la ayuda solicitada y aprobada, por un total de 3,7 millones de euros y que tienen de plazo para cortar sus uvas hasta el próximo día 15 de julio. Esta superficie supone una estimación de volumen retirado de vino de 48.469 hectolitros y el importe de la ayuda es variable en función de cada parcela, puesto que depende del rendimiento de cada una y del precio de venta de la uva.
“Si la uva no te la pagan, es mejor tirarla”
Marcos Fernández tirará unos 45.000 kilos de uva tinta, tempranillo, de entre 10 y 35 años de antigüedad, vendimiadas a mano y plantadas en unas 7 hectáreas de viñedo de secano en el término de Villamediana de Iregua. “En un año normal -relata-, quizá no te decides a hacer una cosecha en verde, pero venía una sequía fuerte, se preveía una cosecha corta y, al final, ha llovido y puede venir una cosecha enorme”. Además, “esto es un tema económico”, ya que “los importes ofrecidos por el gobierno son bastante interesantes y, aunque no vas a cubrir toda la cosecha, están bastante bien”.
Todas las bodegas de Rioja están de vino hasta arriba porque no se vende y ése es el problema»
Marcos Fernández, viticultor de Villamediana de Iregua
En la misma línea se ha pronunciado Rubén Castillo, desde Uruñuela, cuya casuística es diferente a la hora de decantarse por la cosecha en verde, pero bajo el mismo denominador común, de que es el mal menor.
Ese agricultor también ha tirado a mano sus uvas de unas 3 hectáreas de viñedo de tinta, de regadío y con una antigüedad de entre 8 y 10 años, de las 12 que cultiva y que se reparten entre Uruñuela, Alesón y Hormilla. Castillo vende todas sus uvas al grupo Marqués de la Concordia, de Cenicero, una firma cuya situación económica -entró inicialmente en concurso de acreedores- le ha obligado a tomar esta medida y “no sabía, hasta los últimos quince días, si este año nos iba a tomar la uva o no”. Finalmente, el administrador concursal de la firma “nos ha comunicado que nos coge las uvas, pero los precios son una incógnita; el asunto no pinta bien y el próximo año no se sabe qué va a ocurrir”, detalló Castillo.
Baja adhesión en Aragón
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) lamentó que la convocatoria de ayuda dirigida al sector del vino para realizar la cosecha en verde en el viñedo ha sido un «fiasco», ya que las solicitudes presentadas afectan a tan solo el 1,18% de la superficie de viñedo de Aragón, 420 hectáreas del total de 35.700 hectáreas que hay en producción. Según los datos que el Departamento de Agricultura ha trasladado a UAGA, 118 vitivinicultores han presentado la solicitud, cuyo plazo finalizó el 30 de abril y todavía está pendiente de resolución, así que puede que al final aún sean menos las hectáreas que reciban el visto bueno para acogerse a la subvención de la cosecha en verde.
Sin embargo, UAGA indica que la compensación por la pérdida de ingresos para la cosecha en verde en el viñedo era muy poco atractiva para los viticultores, ya que como máximo era del 50% del valor medio de la uva, que el Ministerio de Agricultura fijó para Aragón en 0,485 euros/kg.
En ese sentido, la organización agraria destaca que si el Departamento de Agricultura de Aragón hubiera complementado ese importe como se ha hecho por ejemplo en La Rioja (que ha incrementado la ayuda en un 60%), entonces tanto el número de hectáreas como el de solicitantes hubiera sido mayor y la cosecha en verde sería una medida realmente efectiva.
Propuesta alternativa: la destilación de crisis
Otro factor que podría ayudar a mejorar la situación actual del mercado del vino es la destilación de crisis, es decir la transformación del vino en alcohol para otros usos. Por eso, tanto UAGA como Cooperativas Agroalimentarias de Aragón han solicitado al Departamento de Agricultura que apoye esta medida para controlar los stocks de vino existentes en muchas bodegas.
Fuentes: https://nuevecuatrouno.com, Agencia EFE, agroinformación.com y Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de España.