Con el objetivo de incentivar el desarrollo de la vitivinicultura orgánica en Argentina, frente a la oportunidad que constituye el mayor requerimiento de estos vinos tanto en el mercado interno como en el exterior, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) llevó a cabo el 26/8 el webinar «El camino hacia lo Orgánico». Para conducir la actividad junto al presidente del INV, Martín Hinojosa, vino a Mendoza el secretario de Alimentos del Ministerio de Agricultura de la Nación, Marcelo Alós.
En la charla participaron más de 50 viñateros, enólogos, bodegueros, directivos de la industria y líderes políticos de todo el país. Los representantes nacionales divulgaron las herramientas de financiamiento y aportes no reembolsables que el Estado pone a disposición de los productores de uva orgánica.
Por Pedro Straniero
pstraniero@enolife.com.ar
Con el propósito de conocer con precisión la situación de la vitivinicultura orgánica en Argentina, se llevó a cabo desde Mendoza el webinar «El camino hacia lo orgánico». Durante el encuentro, que tuvo como sede al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de esta Capital y se transmitió en vivo a todo el país, se habló sobre la realidad de esta actividad, con el objetivo de sensibilizar y difundir la herramienta de diferenciación y agregado de valor que constituye la producción orgánica, abordando las cuestiones técnicas, normativas y comerciales. A la vez, se busca relevar las necesidades tecnológicas con el foco puesto en la cadena de valor.
Durante la charla, los funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Nación y la Subsecretaria de la Productividad y Desarrollo Regional Pyme del Ministerio de Desarrollo Productivo dieron a conocer las diversas herramientas de financiamiento para el sector vitivinícola.
La conferencia contó con la participación del secretario de Alimentos del Ministerio de Agricultura de la Nación, Marcelo Alós; el presidente del INV, Martín Hinojosa; la presidenta de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz; el gerente de esa entidad, Milton Kuret; el gerente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Carlos Fiochetta; la diputada nacional por Mendoza, Marisa Uceda; el intendente de Lavalle, Roberto Righi y otros funcionarios de gobierno nacionales y provinciales.
Previo al webinar, el secretario nacional Alós y el presidente del INV Hinojosa visitaron la bodega orgánica Vinecol en la ciudad de La Paz. En esa localidad al este de Mendoza, junto al intendente Fernando Ubieta, conversaron con bodegueros y productores sobre la situación, dificultades y perspectivas que enfrenta el mercado vitivinícola orgánico.
El sello orgánico, factor diferenciador con valor agregado
Luego, en la apertura de la conferencia, Alós explicó: «Desde la Secretaría, uno de los ejes de trabajo que tenemos es impulsar la diferenciación de los productos del campo argentino, y el sello orgánico es uno de esos factores diferenciales. Es por ello que venimos trabajando con diversas cadenas de alimentos y ahora, por pedido de Martín Hinojosa, es que comenzamos a trabajar con la industria vitivinícola. El objetivo es sensibilizar y dar a conocer los beneficios que tiene este sello para los alimentos argentinos, y acercar desde el Ministerio las herramientas de financiación y conocimiento. El propósito es que en la vitivinicultura haya más productores de uvas y vinos orgánicos, que más bodegas puedan tener la posibilidad de ser orgánicas».
Por su parte, el presidente del INV, Martín Hinojosa, remarcó: «Hoy nos encontramos con un problema, y es que muchas de las bodegas orgánicas no pueden expandirse o vender más porque no encuentran uvas. Falta materia prima para la demanda que hoy existe, sobre todo en el mercado externo».
«Tenemos que tener en cuenta que la comercialización y la venta son fundamentales y son las reguladoras de la vitivinicultura», apuntó Hinojosa. Y agregó: «Este trabajo que estamos haciendo en conjunto nace luego de recorrer, visitar, y dialogar con productores y enólogos. Los diversos actores de la industria nos manifestaron que el gran problema es que no pueden cumplir con su demanda en el mercado externo por la falta de uva orgánica. Es por ello que, luego de reuniones con el secretario Marcelo Alós, decidimos trabajar en conjunto para mejorar esta situación».
El gran problema del sector es que, por la falta de producción de uva orgánica, los bodegueros exportadores no pueden cumplir con la creciente demanda de esos vinos, sobre todo en el mercado externo. Trabajamos para corregir esa situación».
Martín Hinojosa, presidente del INV
Hinojosa y informó que desde el Ministerio de Agricultura se pondrán a disposición de los productores interesados líneas de financiamiento y aportes no reembolsables, para hacer posible la reconversión de viñedos hacia lo orgánico. «Pero de nada sirve pedirle al productor que reconvierta a orgánico -advirtió Hinojosa- si no atamos esa iniciativa a la comercialización. En este caso, que hay demanda, necesitamos que la cadena esté integrada entre el productor y la bodega, con una garantía de venta a la bodega de la uva orgánica. Es por ello que desde el INV y el Ministerio estamos trabajando en la articulación entre productores y bodegueros, en la que se trabaje con convenios y contratos a largo plazo entre ambos eslabones de la cadena. De este modo, el productor que tome la decisión de reconvertir tendrá la tranquilidad de que le van aceptar la uva».
La experiencia de los productores orgánicos
El webinar continuó con la participación de Pablo Bercovich, subsecretario de la Productividad y Desarrollo Regional Pyme del Ministerio de Desarrollo Productivo, quien habló sobre el programa de Apoyo a la Competitividad PAV. Al respecto, disertaron contando su experiencia representantes de la Asociación de Pequeños Productores Cepas de Hualfín de Catamarca, el técnico Hugo Crescentino, Ecohumus SRL, Caucete de San Juan; Marcelo Miras de Bodega Miras en Mainqué, Río Negro. Finalmente, los ingenieros Silvina Greco y Mauricio Castro expusieron sobre los requisitos normativos de la vitivinicultura orgánica argentina. El evento terminó con una ronda de preguntas y un relevamiento de las necesidades tecnológicas para la cadena.
Marcelo Alós: «Buscamos sensibilizar sobre las ventajas de ser orgánicos»
El secretario de Alimentos del Ministerio de Agricultura de la Nación amplió su explicación sobre la iniciativa conjunta del gobierno y el INV: «Nosotros tenemos en la Secretaria como uno de los ejes de trabajo el tema de la diferenciación del producto y el sello orgánicos; lo venimos trabajando con varias cadenas alimenticias, ya lo hicimos con la apicultura y ahora, por un pedido de Martín Hinojosa, seguimos con la vitivinicultura en esto de sensibilizar sobre las bondades de ser orgánicos. Los productores nos preguntan, por ejemplo, qué deberes hay que cumplir para ser orgánicos, qué ganancias se pueden obtener en el mercado… Entre los deberes, hay que cumplir una serie de protocolos y luego está el costo de la certificación, por eso en el webinar está un representante de la Cámara de Certificadores explicando cómo es el proceso».
«Uno de los principales mercados del vino orgánico es el externo -estimó Alós-, no porque en Argentina no se valoren los productos orgánicos sino porque en todo el mundo la pandemia ha revalorizado este tipo de alimentos, el alimento sano, por su inocuidad y seguridad alimentaria». Y evaluó: «En el mundo es una tendencia, y en Argentina la mayoría de las bodegas que producen vinos orgánicos exportan el producto casi en su totalidad; hoy, por ejemplo, visitamos una bodega que exporta el 70% de los vinos orgánicos que produce».
Martín Hinojosa: «La venta es el regulador del equilibrio en vitivinicultura»
También el presidente del INV, Martín Hinojosa, se extendió en detalle sobre los propósitos de impulsar la vitivinicultura orgánica: «La comercializacion y la venta son fundamentales, son el gran regulador del equilibrio en la vitivinicultura. Hoy, nosotros, al recorrer bodegas, al estar con los enólogos y referentes vitivinicolas, obtenemos una cantidad de información que nos permite tomar decisiones. El caso del vino orgánico no pasa desapercibido, cada vez que nos hablan de vino orgánico nos dicen ‘no cumplimos con la demanda en el exterior porque falta uva orgánica’. Entonces, de nada sirve pedirle al productor que reconvierta sus viñedos a orgánicos si esa acción no está atada a la comercialización asegurada, por eso es tan importante la comercialización.
«Entonces, lo que hicimos con Marcelo Alós -relató Hinojosa- es buscar impulsar esta reconversión utilizando el financiamiento posible y adecuado; hoy él nos trae las herramientas de financiamiento pero también aportes no reembolsables para empezar a promocionar y a sensibilizar a los productores de que hay una oportunidad en la uva orgánica, pero sin dejar de lado la comercialización. Nosotros, desde el Estado, lo que hacemos es vincular y articular, vamos a otorgar las herramientas para poder convertirse en orgánicos, pero también les vamos a dar a la bodega y al productor la posibilidad de que hagan un convenio en condiciones lógicas de sentido común, donde el productor que va tomar la decisión de reconvertir tenga la tranquilidad de que le van a comprar su producto, porque la demanda ya existe».
En Argentina sólo el 2,5% de la producción vitivinícola es orgánica
En Mendoza hay actualmente 7.300 hectáreas orgánicas. El objetivo de Agricultura y el INV es que ese número aumente. Hay 250 productores nucleados en 79 bodegas, de las cuales 69 exportan. En San Juan hay 6 productores de pasa de uva orgánica y 4 plantas elaboradoras de mosto orgánicas. Como punto de comparación: Francia tiene el 17% de su producción orgánica, o sea casi 100.000 hectáreas, y esa cifra crece de a 2 puntos por año. Las 7.300 hectáreas orgánicas de Argentina sólo equivalen al 2,5% de la producción total.
Claudia Quini: «El INV busca hacer el diagnóstico y tener un registro oficial«
Sobre la tarea del Instituto Nacional de Vitivinicultura en torno a la regulación de la vitivinicultura orgánica, sus registros y protocolos, la gerenta de Fiscalización del INV, ingeniera química Claudia Quini explicó: «Hoy, para la producción primaria, es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) el que pone las reglas y requisitos para ser orgánicos; lo hace a través de certificadoras privadas que realizan las auditorías por encargo del Senasa. Nosotros, desde el INV, lo que estamos tratando de hacer es tener el diagnóstico, porque hoy los números disponibles son tomados de las certificadoras, no hay un registro oficial del Estado al respecto. Entonces, para empezar, tenemos que adecuar un poquito el Comprobante de Ingreso de Uvas (CIU), para evitar esta duplicidad con el Documento de Tránsito de Uva del Senasa; en ese Comprobante vamos a incorporar el dato de si la uva es orgánica o no, para tener la trazabilidad desde el viñedo».
Y precisó Quini: «Hoy, nosotros permitimos que se consigne la certificación orgánica en la etiqueta del vino si nos traen el certificado de una certificadora de las que están en el listado que autoriza el Senasa. Pero queremos tener registros completos, todo lo que se transmite sobre volúmenes de producción, desde el viñedo hasta la comercialización. Todo debe estar en los registros del inv, y esto es lo que se proyecta hacer desde la próxima cosecha».
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