La red del complejo de edificios en la sede central de la capital mendocina estuvo clausurada durante 4 años por no cumplir con normas de seguridad. Todo funcionaba con un sistema eléctrico oneroso y poco eficiente. Ahora, los laboratorios, cocinas y calefacción central trabajan de modo más eficiente y se reduce el gasto de energía a la mitad.
La provisión de gas natural en la sede central del Instituto Nacional de Vitivinicultura, ubicada en la esquina de Avenida San Martín y Virgen del Carmen de Cuyo de la capital mendocina, permaneció cortada durante más de 4 años porque, en su momento, se detectaron distintos problemas e incumplimientos a las normas de seguridad vigentes en las conexiones domiciliarias dentro del radio urbano.
Tras asumir su cargo en febrero pasado, el nuevo titular del ente regulador del vino en Argentina, Martín Hinojosa, gestionó junto a su equipo la reconexión del servicio.
La utilización de gas natural para calefaccionar el edificio representa un ahorro importante, ya que este sistema es mucho más eficiente y económico que el sistema de resistencias eléctricas que se estuvo usando durante todo ese tiempo. Así, el INV se adecúa al Programa de Uso Racional de la Energía (Proure), el cual establece pautas en lo que respecta al uso racional de los distintos tipos de energías.
El Departamento de Infraestructura, Mantenimiento y Servicios del Organismo trabajó en la readecuación de las instalaciones para la rehabilitación del suministro de gas natural por red, a proveer por la Empresa Ecogás S. A.
Inversión y trabajos realizados
La obra demandó una inversión de casi $4.000.000 y se tramitó a través de una licitación privada, fiscalizada por Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Consistió de una nueva instalación fija para el suministro por red de gas natural con las siguientes acciones:
– La construcción de una nueva planta principal de medición y regulación para dos medidores.
– Tendido de cañerías y sus accesorios, de distintos materiales y diámetros, debidamente distribuidos y protegidos para las prestaciones específicas que se requerían.
– Construcción de subestaciones de regulación a ubicarse en distintos sectores y niveles del edificio.
– Readecuaciones de sistemas de calefacción central existentes (industriales, semi industriales y especiales) con destino a los distintos ambientes de trabajo (oficinas/laboratorios), con nuevos quemadores.
– Instalación de artefactos nuevos individuales de calefacción del tipo domiciliarios para oficinas varias, anafes y cocinas para kitchenettes.
– Instalación de nuevos mecheros bunsen para los distintos laboratorios.
Esta obra representa un ahorro energético importante para el INV porque, teniendo en cuenta la falta del servicio de gas natural, y la necesidad de urgencia de aquel momento, personal del organismo realizó un trabajo que permitió convertir el sistema de calefacción a gas natural a otro sistema que utiliza resistencias eléctricas.
En los laboratorios se incorporaron anafes y otros artefactos eléctricos que ayudaron para el funcionamiento y cambio de modalidad de los análisis.
Esta conversión se realizó con el objetivo de mantener calefaccionado el edificio principal y el sector de la Delegación Mendoza, así como el funcionamiento de los laboratorios, que antes generaba un incremento de la potencia eléctrica contratada, llegando a duplicar los valores históricos de consumo en los meses de mayo, junio, julio y agosto. Estos excesos de potencia generaron para el INV penalidades económicas en la facturación, establecidas en el reglamento eléctrico.
Operativo de cierre de elaboración y toma de existencias
Paralelamente a los trabajos para reconectar la red de gas, técnicos e inspectores del INV se desplegaron en las más de 1.000 bodegas del país que fiscalizan, para llevar a cabo, como cada año para estas fechas, el operativo de cierre de elaboración 2020 y toma de existencias de vinos y mostos.
La tarea consiste en cuantificar las existencias en las bodegas, para efectuar un corte por color de los vinos viejos a granel genéricos, y determinar el contenido de alcohol de esos vinos. Para ello, se trabaja con el auxilio de los auto analizadores con los que están equipados los mini laboratorios móviles del organismo.
El operativo también incluye la toma de existencias de vinos nuevos en bodega, control de sus rendimientos comparados con las uvas ingresadas, degustación integral y extracción de muestras para análisis químico.
El INV realiza esta tarea de cierre en todas las zonas productoras del país, pero con distintas características de acuerdo al volumen de elaboración de cada una de ellas.
Fuente: Instituto Nacional de Vitivinicultura