El experto en comercio y administración Matthieu Planté y el ingeniero industrial Jean-Philippe Ricard se conocieron hace 16 años en Burdeos, Francia. Unidos por la pasión por la vitivinicultura y el cuidado del medio ambiente, desarrollaron el novedoso método W Platform para capturar el dióxido de carbono (CO2) procedente de la fermentación del vino y la cerveza, que permite la reutilización de este gas en una economía circular. Tras una década de trabajar con las más importantes bodegas francesas, perfeccionaron ese sistema con la invención de equipos propios para la captura del gas y del nuevo producto CO2 Winery, avance que les permitió llegar a bodegas de Chile y sentar bases en Mendoza de la mano de la empresa local Centro Enológico Rivadavia.
Gracias al impacto que su tecnología causó en la Feria Simei en noviembre de 2024 en Milán, Italia, los dos camaradas -como les gusta llamarse- inventores preparan su viaje a Mendoza, donde presentarán nuevos equipamientos para instalar en bodegas, los que serán comercializados en Argentina por la empresa liderada por la familia Ropero. Así, esperan posibilitar a los elaboradores locales el ahorro en el consumo de agua y evitarles la compra de CO2 de origen fósil, contribuyendo así a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera.

Por Pedro Straniero, editor de Enolife
En medio de la faraónica feria Simei de Milán montada en 4 pabellones cada uno como del tamaño de un pequeño barrio de la periferia de Mendoza, flanqueados por instalaciones industriales de 4 pisos, el pequeño stand de los amigos y socios Matthieu Planté y Jean-Philippe Ricard parecía más bien el taller de dos inventores poseídos. De sus copas siempre en mano salía un humito blanco como aquellas pócimas mágicas de los Locos Adams. Pero lejos de asustar al público, la simpatía del dúo y la curiosa bebida atraían más que los despliegues ostentosos de empresas gigantes de la vitivinicultura que prodigaban folletería, vinos caros y exquisitos jamones y quesos al pasar.
Guiados por el asombro y la invitación a conocer a estos personajes formulada por nuestros amigos William Ropero y su hija Liz Ropero, dueños de la empresa mendocina Centro Enológico Rivadavia, fuimos a probar el brebaje al stand sensación de la feria. Entonces comprobamos que se trataba de un rico espumoso, también elaborado por los franceses, sólo que coronado por una nubecita del inofensivo CO2, que aportaba ambiente y «onda» sin interferir en el sabor ni en el aroma del vino. «Si se ponen un restaurante en Mendoza y convidan con esto, se llenan de plata», recuerdo que bromeamos.

La cuestión es que en los tres días de la feria Simei, Matthieu y Jean-Philippe debieron llenas las copas cientos de veces y contar la historia de su producto a otros tantos interesados, ávidos de entender la puesta en escena, y muchos de ellos posibles clientes para atrapar ese gas en los tanques de sus bodegas, tentados por la posibilidad de aumentar la rentabilidad de su negocio y contribuir al saneamiento del medio ambiente.
Pero ahora dejemos que los cazadores de CO2 cuenten su historia.
-Enolife: ¿Cuánto hace que están trabajando juntos en este proyecto?
-Matthieu y Jean-Philippe: Hace más de 15 años con distintos desarrollos, y 4 años desde que creamos la empresa W Platform para comercializar nuestra solución CO2 Winery. El objetivo es promover el respeto por el medio ambiente y el establecimiento de economías circulares, así como adoptar nuevas tecnologías digitales para optimizar la productividad. Para ello fue fundamental la experiencia de Jean-Philippe, quien venía trabajando desde antes en la captura del CO2 fermentado.
La misión de W Platform es diseñar e implantar sistemas de tratamiento y valorización de efluentes gaseosos, en particular la captura y tratamiento del CO2 procedente de la fermentación, ya sea vitivinícola, cervecera o metanización, para permitir su reutilización en una economía circular.
Al principio, en Francia, principalmente en Burdeos, capturábamos el CO2 para transformarlo en bicarbonato de sodio de potasio. Esta tecnología la vendía entonces una empresa francesa, Veolia, así que en sociedad con ellos nos unimos para crear la nueva compañía CO2 Winery para capturar el CO2, pero esta vez permitiendo su reutilización dentro de la bodega, ya que se puede aprovechar mucho para proteger la cosecha, para inertizar los toneles, inertizar la presión, y también para la producción de vino espumante, no con el método tradicional champenoise sino con el método charmat, con el que podemos recuperar el CO2.
-¿Ustedes son enólogos?
-No, nada que ver. La especialización de Jean-Philippe es ingeniero químico y en procesos, y yo estoy más en la parte comercial, pero antes de crear esta solución estuve involucrado en el desarrollo de una planta de tratamiento de aguas residuales para bodegas.
Mediante la captura y recuperación del CO2 fermentativo, W Platform permite a viticultores y cerveceros reducir su consumo de agua y eliminar sus compras de CO2 de origen fósil. También asesoran a los fabricantes sobre el suministro de compuestos químicos de origen biológico, contribuyendo así a proteger los recursos.
Nos encontramos en el campo del vino y del medio ambiente, buscando soluciones para ayudar a la industria a reducir las emisiones de carbono y utilizar los recursos de manera más apropiada, para hacerla más sostenible.
-Bien. Entonces ustedes tienen W Platform, que es como una empresa paragüas, y CO2 Winery, que es la tecnología para capturar y reutilizar el CO2 en las bodegas…
-Sí, exactamente. Nos adaptamos a cada sector, porque el CO2 se utiliza de manera diferente cuando proviene de una bodega que cuando proviene de una cervecera.
-¿Además de haber desarrollado la tecnología fabrican las máquinas y proveen el servicio para realizar el proceso?
-Correcto. Los ingenieros de la empresa imaginaron esta solución, la diseñaron, y la fabricamos en Francia, en Burdeos. Al principio la comercializamos solamente en Francia, pero ya nos estamos expandiendo a otros países. Por ejemplo a Argentina, con base en Mendoza. Porque con Centro Enológico Rivadavia, con Liz y William Ropero, venimos trabajando hace 4 años, al principio en diversos proyectos y actualmente muy enfocados en la parte de CO2.
En Argentina, la empresa con base en Mendoza Centro Enológico Rivadavia (CER) comercializa, entre otros productos de los «inventores» franceses, el remontador automático AirVinif.
También nos estamos instalando en Chile. En 2023 hicimos pruebas la bodega Viña Luis Felipe Edwards, cerca de Santiago, y también en RR Wines. Probamos las soluciones para recuperar el CO2, reutilizarlo dentro de la empresa, y fue un éxito.
-¿Cuál es la ventaja de recuperar el CO2 de los procesos enológicos en la bodega? Por un lado, entendemos que hay un ahorro considerable que contribuye al medio ambiente y hace que todo el proceso sea sostenible…
-La primera ventaja es que el ambiente en la bodega es mucho mejor. La segunda es que se valoriza el CO2 en nieve o en hielo seco, de manera que la economía se puede hacer con el CO2 que se consume y con el hielo seco que se consume. El hielo seco es el dióxido de carbono sólido. Así que se puede amortizar la inversión de 3 a 5 años. Por ejemplo, en la elaboración de espumosos con el método charmat podemos recuperar el 80% del CO2 que se utiliza, o sea, no hay que volver a comprarlo para reiniciar el proceso…
-En definitiva, ¿Cómo van los negocios?
-Bien, creciendo, en Mendoza en alianza con Centro Enológico Rivadavia y en Chile con Partner, la empresa que distribuye nuestros productos allá.
-Concretamente, ¿Qué venden, cual es el portfolio de su empresa?
–La idea es ofrecer una solución, desde el principio hasta el final, que permita capturar el CO2. Instalamos en una bodega una red de captura de CO2, lo centralizamos en colectores y lo conducimos a un equipo que permite analizar la calidad del CO2. Porque es muy importante la calidad del CO2 para reutilizarlo, para inertizarlo, no debe tener oxígeno.
Por eso debemos analizar en línea la calidad del CO2, que debe tener una alta concentración, de 99% o 99,5%. Una vez analizado, si el CO2 es de calidad alimentaria y se puede reutilizar, lo purificamos, es decir que eliminamos las bacterias, los aromas, y luego lo comprimimos a entre 10 a 200 bares, para poder reutilizarlo en la producción de vino espumoso. ¿Dónde se utiliza? Se utiliza en toneles, en botellas… Hoy en día muchas empresas compran botellas, tienen toneles, los compran a Air Liquide o a otro productor, y eso les cuesta mucho, a veces no pueden recuperar la inversión o no pueden producir con el método charmat, porque no tienen el CO2. La idea es reutilizar sus recursos y no tener que comprar fuera.
Sistema en línea de análisis y purificación de la calidad del CO2
Un sistema único en el mundo que ha sido patentado para permitir el análisis en línea de la calidad del CO2, así como su purificación. Permite secar el CO2, filtrar los aromas e incluye un filtro bacteriano. Instalación en la cervecería Alaryk, Béziers, 2023.
Ahora estamos buscando la manera de desarrollar una solución completa, que incluya el almacenamiento del gas, que tiene sus complejidades, así ofrecemos el desarrollo de toda la operación, desde la captura al almacenamiento. O sea, fabricarlo y almacenarlo todo en Mendoza. Para ello contamos con la ayuda técnica y logística de Liz y William Ropero, nuestros socios locales.
-¿Cómo están viendo a la nueva política y economía de Argentina? Porque ustedes ya han tenido la experiencia de exportar a nuestro país… ¿Hay algo que ya haya cambiado? ¿Tienen confianza en que las cosas van a mejorar?
-Sí, creo que podemos tener confianza en el cambio que está ocurriendo ahora, y que podemos exportar nuestra tecnología para mejorar el medio ambiente, con menos costos, porque el problema de la importación desde Argentina es que tiene muchos impuestos, así que supongo que en este nuevo periodo será más barato importar.
Con la política antigua y el problema de la inflación, no se podían pagar algunos equipos que habíamos vendido. Durante un año y medio estuvimos esperando que nos transfirieran el dinero. Tuvimos que tener mucha confianza, esperar, y cuando llegó el nuevo gobierno, la nueva política, parece que se ha abierto un poco más al exterior. Y hace poco se logró intercambiar dinero nuevamente y el negocio parece estar funcionando bien. Me parece que es una buena dinámica para ustedes, porque se puede integrar nueva tecnología, mejorar los procesos, reducir los costos.Ya casi no hay restricciones ni bloqueos para los pagos.
-¿Cómo es el mercado de ustedes en Francia? ¿A quién le venden? Porque el consumo de vino ha bajado en todo el mundo…
-Eso es igual en Francia, la tendencia es que se vende un poco menos cada día vino. Se tiene que mejorar la calidad para diferenciarse. Y no solamente la calidad del vino, hay que mejorar la sostenibilidad, porque cada bodega toma en cuenta cada vez más el entorno ecológico, porque el consumidor está cada vez más atento a ello e incluso le influye en la decisión de compra. Para nosotros esto es un chance, porque evidentemente nuestras soluciones contribuyen a mejorar este entorno ambiental que puede tener la bodega. Con eso tenemos una dinámica muy fuerte en Francia, y gracias a esa filosofía y práctica tuvimos como primer cliente a Chateau Latour, que es un Premier Grand Cru Classe en Francia, una bodega que está en el top 5 de vinos de Francia. Uno de los top 5 vinos en Francia, y en el top 10 mundial. Y también tuvimos la chance de trabajar con la empresa Les Grands Chais de France, que es la compañía que vinifica más vino en el país.
Red de captura de CO2
Red de captación de PVC instalada en todas las cubas con CO2 Collect, esencial para asegurar la captación de CO2 durante la fermentación. Instalación de sensores de CO2 ambiente cableados e inalámbricos (LoRaWAN) en la bodega, con retroalimentación de alarma vía SMS y luces y zumbadores de advertencia. Instalación en Château Latour, Pauillac, Médoc 2023.
-Volvamos a hablar un poco sobre cómo es la recuperación del CO2 y cómo eso contribuye a reducir la huella de carbono…
-Claramente, capturamos el CO2 a la salida de los tanques de elaboración, lo comprimimos, lo almacenamos y ya está listo para su reuso. O sea que estamos evitando la recompra de CO2 externo y su transporte. Así, reduciendo el transporte se reduce el impacto. Es un doble efecto. El ahorro es sensible, porque te voy a decir algo que no muchos saben: un hectolitro de vino blanco en fermentación va a liberar 6 kilos de CO2. Y si es tinto, cada hectolitro va a generar 8 kilos de CO2. Un tanque de 100 hectolitros va a liberar de 600 a 800 litros. La cantidad es enorme. Esa recuperación va a servir para el reuso, pero también se puede revender a otros que no tengan la capacidad de comprar los equipos. El circuito cierra con revalorización: crear y vender bio CO2.
Sistema de gasificación del agua: Un sistema de gasificación del agua con CO2 para reducir el consumo de agua en bodegas y fábricas de cerveza para el enjuague de cubas y suelos. La inyección de este equipo móvil o mural no sólo acidifica el agua, bajando su pH a entre 5 y 6, sino que también aumenta sus propiedades humectantes. Estos dos fenómenos conducen a una reducción significativa del consumo de agua, que puede variar entre 15 y 50%. El mayor ahorro se produce al enjuagar cubas o fermentadores que han sido enjuagados con sosa (una solución básica), ya que el pH del agua carbonatada neutraliza el pH de la sosa el doble de rápido. En Château d’Armailhac, Pauillac, Médoc, 2023.
-Qué otras cosas se pueden hacer con el CO2 en la industria alimentaria?
-Con el CO2 se puede acelerar la producción de tomate, se pueden producir microalgas, y en ese tema estamos trabajando. ¿Para qué sirven las microalgas? La idea es hacer microalgas para producir químicos. Nuevos químicos que van a sustituir a químicos hechos de combustibles fósiles, del petróleo. Y así reducir fuertemente la huella de carbono. También se puede usar el CO2 para producir espirulina, un alga unicelular que se usa como complemento dietario, que consume mucho CO2 en su proceso de fotosíntesis. Se utiliza también mucho para limpiar sin usar productos químicos… Hay mucho uso del CO2 y hay muchas maneras de valorizarlo y contribuir a crear una economía circular.
Sistema de tratamiento de gases industriales
Diseño y fabricación a medida de esta columna de destilación para permitir el tratamiento y la valorización de los gases refrigerantes en el marco de una economía circular, reduciendo la huella de carbono y ahorrando energía.» Realizado para el Grupo Gazechim, Calorie Fluor, La Bazouge-du-désert, 2024.
-¿La tecnología que de recuperación del CO2 que ustedes han desarrollado es original, única, tienen competencia a nivel global?
-Cuando comenzamos con esto, hace más de 10 años, Jean-Philippe ha sido uno de los primeros ingenieros a nivel mundial en trabajar sobre la captación del CO2 fermentado. Hoy en día tenemos un competidor en Estados Unidos, tenemos uno en Italia -donde también operamos hoy, y otro en el norte de Europa. Pero realmente somos los únicos que tenemos la capacidad de comprimir a 200 bar de presión, es la mayor presión posible, para manter el CO2 líquido y poder analizar su calidad en tiempo real, para que sea alimentario. Esos son dos argumentos que nos diferencian mucho de la competencia.
