En 2016 y con el primer Papa argentino en el Vaticano, el sector vitivinícola se unió para elaborar y enviar un vino singular: fue un torrontés, se llamó “Todos” y se elaboró a partir de uvas provenientes de pequeños viñedos de todo el país. En la Semana del Torrontés, rememoramos la historia de un torrontés único que llegó a manos del Papa Francisco precisamente para la santificación del Cura Brochero, en octubre de 2016.
Por primera vez en la historia, la Iglesia Católica fue liderada por un pontífice que llegó al Vaticano “desde el fin del mundo”: Francisco, el Papa argentino. Fue elegido en 2013 y, tres años más tarde, la vitivinicultura argentina emprendió un proyecto trascendente: elaborar un vino de misa para que el Papa Francisco celebrara sus misas.
“La iniciativa surgió apenas se conoció el anuncio de que el nuevo Papa era argentino”, comenta la entonces presidenta de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Hilda Vaieretti, y agrega que “se generó un gran trabajo de coordinación entre los Centros de Desarrollo Vitícola, la Coviar, el INTA y el Fondo Vitivinícola para que resultara este vino de misa que fue enviado al Vaticano”.
“El vino se elaboró con la variedad torrontés riojano y las uvas llegaron a la Bodega Piloto del INTA, en Luján, Mendoza, provenientes de fincas de pequeños viticultores de Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y Río Negro. Estos viñateros participan de los Centros de Desarrollo Vitícola, un programa de integración y transferencia tecnológica dentro del Plan Estratégico del sector, coordinados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y la Corporación Vitivinícola”, comentó en aquel momento el ingeniero agrónomo Carlos Parera, hoy director nacional del INTA.
El INTA convocó a pequeños productores de todas las provincias vitivinícolas, quienes cedieron uvas para esta singular elaboración. Fue un trabajo de mucha coordinación para que las uvas llegaran en excelentes condiciones a la bodega. Una vez que la uva llegó a Mendoza, fue vinificada en la Planta Piloto de vinos de la Estación Experimental Agropecuaria Mendoza, en Luján de Cuyo. Resultó una partida de 450 litros y se elaboró según el método del Padre Oreglia, para poder ser certificado por el Arzobispado de Mendoza como “vino de misa”. “El resultado de este proceso, realizado con mucho cuidado y dedicación, de manera prácticamente artesanal, es un vino torrontés dulce natural con 13,7% de alcohol y que cuenta con la certificación que lo avala como vino apto para la misa”, precisa el ingeniero agrónomo Santiago Sari, enólogo a cargo de la elaboración.
Un vino, todos los vinos
Con el vino listo para su fraccionamiento, el Fondo Vitivinícola Mendoza realizó una convocatoria entre renombrados estudios de diseño para crear la imagen visual de este vino especial. Finalmente, el estudio Boldrini & Ficcardi fue el encargado de crear el nombre y la etiqueta. “Elegimos el nombre “Todos” que responde a la intención de que el vino, como el Papa, transmita un motivo de unión, de encuentro. La imagen y el nombre seleccionados transmiten claramente la idea ecuménica de que “el vino nos une” y genera un gran sentimiento de pertenencia bajo la palabra ‘Todos’. Es una imagen sencilla y potente, clara y cercana. La botella refleja transparencia y pureza”, explican los diseñadores Víctor Boldrini y «Gato» Ficcardi.
En la contraetiqueta puede leerse la procedencia de las uvas y se hace referencia a los pequeños productores: “hombres y mujeres que depositan su trabajo y su esperanza en la certeza de que el vino nos une”.
En la carta enviada al Vaticano, los referentes de la vitivinicultura argentina expresaron que “sería un gran honor que Su Santidad Francisco aceptara este obsequio, el fruto del trabajo de miles de hombres y mujeres que depositan sus esperanzas en las viñas y encomiendan sus cosechas a la Virgen de la Carrodilla, patrona de los viñedos”. Al respecto, el presidente del Fondo Vitivinícola, Bernardo Lanzilotta, resaltó que “será la primera vez en la historia de la Iglesia Católica que el Papa celebre sus misas con un vino argentino. El Vaticano generalmente adquiere sus vinos en Italia y otros países europeos. Es un gran honor poder obsequiarle al Papa Francisco un vino argentino para sus misas. Será un hito para nuestra vitivinicultura”.
Este torrontés riojano, apto para la misa, llegó a manos del Papa Francisco precisamente para la santificación del Cura Brochero, en octubre de 2016.
La historia del torrontés “Todos”
La voz de los viñateros
- Neri Mamani, viticultor de Catamarca: “Estoy muy orgulloso de que nuestras uvas Torrontés hayan llegado hasta nuestro Papa”.
- Antonio y Nidia Cabezas, productores de Salta: “Para nosotros es algo que supera a cualquier otra alegría. Es muy fuerte y es una emoción muy profunda pensar que el Papa pueda tomar este vino”.
- Orfilia de Céspedes, productora de Catamarca: “Yo me sentí bañada de alegría. Estoy muy contenta, muy feliz y me siento muy bendecida por el Señor”.
- Juana Bautista Reus, viñatero de Río Negro: “Si el trabajo de la viña se hace con gusto, con ganas, nos genera una gran satisfacción y sabemos que nuestro trabajo sirve para algo más trascendente”.
- Amparo Momfort, viticultora de San Juan: “Cuando nos convocaron, sentimos una enorme emoción porque aparte de ser católica lo admiro mucho al Papa Francisco”.
- Elvira Antonia Mestre, productora de Río Negro: “Me parece mentira que de este parral de Torrontés, de nuestra chacra, hayan salido las uvas para el vino del Papa”.
- Nahuel Sacca, viñatero de La Rioja: “Cuando me dijeron que las uvas Torrontés que nosotros producimos formarían parte de un vino elaborado para el Papa sentí que todo el esfuerzo vale la pena”.
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