En el último simposio de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV), celebrado a fines de noviembre pasado, los expertos globales en tecnología y consultoría Daniel Seseña y Nacho Rivera informaron sobre la utilización actual de sensores aplicados a los componentes físicos de los procesos productivos, tales como el suelo, las plantas de vid, los tanques y barricas, etcétera. Este conjunto de aplicaciones y la red de objetos que los utilizan se denomina Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), a través de la cual, mediante técnicas informáticas básicas, se puede analizar la big data resultante, optimizar la producción y tomar mejores decisiones. El uso creciente de esta tecnología marca una tendencia y cada vez más bodegas en el mundo la están adoptando.
El 24/11/21, la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) celebró un simposio sobre la digitalización del sector vitivinícola. Se trató de un encuentro que reunió a expertos del ámbito académico, los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado de diferentes países, en el que fueron tratados temas tales como la Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial, robótica, imagenes satelitales y sistemas de mapeo, imágenes láser, blockchain, etiquetado electrónico, certificación electrónica y almacenamiento inteligente, analizando además las perspectivas del sector y la tendencia creciente a la utilización de estas tecnologías.
La disertación sobre la Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT por sus siglas en inglés) fue realizada por Daniel Seseña y Nacho Rivera.
Seseña es director de Industria 4.0 de Minsait, empresa de Indra, una de las principales compañías globales de tecnología y consultoría. Tiene más de 20 años de experiencia internacional en consultoría de tecnología, negocios, liderazgo digital estratégico y proyectos de transformación operativa. Para él, «Las bodegas seguirán manteniendo su apariencia tradicional integrando a la misma la digitalización, incorporando avanzados elementos sensoriales y analíticos que mejorarán el control de la calidad y la eficiencia en todo el proceso de elaboración del vino».
Rivera es cofundador y CEO de The Overview Effect, una empresa que utiliza tecnología e innovación para promover la sostenibilidad de todo tipo de empresas en una multitud de sectores. Entre sus conceptos expresó que «la idea es que IoT desempeñe un papel fundamental en la mejora de la eficiencia en el proceso de producción. Habilita la recopilación y análisis de datos, con los que se capacitan y perfeccionana a los cuadros de mando para mejorar la toma de decisiones. De este modo, es una herramienta que, por ejemplo, puede mejorar la calidad y la regeneración del suelo».
Qué es la Internet de las Cosas
La Internet de las Cosas o IoT describe la red de objetos físicos (cosas) que incorporan sensores, software y otras tecnologías con el fin de conectar e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet. Estos dispositivos van desde objetos domésticos comunes a sofisticadas herramientas y máquinas industriales.
En los últimos años, la IoT se ha convertido en una de las tecnologías más importantes y utilizadas. En la actualidad, todos los objetos se pueden conectar a Internet usando dispositivos que permiten la comunicación entre personas, procesos y objetos a través de tecnologías móviles. Además con la ayuda de la informática de bajo costo se puede analizar la big data existente en la denominada Nube donde se guardan los datos.
En un mundo hiperconectado, los sistemas digitales pueden registrar, monitorear y ajustar cada interacción que exista entre las cosas que estén conectadas. Lo físico y lo digital trabajan de la mano y cooperan entre sí.
El desarrollo de la tecnología de sensores ofrece la posibilidad de coexistencia de un gran número de dispositivos que trabajan juntos intercambiando información (por ejemplo de suelo y condiciones del agua para un uso eficiente del agua, riego gestión, etcétera).
Sin embargo, todavía no existe control en todo el proceso de elaboración del vino. Hoy, el concepto de viñedos inteligentes se refiere a una nueva medición con herramientas basadas en la recopilación de una multitud de datos mediante el uso de sensores inalámbricos (eventualmente combinados con imágenes satelitales o drones y con tecnología de inteligencia artificial).
Los sensores inalámbricos pueden ser muy importantes para los viñedos, porque se utilizan para recolectar diferentes informaciones, mediciones, registros, etcétera, dentro de un área determinada. En lo que respecta a viñedos y bodegas, se pueden implementar directamente en el suelo, incrustados en troncos de vid o colocados entre hojas, según los datos a medir, para ayudar a mejorar la productividad y predicción climática.
Las aplicaciones de la IoT se pueden clasificar según su lugar en la cadena de valor:
Aplicaciones de la IoT en el viñedo
Una de las principales razones para utilizar estas soluciones tecnológicas en viñedos es que posibilitan reducir los riesgos durante la cosecha. La mayoría de los sensores e imágenes satelitales que se utilizan actualmente en viñedos se centran en el control de calidad de la vid y aspectos meteorológicos: seguimiento del suelo y condiciones del agua para un uso eficiente, gestión del riego y previsión meteorológica.
También permite el seguimiento de parámetros clave como la temperatura ambiente, la velocidad del viento, humedad relativa, humedad de las hojas, y del suelo y la lluvia. Además hay muchas aplicaciones gracias a la combinación de tecnologías como drones e imágenes infrarrojas y multiespectrales para el control de plagas en el viñedo. Por ejemplo, muchas bodegas ya combinan datos del sensor (humedad, temperatura, conductividad del suelo y calidad de la vid) con imágenes satelitales para monitorear factores ambientales para la cosecha en tiempo real.
Otra aplicación de la Internet de las Cosas es para hacer que el sector sea más sostenible y regenerativo, optimizando el uso del agua, eliminando pesticidas y midiendo la calidad del suelo. Toda esta tecnología ayuda a mitigar el impacto adverso que las condiciones ambientales tienen en las plantas.
Aplicaciones de la IoT en la bodega
El principal objetivo de la utilización de sensores en la bodega es para controlar todos los parámetros relevantes para un correcto proceso de vinificación y para garantizar un producto de calidad.
Debido a las condiciones climáticas cambiantes, cada año el producto, aunque está hecho de la misma manera, tiene ciertas diferencias. La sensorización permite el monitoreo del proceso de elaboración del vino en tiempo real y luego hacer pequeñas modificaciones para lograr un producto que esté lo mas cerca posible a lo que se desea.
Los métodos actuales implican pruebas en bodegas, pero lo que exigen los enólogos hoy en día son sistemas online basados en sensores para realizar la evaluación del proceso de fermentación sin necesidad de llevarlo al laboratorio.
Existen tecnologías y métodos de sensores para monitorear el proceso con el potencial de mejorar calidad del vino y reducción de costos.
En el proceso de embotellado, taponado y etiquetado se utilizan sistemas de visión artificial directa para cumplir con los estándares de calidad, al igual que de planificación, de integración y control del número de botellas que pasan por la línea de producción, como así también para controlar los errores de las máquinas.
Los sensores se pueden utilizar en las bodegas para controlar el envejecimiento del vino, los factores clave de temperatura, luz y humedad. La temperatura es particularmente importante, ya que las fluctuaciones más leves pueden alterar la oxidación de el vino y por lo tanto afectan significativamente la calidad.
Uso de la IoT en la distribución y logística
En la fase de distribución, la IoT también tiene ventajas considerables a la hora de mejorar la logística para que sea más eficiente y se reduzcan los costos. Los ejemplos incluyen sistemas de gestión de transporte para controlar y optimizar todos los los flujos logísticos de la empresa, o bien las soluciones de visión artificial para controlar los flujos entrantes y los movimientos de materia prima y producto terminado.
Las plataformas de IoT para recopilación, monitoreo y análisis en el entorno de producción de vinos son capaces de manejar el big data de manera ágil para acelerar soluciones analíticas avanzadas:
Integración: Estandarización masiva de datos (ontología y semántica), conexión de entidades con el mundo físico y virtual, publicaciones abiertas (a través de API y OpenData).
Analytics: Definición y ejecución de avanzados algoritmos analíticos a través de cuadernos, centralización de datos para optimizar las operaciones y la explotación.
Visibilidad: Generación simple y amigable de paneles analíticos para respaldar la construcción de modelos y análisis de resultados.
Las plataformas de IoT pueden incluir cuadros de mando para seguimiento de cosecha y KPI, la fermentación proceso y tanques, y el proceso de embotellado. Eso también permite el posible desarrollo de avanzados modelos analíticos que permitan predecir el impacto de las condiciones climáticas en la cosecha, el desarrollo de modelos de mantenimiento predictivo sobre activos y el análisis de datos de fabricación (pH, volumen de alcohol, potasio) y así prevenir riesgos de calidad y aumentos de costos.
Trazabilidad total de la cadena de valor: Visibilidad en procesos, generación de alarmas tempranas en caso de desviaciones y trazabilidad de materiales (en el proceso de trazabilidad del producto dentro de la planta, la trazabilidad unitaria del producto final por RFID y el aseguramiento de la calidad de vino a clientes con tecnologías blockchain).
El futuro de la tecnología IoT
El sector de la vid y el vino está mirando cada vez más hacia la tecnología IoT. los La revolución tecnológica está en todos los sectores, y por supuesto no va a quedar fuera de algo tan tradicional y la vez vanguardista como es el mundo del vino.
Diferentes bodegas están aplicando nuevas tecnologías para mejorar la calidad de sus productos, creando el vino inteligente. Algunos de los diferentes componentes, que hace pocos años atrás eran demasiado caros para muchas pequeñas y medianas bodegas, ahora se han vuelto más accesibles, mientras que los sistemas son más fáciles de instalar, administrar y mantener.
Esta es la combinación perfecta de sensores y robótica para controlar la calidad del vino. Los sistemas de sensores ya son una parte importante del proceso de digitalización en la vid y sector vitivinícola. Y seguirán siendo importantes después de la implementación de otras nuevas tecnologías que dependen de los datos recopilados, como la inteligencia artificial o la robótica, y harán que la recopilación de información sea cada vez más un proceso crítico.
La pregunta principal es cómo manejar y hacer útil toda esa información. Poseer datos solos es inútil, a menos que se puedan gestionar e interpretar adecuadamente.
Daniel Seseña, expositor de la OIV y CEO de Industria 4.0 de Minsait, del grupo Indra.
«Creo que la adopción de tecnologías digitales en las tres áreas clave (campo, planta, distribución) debe adecuarse al perfil de la empresa. En empresas más pequeñas centradas en el valor del producto, la adopción de tecnologías digitales se centrará en aquellas tecnologías que favorezcan la trazabilidad (garantía de origen de su producto) o calidad (predicción de cosechas, época de cosecha, etcétera). Por su parte, las empresas más grandes combinarán lo anterior con tecnologías que hacen que el proceso productivo (maduración y embotellado) de sus vinos sea más eficiente», analizó finalmente Seseña.
Fuente: Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV)