Los gerentes de Jugos y Vinos Andinos, del grupo Kataoka, convocaron a sus 50 empleados el jueves 24 de agosto para comunicarles que estaban despedidos y que todos cobrarían pronto su indemnización. Según trascendió, sus dueños japoneses están «cansados de los problemas de Argentina» y están buscando un nuevo emplazamiento para su fábrica, desde donde abastecerán la fuerte demanda de jugo de uva de Japón. Kataoka tenía negocios en este país desde 1970. En 1997 construyeron e inauguraron su planta en el departamento San Martín, asociados al grupo Peñaflor. Y en 2010 adquirieron la totalidad de la acciones con el plan de ampliar sus inversiones. Trece años después, la mayor mostera de San Juan emigra hacia Chile o algún país europeo.
Según reportaron en los últimos días los medios sanjuaninos El Zonda, El Dedo en la Llaga, Telesol, diariolaventana.com y La Provincia, y replicó el 26/8 el sitio especializado Infocampo, la mostera Jugos y Vinos Andinos, de propiedad del grupo japonés Kataoka, cesó sus actividades en el país a partir de setiembre por los altos costos de producción locales, el bajo precio internacional del mosto y la falta de rentabilidad. El cierre deja a unas 50 familias sin trabajo, aunque los nipones se comprometieron a pagar a corto plazo el 100% de las indemnizaciones, tal como lo exigen las leyes argentinas.
La mostera Jugos y Vinos Andinos SAU molía alrededor de 20 millones de kilos de uva por temporada. Con el lema «Proporcionando jugo de uva de alta calidad desde los Andes a todo el mundo», exportaban a Japón, Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica.
El grupo Kataoka tenía negocios con Argentina desde comienzos de la década de 1970. A mediados de la década de 1990 se asociaron al poderoso grupo local Peñaflor y juntos construyeron una planta modelo para procesar mosto, la que fue inaugurada en 1997. En 2010, Kataoka le compró a Peñaflor su parte del paquete accionario y se quedó con todo. En 2023 dejan el país en busca de otro emplazamiento para su fábrica. Según se supo, ese destino podría ser Chile o algún país europeo, con economías más estables, argumentaron los nipones.
El abogado dijo que no se puede hacer nada. Si los despidos son sin causa y tienen el 100% de la indemnización en mano, no se puede hacer nada. Ya se llamó a todos los trabajadores a una reunión privada con la gerencia”.
Gustavo León, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva) en San Juan.
Según los dirigentes del gremio Soeva, hay 35 empleados dentro del convenio colectivo de trabajo, y otros 15 que son personal jerárquico o técnico trabaja en la empresa fuera de convenio. En estos días, Soeva está cuantificando más exactamente el impacto que el cierre tendrá en el personal temporario que se suma a la empresa en época de cosecha. La mayoría de las familias afectadas viven en el departamento sanjuanino de San Martín, por lo que el cierre de la empresa será un fuerte golpe para San Juan, ya que se trata de la mostera con mayor producción desde hace más de 20 años.
En su momento tuvimos una relación comercial con los japoneses. Eran gente de muy buen trato, gente que trabajaba muy ordenadamente. Claramente no estaban habituados al ritmo de este país. Se hartaron, realmente».
Un productor sanjuanino, consultado por el sitio Infocampo
También trascendió en los medios sanjuaninos que los japoneses intentaron construir otra planta en algún otro departamento sanjuanino, pero chocaron con la actual Ley de Tierras de San Juan, que limita la expansión geográfica de ciertas inversiones.
“Quisieron ampliar inversiones, pero claramente no pudieron”, indicó finalmente el bodeguero sanjuanino consultado.