Tras la rúbrica del pacto en Montevideo, Uruguay, ambos bloques deberán ahora recorrer un difícil camino para su aprobación final en los parlamentos del Viejo Continente, donde ya hay resistencias de Francia, Italia y Países Bajos. En esos estados, los productores de alimentos se oponen al acuerdo porque consideran que sufrirán «competencia desleal» al bajar los precios desde Sudamérica cuando se eliminen muchos de los actuales aranceles. Francia resiste la firma con Macron a la cabeza. Milei definió el modelo actual del Mercosur como «agotado».
Las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común Sudamericano (Mercosur) se iniciaron en el año 2000, pero hasta ahora no habían logrado la firma del acuerdo. En mayo de 2016 relanzaron el proceso de negociación, intercambiaron nuevas ofertas de acceso a los mercados e intensificaron el ritmo de las negociaciones celebrando rondas de negociación y reuniones a intervalos regulares, según indica la UE en su sitio web.
Pero el hito fue el 28 de junio de 2019, día en que alcanzaron un acuerdo político “para un acuerdo comercial ambicioso, equilibrado y completo que abarca cuestiones como: tarifas; reglas de origen; obstáculos técnicos al comercio; medidas sanitarias y fitosanitarias; servicios; compras gubernamentales; propiedad intelectual; desarrollo sostenible, y; pequeñas y medianas empresas”. Pero fue un acuerdo técnico, faltaba la gestión de carácter formal para su aprobación por la Comisión Europea y luego la ratificación.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, la UE es el segundo socio comercial del Mercosur, y hasta el 2013 era el primer socio del bloque sudamericano. El comercio entre ambos bloques fue de cerca de US$ 110.000 millones en el año 2023.
Una firma que abre un mercado de 800 millones de consumidores
En Montevideo, la 65° Cumbre del Mercosur fue el lugar donde la titular de la UE, Úrsula Von der Leyen y los presidentes Javier Milei, Luis Lacalle Pou, Luiz Inácio Lula da Silva y Santiago Peña, de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay respectivamente, firmaron un muy negociado acuerdo comercial entre ambas comunidades económicas. La efectivización del mismo ahora depende de su aprobación en los parlamentos del Viejo Continente, donde ya hay resistencias de Francia, Italia y Países Bajos.
Luego de 25 años de conversaciones, la comunicación oficial de la cumbre asegura que con esta rúbrica se abre un mercado de de 800 millones personas. Von der Leyen celebró el pacto alcanzado y lo calificó como «un hito histórico», al tiempo que consideró que el acuerdo es «ambicioso y equilibrado».
Añadió que «el vínculo entre país de Europa y el Mercosur es uno de los más fuertes del mundo» y enfatizó que «estamos fortaleciendo esta alianza como nunca antes».
En tiempos convulsionados estamos mandando un mensaje contundente al mundo y demostramos que las democracias pueden apoyarse mutuamente, le estamos diciendo al mundo que tiene que estar ligado por valores».
Ursula Von der Leyen, titular de la Unión Europea, tras la firma del acuerdo.
En un mensaje directo a los sectores que bloquean el acuerdo en Europa, Von der Leyen puntualizó: «A nuestros agricultores: los hemos escuchado, hemos atendido sus preocupaciones y hemos actuado en consecuencia. Este acuerdo incluye sólidas salvaguardas para proteger sus medios de vida».
Por su parte, Javier Milei criticó el estado actual del Mercosur: «Consolidarnos en un bloque común no sólo no nos hizo crecer, sino que nos ha perjudicado, mientras vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera tratando por más de 20 años de cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad», comentó en el inicio de su intervención.
Si bien la responsabilidad del fracaso argentino cae mayormente en décadas de una política económica destructiva, el Mercosur y sus restricciones también han sido un escollo para el progreso de los argentinos».
Javier Milei, presidente argentino.
Milei aseguró que el actual formato de acuerdos en el Mercosur está «agotado» y propuso: “Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si los que nos hermana es comerciar libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos”.
Lula da Silva argumentó por su parte que el acuerdo Mercosur-UE crea «una de las mayores áreas de libre comercio del mundo” y sentó posición ante los gobiernos que rechazan el entendimiento: “No aceptaremos que intenten difamar la calidad de nuestros productos”.
Nuestro bloque tiene una oportunidad histórica de liderar la transición energética. Todos sufrimos las consecuencias del cambio climático. Un Mercosur fuerte y unido es un Mercosur conectado con la agenda global”.
Luis Inacio Lula Da Silva, presidente de Brasil.
Lacalle Pou a su turno destacó que «no es sólo un intercambio comercial ya de manera más importante, sino que es mucho más que eso porque tenemos vínculos con Europa más allá del comercio». Asimismo, señaló que «no es una solución, sino que es una oportunidad y dependerá de nosotros en cada uno de nuestros países la importancia que le demos». Además afirmó que «este acuerdo incluye salvaguardas robustas» y le permitirá ahorrar a las empresas europeas 4.000 millones de euros.
Esto es una ganancia para Europa porque hay 70 mil empresas europeas que exportan al Mercosur, de las cuales 30 mil son pymes, y así se aseguran un mercado, facilidades de ingresos, menores aranceles y acceso preferencial a materias primas».
Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay.
Datos del acuerdo
- Crea un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores y casi una cuarta parte del PBI mundial.
- Garantiza acceso a un mercado estratégico, con un Producto Bruto Interno (PBI) per cápita de USD 34.000.
- Impulsa el aumento del PBI a través de la transformación de la matriz productiva, la integración del país en cadenas de valor, la generación de empleo y el desarrollo de las economías regionales.
- Promueve el comercio al eliminar los aranceles para el 93% de las exportaciones del Mercosur y otorgar un trato preferencial para casi todo el 7% restante.
- Genera calidad institucional, reglas claras, transparencia y previsibilidad.
Beneficios para la agroindustria
El 63% de las exportaciones argentinas a la UE son bienes agrícolas. A partir del acuerdo la UE liberaliza el 99% de las importaciones agrícolas del Mercosur. Para el 81,7% de las exportaciones eliminará los aranceles de importación. En tanto, para el 17,7% restante ofrecerá cuotas o preferencias fijas. Sólo se
excluyen algo más de 100 productos.
El acuerdo consiguió plazos extensos para la entrada en vigor de las mejoras arancelarias, lo que permite continuar el programa de transformación productiva y mejora de la competitividad del Mercosur. En contrapartida, la desgravación arancelaria de la UE será en plazos sustantivamente menores. Más del 85% de las importaciones provenientes del Mercosur tendrán una eliminación de aranceles en forma inmediata.
Los parlamentos nacionales, principal obstáculo del acuerdo
El acuerdo firmado en Montevideo este viernes 6/12/24 enfrenta resistencias de plano por parte de los parlamentos de varios de los países miembros de la UE. La defensa acérrima del agro de países como Francia ante la posible llegada de productos sudamericanos a precios más accesibles y calidades competitivas se expresa en los representantes de las cámaras legislativas. Estas tienen que refrendar lo firmado por Von del Leyen.
En Francia, el acuerdo ha sido tachado de “inaceptable”. El primer ministro Emmanuel Macron lo rechazó en declaraciones públicas el día anterior a la firma. La ministra francesa de Comercio, Sophie Primas, se comprometió a oponerse a las siguientes fases del pacto, alegando preocupaciones medioambientales y agrícolas.
También los parlamentos de los Países Bajos y de Italia rechazarían el entendimiento. Mientras que España, Alemania y Portugal lo impulsan. Todo tendrá que dirimirse en las bancas del Viejo Continente en los próximos meses.
Fuente: Chequeado.com, Cancillería Argentina y Tiempo Argentino