Estos datos fueron divulgados por Vinodata, un centro de investigación argentino dedicado al mercado del vino nacional, asociado al Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). La mayoría de los encuestados (48,2%) adquiere vinos de las franjas de precios más baratas y sigue eligiendo comprarlo en forma presencial (57,8%), mayormente en supermercados.
La encuesta de la entidad dirigida por los economistas y docentes Nicolás Grosman y Andrés López, que también se presentan en su web como «catadores» y «amantes del vino desde la más tierna infancia», fue realizada por teléfono en marzo de 2023. Contó con 16 preguntas bien estructuradas para obtener respuestas contundentes, y los datos relevados se muestran organizados y segmentados para una fácil interpretación. A continuación, replicamos el informe.
En marzo de 2023, Vinodata realizó una encuesta con el objetivo de conocer acerca de los hábitos de consumo de vino en Argentina. Dicha encuesta se realizó de forma telefónica a una muestra de 943 personas mayores de 18 años de las principales ciudades del país e incluyó 16 preguntas. Las tres primeras preguntas ayudaron a caracterizar a los respondentes (por sexo, edad y nivel de ingresos) y con ellas fue posible reponderar la distribución de las respuestas (tanto del total de encuestados como de la muestra de los que resultaron ser consumidores de vinos), para replicar la distribución de niveles de ingresos y edades que surge de la última Encuesta Permanente de Hogares (setiembre 2022).
Las 13 preguntas restantes indagaron sobre la incidencia, frecuencia y modalidades de compra de vino entre los encuestados, así como los rangos de precios de los vinos que adquieren habitualmente. A continuación, se presentan los principales resultados obtenidos.
Modalidades de consumo y frecuencia de compra
El 64% de los mayores de 18 años es comprador de vinos. Si consideramos a las personas que afirman haber comprado vinos al menos una vez por mes la cifra respectiva llega al 45% de la población. Este número es ampliamente compatible con el que surge de la última encuesta sobre consumo de alcohol realizada por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) en 2017, ya que de allí surgía que el 46% de las personas entre 18 y 65 años en Argentina había consumido vino al menos una vez durante el último mes previo a la realización de la encuesta (Gráfico 1).
Respecto de la frecuencia de compra entre los consumidores habituales de vino, la mayor concentración se da en la opción “dos o tres veces al mes” (22,4% de los encuestados). Le siguen “una vez al mes” (16,4%), “una vez por semana” (16,3%), y más de una vez por semana (14,8%). En tanto, 12,4% de los encuestados compra vino una vez cada dos o tres meses y 17,8% con una frecuencia incluso menor (Gráfico 2).
Parece haber, previsiblemente, una correlación estrecha entre niveles de ingreso y frecuencia de compra de vino. Si dividimos a nuestra muestra por quintiles, dentro del más alto encontramos que un 60,8% de los encuestados adquiere vino al menos una vez por semana (mientras que solo el 5,2% de los encuestados compra con frecuencia inferior a una vez cada dos o tres meses). En el otro extremo, en el quintil de menores ingresos apenas el 19,7% adquiere vino al menos una vez por semana, mientras que un 42,3% compra con frecuencia menor a una vez por mes (Gráfico 3). La frecuencia de compra va ascendiendo a medida que se sube en los quintiles por nivel de ingresos, aunque el quintil 3 presenta mayores niveles de habitualidad de consumo que el 4.
Otro resultado esperable es que el grueso de los compradores adquiere vinos de las franjas de precios más baratas (Gráfico 4). El 48,2% compra típicamente vinos con precio menor a 1041 pesos y para otro 34,7% la compra habitual se da en vinos entre 1041 y 1784 pesos7 (estas cifras excluyen al grupo de que adquiere vinos con frecuencia menor a una vez cada dos o tres meses). El resto de las gamas atrae porcentajes linealmente descendentes de compradores: 9,7% (1784-2676 pesos), 4,6% (2676-5203), 2,7% (5203-7433) y 0,1% (más de 7433).
A modo de referencia, digamos que cuando se incluye al grupo de personas que compra vino con una frecuencia menor a una vez cada dos o tres meses el mayor cambio en la distribución por gama de precios se da en la franja más barata, que pasa del 48,2 al 51,6% de los encuestados, en desmedro principalmente de la franja siguiente, que pierde tres puntos porcentuales.
Como es de esperar, al analizar cómo se comporta la distribución de la compra de vinos según gama de precios a lo largo de diferentes quintiles de ingreso, encontramos una correlación positiva entre nivel de ingreso y rango de precios de los vinos comprados (Gráfico 5). Por ejemplo, el 54,6% de los encuestados pertenecientes al primer quintil de ingresos reporta comprar vinos de típicamente menos de 1.041 pesos, mientras que esta proporción cae a 13,3% para el quinto quintil.
La gran mayoría de los consumidores sigue eligiendo comprar vino de forma presencial. El 57,8% de los encuestados utiliza ese canal frecuentemente y otro 16,5% de forma ocasional (“a veces”). Apenas el 4,3% de quienes compran vino jamás lo hacen yendo físicamente al lugar de venta. En tanto, 83,3% de los encuestados nunca adquiere vino de forma online (app, tienda online, página web) y un número aún mayor (89,2%) jamás usa la vía telefónica (llamada o WhatsApp). Quienes compran vino frecuentemente por ambas vías representan apenas 2,3 y 1,1% respectivamente de los encuestados (Gráfico 6).
Cuando se analizan las modalidades de compra dominantes por edad surgen algunos hallazgos interesantes (Gráfico 7). El grupo de consumidores de 18 a 40 años es el que usa con menos frecuencia los canales online (apenas 0,7% de los respondentes), y en donde es mayor el grupo de personas que afirma que nunca utiliza dichos canales (89,5%). En contraste, el 64,8% de dicho grupo etario compra frecuentemente en forma presencial, contra 51,8% en la franja de 40 a 60 años y 53,7% en la de mayores de 60. El grupo de 40 a 60 años es el que relativamente más usa la compra online, aunque siempre en niveles bajos (4,3% de los encuestados en esa franja etaria la utiliza frecuentemente). También es el que en mayor medida compra frecuentemente por vía telefónica, aunque los porcentajes son aún más reducidos (1,9%). Entre los mayores de 60 años el uso frecuente de la compra online alcanza al 2,2% de los respondentesl.
En lo que hace a lugares de venta, el más usado es el de supermercados tradicionales o hipermercados (de forma presencial u online); cerca del 53% de los encuestados afirmó comprar por ese punto de venta frecuente u ocasionalmente. Le siguen casi en paridad los supermercados gestionados por inmigrantes chinos y los almacenes de barrio/minimercados/autoservicios; en ambos casos el 43,5% de los encuestados utiliza de forma frecuente u ocasional esos lugares (Gráfico 8). El único otro punto de venta usado por una proporción relevante de los compradores de vino es el de vinotecas (online o presencial); 26,1% de los encuestados compra vino en ese tipo de comercios de forma frecuente u ocasional.
Al servicio de la vitivinicultura
Vinodata busca generar información accesible, útil y de calidad para facilitar la toma de decisiones de productores, hacedores de política y consumidores de vino, así como para todos aquellos interesados en el estudio de este sector en Argentina. Se enfoca principalmente en cuatro áreas: precios, consumo, producción y mercados globales.
En cuanto a los que afirman no usar nunca estos puntos de venta, por orden ascendente aparecen
supermercados tradicionales/hipermercados (23,7% de los consumidores nunca adquiere vino allí), seguido de almacenes de barrio/minimercados/autoservicios (34,3%), supermercados chinos (41,2%) y vinotecas (55,5%). Respecto al resto de los lugares de venta, entre el 86 y 87% de los encuestados afirma que jamás compra vinos a través de pedidos directos a distribuidoras o bodegas, o vía plataformas de ecommerce (e.g Mercado Libre), mientras que quienes realizan pedidos a esos puntos de venta de forma frecuente u ocasional suman apenas entre 5% (plataformas) y 7% (distribuidoras) del total de respondentes. En cambio, las tiendas gourmet/ fiambrerías/carnicerías tienen un mayor nivel de utilización; 25,6% de los encuestados eligió las opciones “a veces” o “casi nunca”. Esto lleva a suponer que se trata de personas que o bien “aprovechan” el hecho de encontrarse en ese tipo de comercios y adquieren vino para acompañar el consumo de los otros productos que allí compran, o bien se ven tentados a comprar los vinos que se exhiben en esos locales.