Especialista titulado en Finanzas y Administración Estratégica, docente universitario y con larga experiencia en gerenciamiento de empresas de los sectores industrial y vitivinícola, el mendocino Ángelo Di Caro (48) comenzó en mayo de 2025 a ocupar el cargo de Managing Director para Argentina y Chile de la empresa de origen italiano Omnia Technologies Argentina, que entre sus compañías integrantes tiene a Della Toffola, de larga trayectoria en Mendoza. En esta entrevista exclusiva con Enolife, el ejecutivo detalla su nueva misión, enfocada en la venta, distribución y prestación de servicios de todos los productos del grupo Omnia, entre ellos los tanques de acero inoxidable para industrias alimenticias que fabrica Della Toffola y los equipos para desalcoholización Libero Wines y Libero Beverage de Permeare, de reciente desembarco en Argentina.
Por Pedro Straniero, editor de Enolife
El nuevo gerente general de Della Toffola y del Grupo Omnia en Argentina y Chile confía en que la combinación entre la apertura económica argentina, la estabilidad monetaria, la necesidad de las empresas locales de incorporar tecnología para ser más competitivas y la posibilidad de obtener financiamiento directo de las fábricas italianas y europeas de Omnia Technologies, resulten en una ampliación del mercado, así como en una mejora de la rentabilidad y las exportaciones.
Recientemente instalado en su nuevo puesto, Ángelo Di Caro (48) afronta el desafío de expandir los negocios de su grupo en América Latina, no sólo con modernos equipamientos para la vitivinicultura sino también para otras industrias alimenticias como la cervecera, la láctea, la olivicultura y, como uno de sus últimos desarrollos incorporados, equipos para la industria farmacológica.
Desde su base en Della Toffola Argentina, con sede en el Carril Rodríguez Peña de Maipú, Mendoza, el joven pero experimentado ejecutivo, especializado en finanzas y administración estratégica, nos describió sus nuevas tareas y misiones.
Omnia Technologies, un gigante a nivel global
– Enolife: ¿Cuándo llegaste a Della Toffola y al Grupo Omnia, y cuál es tu rol actual en la empresa?
– Ángelo Di Caro: Llegué al Grupo Omnia en abril, para realizar las primeras tareas de capacitación e inducción en Italia, pero mi inicio efectivo acá en Mendoza fue el 5 de mayo de 2025. Mi posición actual es la de managing director para las empresas de Argentina y Chile, desde donde se atiende al mercado latinoamericano, o sea Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia en todos sus requerimientos para equipamientos para industrias alimenticias, y para Perú solamente en lo que se refiere al vino. Todos los otros negocios se manejan desde sedes en Centroamérica.
Desde Argentina y Chile nos ocupamos de gran parte del mercado sudamericano, para todo lo que constituyen las divisiones de Omnia, no solamente desde Della Toffola, sino que hoy tenemos 30 empresas de distintos rubros, enfocadas a procesos, embotellamiento, etiquetado, despaletizado, llenadoras, etcétera. El portfolio de productos y servicios que tenemos es muy amplio, y no solamente para el mercado de vinos, también para bebidas espirituosas, cerveza, gaseosas, lácteos, quesos y, la última incorporación a nivel de división, para la industria farmacéutica, que también forma parte de las grandes divisiones de negocios que tiene Omnia Technologies a nivel mundial.
Bebidas, alimentos, farmacéutica y medicina
El grupo Omnia Technologies incluye un conjunto de empresas que se dedican a diferentes áreas, principalmente relacionadas con la tecnología para la industria de bebidas y alimentos, así como también en el sector farmacéutico y médico.
Entre las empresas que forman parte de Omnia Technologies se encuentran: Della Toffola, Bertolaso, EasyBräu-Velo, Tecnomaco, Acram, Innotec, Permeare, Sirio Aliberti, F2, Frilli, Priamo, Progema, Ave Technologies, Mar.Co, Comas, Favotto, TMCI Padovan y Acmi.
Estas empresas ofrecen soluciones y tecnologías para diferentes etapas del proceso productivo, como la vinificación, fermentación, tratamiento de agua, embotellado y envasado. Algunas de las áreas específicas en las que operan incluyen:
–Industria del vino y bebidas: Della Toffola, Bertolaso, EasyBräu-Velo, Tecnomaco, Acram, Innotec, Permeare, Sirio Aliberti, F2, Frilli, TMCI Padovan, y más.
–Industria láctea y quesera: Priamo y Progema.
–Embotellado: Ave Technologies, Innotec, Mar.Co.
–Sector farmacéutico y médico: Comas y Favotto.
–Maquinaria de envasado: Acmi.
–Destilados: Frilli.
– Recientemente vino a Mendoza una misión técnica y comercial de Permeare, una de las empresas del Grupo Omnia, para presentar en Argentina los nuevos equipos desalcoholizadores Libero Wine y Libero Beverage. ¿Esto se inscribe dentro del proceso de expansión de Omnia Technologies, trayendo a Mendoza todas las últimas tecnologías de las empresas asociadas del Grupo?
– Los equipos de desalcoholización que presentamos en Mendoza, Libero Wine y Libero Beverage, son fabricados por otra de las empresas de Omnia, que es Permeare. Y como parte del desarrollo del mercado de Omnia en Sudamérica, se ha ido presentando este nuevo equipo en todos los mercados, a nivel global, y ahora le tocó a Argentina y a Chile. Se trata de un producto que responde a una tendencia a nivel mundial, que está empujando bastante, que es el consumo y la producción de vinos con baja graduación alcohólica o sin alcohol, con graduaciones menores al 0,5%.


– ¿Qué nuevos planes tienen desde la empresa, cuál es la proyección hacia el mercado latinoamericano?
– El objetivo principal de Omnia, desde la oficina corporativa, es desarrollar y vender todas las marcas del grupo, en todas estas divisiones que mencioné antes. Hoy por hoy en Argentina y en Chile hay un fuerte reconocimiento a la marca de Della Toffola, muy focalizado en el proceso de vino, muy focalizado en la industria del vino en sí. Hasta ahora, nos identificaban sólo de ese modo, pero ahora el objetivo es mucho mayor, porque hay que desarrollar nuevos mercados, no solamente seguir creciendo en el de la industria del vino con Della Toffola y otras marcas como por ejemplo Padovan, sino con todas las otras divisiones. En definitiva, el objetivo es seguir creciendo en el mundo del vino y desarrollar bajo el árbol de Omnia y todas sus marcas, el resto de las divisiones, tanto en Argentina como en Chile y los demás países que cubrimos, es decir Paraguay, Uruguay y Bolivia.
Apertura hacia el comercio internacional
– Con la actual apertura económica de Argentina, y con más facilidades para el comercio internacional, para la importación y para la exportación, ¿qué nuevas perspectivas se abren para incorporar los equipamientos de interés para el mercado argentino y latinoamericano?
– Vemos que en Argentina se están empezando a dar las condiciones adecuadas como para poder incorporar nuevas tecnologías, no solamente por todo lo que se ha facilitado en el comercio exterior en esta última etapa, simplificando procesos y demás, sino también por la cuasi paridad cambiaria que tenemos. Ahora, para la industria argentina es más barato que antes traer tecnología de afuera. Pero también, en este contexto, nos hemos vuelto caros a nivel global, ya que antes para exportar cualquier producto competíamos siempre por devaluación y ahora para poder competir en los mercados mundiales ya no será sólo por devaluación, sino siendo eficientes y, para eso, una de las principales cosas que tienen que hacer las compañías es tecnificarse y depender un poco menos de la mano de obra.
– Tecnificarse más es clave para lograr mayor calidad en los productos, pero además, por ejemplo para exportar, es necesario adaptarse a normas internacionales de sustentabilidad y otros requisitos…
– Sí, claro, y todos estos factores se están empezando a dar en Argentina, y también una mayor conciencia de los empresarios sobre que hay que ser más eficientes, porque de lo contrario no vamos a poder competir en el mercado internacional. Todo esto empuja a las empresas a buscar tecnologías de proceso, de embotellamiento, de etiquetado, de empaletizado, etcétera, que son todas las que comercializa la gran marca Omnia.
– ¿Cuánto influye la dificultad de obtener financiamiento a costos razonables a la hora de adquirir equipos de alta tecnología?
– Realmente esto es un contrapeso que todavía queda por solucionar, es algo en lo que estamos trabajando con Italia y Europa: el alto costo de financiamiento que hoy tenemos en Argentina. Porque hoy, para adquirir tecnología, una empresa mediana o grande debe endeudarse tomando un préstamo en un banco al 40-45% de tasa de interés anual en pesos, y este es el punto que aún queda por resolver para lograr una economía mucho más dinámica. Por eso, con un relevamiento que hicimos en el mercado local entre nuestros clientes, especialmente entre los medianos, nos quedó claro que lo que más necesitan es el acceso a financiamiento por parte del proveedor, en este caso por parte de Omnia. Todos te plantean eso… Si una marca italiana puede dar financiamiento al 7 o al 8%, la cosa cambia y las empresas están más dispuestas a adquirir esos equipamientos que pagando el 45% de interés acá.
Perspectivas de mejor financiamiento
– Tradicionalmente las empresas italianas han sido comprensivas de la realidad financiera argentina y, en muchos casos, les han fiado a las empresas locales, por ejemplo en la época de la pandemia… No es lo mismo tratar con Gran Bretaña que con Italia…
– Es cierto que muchas de las empresas europeas, para poder seguir trabajando con Argentina, principalmente cuando estábamos en un contexto de restricciones de divisas y cepo cambiario, tuvieron que ser un poco más flexibles para poder seguir trabajando aquí, porque habían muchas limitaciones para poder trabajar en términos normales en el comercio internacional.
Ahora que ese contexto ya no existe, estamos libres para poder trabajar en forma más normal. Pero hay variables que todavía quedan por ajustar, como el excesivo costo del financiamiento local, que hace muy complicado que las pymes puedan acceder a comprar, por ejemplo, una línea completa de fraccionamiento… Y es ahí donde las empresas europeas pueden aportar, dando más plazos de pago o buscando otras alternativas de financiamiento externo. Creo que ése es un poco el desafío.
– Detallanos un poco qué se está produciendo aquí en la planta de Della Toffola Mendoza…
– Principalmente tanques de acero inoxidable. Della Toffola Argentina es una de las pocas sedes productivas del Grupo Omnia Technologies que existen fuera de Italia. Y el fuerte de esta fábrica son los tanques, de distintos volúmenes, con distintas capacidades, y estamos viendo como muy positivo que no solamente seguimos haciendo tanques para la industria del vino, sino que estamos haciendo tanques para otras industrias como la olivícola, láctea, chocolate, y otros sectores, con lo cual estamos también abriendo ahí un poco el abanico de oportunidades y saliendo del tradicional mercado del vino, que es la fuerte asociación que en Argentina se hace de la marca Della Toffola. Esto es parte de la visión por parte de la empresa global, salir a buscar otros mercados.
– Cómo es el mercado en este momento de Della Toffola?
– El vino sigue siendo el principal sector del que nos ocupamos, pero justamente por la herencia de la marca Della Toffola, que siempre estuvo muy focalizada al área del vino, pero hoy estamos empezando a trabajar fuertemente en otros mercados, por decisión de la compañía a nivel corporativo y también por las necesidades que estamos viendo de las otras industrias, por ejemplo la farmacéutica. Es que todos los sectores tienen necesidad de tecnificación y están empezando a buscar mejores soluciones y de mayor calidad, que les permitan llevar sus procesos a otro nivel de producción.
Expansión hacia el mercado latinoamericano
– ¿Tienen clientes en Perú, en su tradicional industria del pisco y en la vitivinicultura que allí está creciendo?
– Sí, tenemos a las principales bodegas de Perú, que atendemos con Omnia Technologies Sudamérica desde Chile, pero sólo en lo relacionado con la vitivinicultura, porque el resto es atendido por Omega Omnia, que está basada en Centroamérica y trabaja con todo lo que no es vino en los mercados de toda esa región y además en México, Ecuador, Colombia y Perú… En Perú ya tenemos presencia y la vamos a reforzar.
– ¿Y en Bolivia?
– Sí, también en Bolivia estamos fortaleciendo nuestra participación y la detección de nuevas oportunidades. En las próximas semanas estaremos trabajando con el equipo comercial para hacer todo un barrido a nivel de mercado argentino, chileno, uruguayo, paraguayo, boliviano y parte de Perú, con los que estaremos interactuando en forma muy proactiva, y no solamente con los clientes actuales, ya que haremos nuevos, desarrollaremos nuevos clientes, porque es justamente uno de los objetivos a nivel corporativo.
– Volviendo sobre la misión que vino de Italia a Mendoza a presentar los nuevos equipos desalcoholizadores de Permeare, desde tu visión de mercado, ¿qué expectativas hay para la producción de vinos bajo alcohol o cero alcohol aquí en Argentina?
– Las perspectivas son muy buenas. Los equipos que presentamos a principios de junio, Libero Wine y Libero Beverage, pueden llegar a niveles muy bajos de alcohol, o casi sin alcohol, como en el caso del vino. a 0,5% de alcohol. Pero en este abanico de tecnologías hay otras posibilidades, por ejemplo el sistema Reduco de Acram, de otra de las compañías del grupo Omnia Technologies, que es una máquina que puede bajar la cantidad de alcohol en el vino hasta el 5,5%. Y ahí ya hay dos grandes segmentos: la gente que quiere consumir el vino reducido en alcohol -pero con alcohol- y la gente que quiere el vino sin alcohol.
Entonces hay un panorama bastante bueno, más que todo respondiendo a esta tendencia mundial de que la gente joven está tendiendo a consumir de otra manera, con menos alcohol, con lo cual entendemos que hay una buena perspectiva de mercado. Claro que la inversión para Libero Wine es importante, es una tecnología que no es barata, entonces entendemos que en un primer momento son las grandes bodegas, las que manejan grandes volúmenes, las que podrán acceder a esa tecnología, justamente porque pueden exportar este vino sin alcohol a otros mercados mundiales. Entendemos que también existe la posibilidad de que alguien compre esta máquina para prestar el servicio a bodegas pequeñas.
El futuro de los vinos desalcoholizados
-A propósito, está bueno que en Argentina el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) haya desrregulado y permitido la elaboración de vinos sin alcohol… Una restricción menos, acorde a la demanda…
– De hecho, estamos tratando de colaborar con el INV porque hay cosas que todavía no están definidas. Por ejemplo, ¿qué se hace con el alcohol restante? Porque se abre todo un nuevo mercado, y está bien que el INV tenga que estar adecuándose a una tendencia mundial. Si una tendencia es hacia vinos sin alcohol, la verdad es que sería ilógico que se opusiera. Entiendo que también la postura del INV es simplificar las regulaciones a nivel país, al permitir la importación de nuevos equipos cuya tecnología ya ha sido aprobada por instituciones internacionales, disponiendo que automáticamente queden aprobados aquí. ¿Para qué tendríamos que aprobar algo que ya está aprobado, en este caso el sistema Libero Wine, que ya tiene la aprobación de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV)? Como ya está aprobada por la OIV, inmediatamente queda aprobada por el INV.
– ¿Ya hay bodegas de Argentina que están produciendo vinos sin alcohol?
– Sí. Hay varias bodegas que están haciendo vinos reducidos en alcohol, y unas pocas que están haciendo vinos sin alcohol. Porque según la normativa internacional, el vino sin alcohol es aquel que tiene que tener menos de 0,5% de alcohol, pero también que no se le introduzca agua exógena. Tienen que utilizar la misma agua vegetal del vino. Entonces, hay una serie de detalles que hay que dilucidar antes de decir si se trata de vino o una bebida a base de vino. Pero sí, hay bodegas que lo están haciendo, principalmente las grandes, porque justamente están respondiendo a esta tendencia a nivel mundial.
– Estos nuevos equipos de Permeare son sólo para desalcoholizar vinos ya elaborados de alta calidad. O sea, no se puede partir de cualquier vino…
– Estamos trabajando con Permeare para traer a Mendoza en los próximos meses una unidad de prueba, porque para la venta de este tipo de equipamiento, el cliente lo que quiere probar es su propio vino desalcoholizado… Por la tecnología que tiene, la verdad es que garantiza los aromas del vino original de una manera excepcional. Si el vino es de calidad, todas las condiciones organolépticas se mantienen, especialmente todo lo que es aroma y gusto. Después obviamente, por la estructura en boca, uno se da cuenta que es un vino sin alcohol. Pero lo que son las cualidades organolépticas del vino permanecen, porque el equipo trabaja todo a nivel de temperatura ambiente, no calienta el vino, entonces no destruye aromas, no destruye cualidades, nada.
– ¿Cómo se van a integrar y entrar al mercado latinoamericano los distintos productos que fabrican las empresas de Omnia Technologies?
– Omnia Technologies tiene una gama enorme de productos para distintas divisiones. O sea, lo que ha venido a hacer Omnia es la integración de poco más de 30 empresas medianas y grandes de Italia, todas con tecnología de punta. El objetivo es transformarse en una opción dentro del mercado mundial para todo lo que son procesos o automatizaciones de línea. Y acá en Argentina, Della Toffola es como la base de todo. Estamos creciendo desde Della Toffola, integrando el resto de las compañías como Acmi, Permeare, Padovan, Bertolaso, que son todas marcas que hoy están dentro del árbol corporativo de Omnia. Así que el desafío es trabajar con todas esas nuevas marcas dentro del mismo paraguas para poder atender de la mejor manera todos los mercados, y crecer.



















