ProMendoza, la agencia de promoción de exportaciones de esta provincia, junto al Consulado argentino en Santa Cruz de la Sierra y la Embajada de Argentina en Bolivia organizaron una serie de rondas de negocios entre importadores del país del altiplano y empresas mendocinas. Se trata de 7 encuentros de los cuales ya se concretaron 3, con 6 importadores de alimentos y vinos de ese país que buscan productos alimenticios de todos los oasis de Mendoza. Entre los rubros seleccionados se encuentran los vinos, mercado en el cual Argentina es protagonista en Bolivia representando el 70% de las importaciones totales de vino, según datos de 2018.
Según un informe de la consultora española ICEX, el mercado vitivinícola en Bolivia es de reducido volumen, pero con perspectivas futuras de crecimiento. La popularidad del vino local y el aumento de la clase media, que busca nuevos productos y marcas de calidad, marcan el constante crecimiento del sector en el país.
Bolivia produce sus propios vinos desde hace décadas, aunque ha sido únicamente en los últimos años cuando se han comenzado a producir con mayores estándares de calidad y eficiencia. Sus vinos, que ya se están comercializando en el exterior del país, han ganado la denominación de “Vinos de Altura”, por las características que los hacen únicos en el mundo. Sus viñedos se cultivan entre 1.600 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, condiciones climáticas que les confieren unos atributos de sabor, color, aroma y cuerpo que les permiten diferenciarse del resto.
Sin embargo, las bodegas de Argentina están tan presentes en el mercado boliviano que la oferta de cualquiera de ellas supera incluso a la oferta de vino nacional en la casi totalidad de los puntos de venta del país.
En 2018, las importaciones de Argentina representaron un 70% del total de vinos comprados por Bolivia en el exterior. El principal motivo del gran protagonismo de los vinos argentinos se debe a su reducido precio final. Al ser miembro del Mercosur, las mercaderías de Argentina están libres de derechos de entrada, mientras que las de cualquier país de la Unión Europea están sujetas a unos aranceles del 40 %. Ello hace que los vinos argentinos puedan tener mayor competitividad en precio que los de muchos países. Además, tanto Argentina como Bolivia cuentan con una larga tradición vinícola y un amplio prestigio. La proximidad geográfica con Bolivia y los importantes esfuerzos de márketing que ha realizado Argentina, también han ayudado a que se popularice su producto entre los consumidores bolivianos.
El principal factor que determina la elección del consumidor boliviano a la hora de comprar un vino u otro es el precio. El gusto por los productos vitivinícolas está aún poco desarrollado entre los consumidores que, por lo general, no aprecian las diferencias en la calidad de los vinos.
Sin embargo, el consumo de vino per cápita está aumentando y la calidad exigida por los consumidores es cada vez mayor. Este cambio que están experimentando los consumidores ha tenido una repercusión directa en el desarrollo del sector, que ha forzado a un aumento de la cantidad y la calidad de la producción local.
Entre los retos a los que se enfrenta el sector para seguir creciendo, se encuentra la necesidad de inculcar a la población el hábito de beber vino de forma habitual, reduciendo el consumo de cerveza u otras bebidas alcohólicas.
Con el fin de mantener y optimizar este intercambio, tanto en vinos como en otros alimentos, ProMendoza organizó junto al Consulado Argentino de Santa Cruz de la Sierra y la Embajada Argentina en Bolivia, una ronda virtual en la que participan más de 50 pymes mendocinas, previamente organizada según el perfil de cada importador. Los productos seleccionados fueron frutas secas y desecadas, aceitunas, aceite de oliva, duraznos en conserva, cóctel de frutas, especias, jaleas, mermeladas y vinos de media y baja gama.
El mercado de alimentos de Bolivia ha seguido muy activo a pesar de la pandemia, sobre todo en Santa Cruz de la Sierra y La Paz, ya que son ciudades de mucho consumo.
El importador de Bolivia que nació en Mendoza
Walter Esteban Pérez, es un mendocino que vive hace 15 años en Bolivia. Al principio trabajaba para una importante empresa argentina con sede en Bolivia, pero hace tres años compró su propia distribuidora a otros argentinos, Júpiter SRL. Se trata de una empresa con prestigio y más de 40 años de experiencia, que distribuye sus productos a supermercados y restaurantes.
La producción agrícola de Mendoza es reconocida a nivel mundial y tiene integrada de manera vertical casi todo el proceso productivo de alimentos, lo cual les da un plus en Bolivia. Mendoza es conocida por sus vinos de calidad, lo que le da prestigio a toda su oferta exportable.
Walter aseguró que los alimentos mendocinos tienen oportunidades en el mercado boliviano por su calidad y por el valor agregado que les da ser productos envasados en origen.
Las inscripciones son muy rápidas en Bolivia: en 20 días se puede empezar a importar y casi sin aranceles, porque tenemos un buen acuerdo comercial con Argentina!
Walter Pérez, importador mendocino radicado en Bolivia
“Estoy convencido de que vamos a generar negocios en esta ronda, porque el precio y la calidad prima mucho en Bolivia y Mendoza tiene ambas. A mí me interesa avanzar en alimentos y aceites y he visto una producción interesante”, sostuvo Pérez.
“Además, las inscripciones son muy rápidas en Bolivia: en 20 días se puede empezar a importar y casi sin aranceles, porque tenemos un buen acuerdo comercial con Argentina”, concluyó el empresario importador.
Fuente: ICEX y ProMendoza