La bodega «de garage» mendocina, que en realidad no tiene ni bodega ni viñedos propios sino que elabora en otros establecimientos de la mano de enólogos que sintonizan con el proyecto, participó con ProMendoza en la feria internacional Prowine San Pablo 2023, gracias a lo cual vendió toda su línea de malbec a dos importadores de Brasil. El Gordo en Motoneta Garage Wines fue fundada recién hace 7 años por dos jóvenes emprendedores que apostaron a la innovación, al humor y ¡a la motoneta!: el administrador de empresas Gastón Sampere y el contador Fernando Scandura. Ellos de verdad recorren viñedos en dos ruedas en busca de la mejor uva para producir, hoy, unas 500.000 botellas al año.
Los jóvenes Gastón Sampere y Fernando Scandura realizaron una fuerte apuesta al participar en la feria Prowine San Pablo. Es que luego de haber concretado algunas ventas a Perú, decidieron extenderse a toda América Latina y ser parte de ferias internacionales. «Nos ha ido bien en el mercado interno y hoy estamos abriendo un gran mercado externo, es por eso por lo que pretendemos volver a Prowine este año. Queremos afianzar todos los contactos que hicimos y seguir el camino que hicimos durante 2023», dicen.
Y contaron su última noticia: «Acabamos de realizar una venta a Brasil a través de los contactos realizados en la feria de vinos el año pasado. Estamos muy contentos y agradecidos con ProMendoza por haber introducido toda la línea nuestra de vino malbec de El Gordo en Motoneta Garage Wines en Brasil. Hemos concretado una importante meta. Nuestros malbec ya están en ese mercado».
Somos nómades del vino. Estamos siempre buscando uvas. Y si es en moto, ¡mejor!»
Gastón Sampere, copropietario de El Gordo en Motoneta Garage Wines
«El Gordo en Motoneta Garage Wines es un proyecto que fusiona la aventura, el disfrute y la libertad que tenemos todos y lo reflejamos a través de nuestros vinos. La idea particular es que la persona que lo tome viva una linda experiencia y la pase bien con nuestros vinos. Entonces, no buscamos el tecnicismo, no buscamos lo tradicional, buscamos que la gente disfrute realmente», explica Scandura.
El nombre surgió al evocar los recuerdos de la búsqueda de viñedos en Mendoza para elaborar sus primeros vinos y reflejar en la marca la aventura que iban transitando. La bodega hoy elabora entre 400.000 y 500.000 botellas anuales. «Hemos crecido mucho en estos años y lo mejor está por venir. No sabemos cuándo vamos a sentir que el proyecto esté cumplido, por eso nuestro eslogan El vino en movimiento», expresan.
El portfolio de El Gordo en Motoneta está conformado por 8 etiquetas. Los vinos se elaboran en base a 5 varietales: malbec, cabernet sauvignon, pinot grigio, pinot noir y chardonnay. Con ellos hacen un blend de tintas «de colección» y 4 series «muy limitadas» con uvas malbec, pinot noir, pinot grigio y chardonnay.
Ambos socios estudiaron carreras de ciencias exactas, pero su proyecto desborda de creatividad. «Yo soy licenciado en Administración de Empresas y Fernando es contador público nacional, pero en los brainstorming nos divertimos mucho y surgen ideas buenísimas», cuenta Sampere.
La marca ha logrado llamar la atención de un segmento más joven, uno de los objetivos de la industria del vino, pero han desarrollado una línea completa de productos para todas las situaciones de consumo y para personas de todas las edades.
«Nosotros hacemos no sólo media gama, sino que también estamos haciendo alta gama, siempre respetando nuestra idiosincrasia, nuestra ideología y nuestro camino. Es decir, buscamos llevar desde los vinos más complejos nuestra impronta de aventura y libertad», aseguran.