El pasado lunes 27 de julio, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación presentó las normas obligatorias que se deberán respetar en bodegas, viñedos y hospedajes al momento de recibir a visitantes. De hecho, en Mendoza y otras provincias ya se estaban atendiendo a turistas internos con protocolos locales elaborados por los gobiernos y organizaciones representativas como la cámara empresaria Bodegas de Argentina, aunque sin una normativa integrada. Ahora, con el aporte central de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y otras entidades del turismo, se elaboró este protocolo definitivo, que cada establecimiento podrá adaptar a sus modalidades, instalaciones y público.
El Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación presentó el «Anexo Enoturismo del Protocolo COVID-19 para Prestadores Turísticos», destinado a bodegas y viñedos que brindan servicios al turismo, con el fin de contener la propagación del virus en todas las áreas vinculadas directa o indirectamente con la prestación.
El «Anexo» fue elaborado por el Ministerio en conjunto con la Cámara Argentina de Turismo (CAT), el Instituto de Calidad Turística Argentina (ICTA), la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y las provincias, a través del Consejo Federal de Turismo.
“Es momento de trabajar en conjunto, con creatividad e ingenio, los valores diferenciadores en la creación de productos enoturísticos novedosos, unificando esfuerzos que contribuyan mancomunadamente al pronto recupero del sector”, puntualiza el documento.
Copa personal
Entre otras medidas, la nueva norma recomienda establecer una metodología que asegure la mínima manipulación de las copas para las degustaciones previo a la entrega al visitante. Por ejemplo, apertura de packs de copas, utilización de envolturas cerradas, inclusión de la copa en el precio de visita para que el turista se la lleve como recuerdo, entre otras posibles acciones. Se aconseja no permitir la manipulación de la botella por parte del visitante.
Además, sugiere considerar el diseño y señalización de recorridos de sentido único para evitar cruces de grupos y, cuando sea posible, utilizar y marcar áreas exteriores como parte de un esquema de enrutamiento unidireccional.
También plantea la necesidad de estipular el número máximo de turistas o visitantes que pueden participar de la visita guiada en la bodega, prestando especial atención a las medidas de distanciamiento social vigentes y a los espacios físicos a ser utilizados para evitar su saturación y cuidar así la capacidad de carga.
A la vez, destaca que hay que evitar el uso del libro de visitas y formularios impresos de encuestas de satisfacción o quejas y, en cambio, disponer de medios digitales y redes sociales para tal fin.
A fin de complementar la capacitación, sugiere que el Área de Turismo de cada bodega diagrame un plan de capacitación del personal que incluya los cursos autogestionados disponibles en la plataforma de capacitación del Ministerio de Turismo y Deportes.
Otra cuestión considerada es la importancia de establecer puntos de sanitización gratuitos de fácil identificación tanto en el ingreso, egreso, como durante el recorrido en el viñedo y/o sector productivo y cerca de áreas de sanitarios utilizando una adecuada señalización.
Asimismo, aconseja determinar horarios de atención a proveedores que no coincidan con los horarios de las reservas de visitas guiadas al emprendimiento, delimitando zonas de descarga y evitando el aglomeramiento de personas.
En el siguiente link se puede ver el documento completo: Protocolo Covid-19 «Anexo Enoturismo»
En cuanto a las vistas, recomienda que solo se acceda a la bodega con reserva previa. Cuando la reserva se realice en forma directa, el Área de Turismo de la Bodega podrá establecer un sistema adecuado mediante el cual se comuniquen previamente al visitante las medidas de seguridad de la bodega.
En el caso de que se concrete a través de intermediarios, éstos deberán acreditar identidad del guía o la guía y/o conductor/conductora y demás personal acompañante, al igual que la de las personas que trasladará. No se recomiendan las visitas autoguiadas o libres por el viñedo o la bodega.
Se sugiere que los lugares que no puedan ser ventilados queden excluidos del uso para los fines turísticos mientras se sostengan las medidas de distanciamiento. Por esta razón, se desaconseja la visita a la cava, dado que por lo general su acceso suele hacerse por medios estrechos y su ventilación es reducida, salvo que se pueda garantizar el distanciamiento, espaciado en tiempo entre visitas y la correcta ventilación.
El protocolo también destaca que hay que evitar el efecto embudo al momento de la venta con el que concluyen las visitas. Se aconseja que las salas de recepción o espera no sean las mismas que las salas de degustación y/o ventas y evitar la degustación directa de toneles, la utilización de pipetas, o técnicas similares.
Por último, en todos los casos, resultan claves las medidas de distanciamiento social, higiene de manos (con agua y jabón o solución a base de alcohol al 70%) y respiratoria, así como también la limpieza y desinfección del equipamiento, instalaciones e infraestructura.
Ver notas de Enolife sobre enoturismo y protocolos:
La Coviar presentó las condiciones obligatorias para la puesta en marcha del enoturismo – 12/6/2020
Coviar presentará el protocolo sanitario para la apertura de bodegas turísticas – 7/6/2020
Bodegas de Argentina diseñó un protocolo para el enoturismo postpandemia – 10/5/2020
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Uno de los protagonistas de la formulación de la nueva norma, Pablo Asens, vicepresidente de la Coviar, expresó: «La publicación del protocolo por parte del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación es el paso final a todo el trabajo que hizo el equipo ad hoc de turismo de la Coviar en conjunto con el Gobierno de Mendoza y de otras provincias vitivinícolas».
Uno de los puntos más importantes es la capacitación al personal, y para eso hoy es fundamental utilizar el tiempo que queda libre por la poca actividad»
Pablo Asens, vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar)
«Si bien el protocolo es a nivel nacional y de cumplimiento efectivo, tiene la posibilidad de que cada establecimiento lo adecue a su posibilidad, sobre todo en el enoturismo; uno de los puntos más importantes es la capacitación al personal y para eso hoy es fundamental utilizar el tiempo que queda libre por la poca actividad», amplió Asens.
Pautas adaptables a cada realidad y geografía
Atendiendo los diferentes impactos y dinámicas de transmisión del virus, la bodega debe contar con un método de información de las disposiciones sanitarias que garantice operar con la versión vigente, asegurando su debido cumplimiento, como de los requisitos preceptivos sobre permisos y habilitaciones establecidas en las normativas de orden nacional, provincial y municipal.
Estos lineamientos sanitarios, orientados al recupero del enoturismo en nuestro país, buscan ser pautas adaptables a las disímiles realidades del sector en nuestra rica geografía.
Cada organización podrá customizar estas propuestas de la manera que considere más adecuada para asegurar la tranquilidad de visitantes, colaboradores/colaboradoras y residentes, brindando seguridad en el disfrute de la actividad turística en bodegas.
Fuentes: Gobierno de la Nación y Coviar
Foto principal: Marcelo Aguilar (La Nación)