El ingeniero agrónomo y empresario del agro riojano lidera desde marzo de 2023 la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), una institución público-privada que ejecuta el Plan Estratégico 2030 avalado por el Gobierno nacional. Sin embargo, su independencia de criterio y su probada idoneidad como dirigente vitivinícola le permite objetar algunas políticas gubernamentales como ha sido la instrumentación de un «dólar vino» para las exportaciones, medida que a su juicio -en sintonía con sus pares productores vitivinícolas exportadores- no ha dado resultado a la fecha, tanto por la enorme diferencia entre un dólar oficial a $244 y un dólar «blue» o libre a $492 como por las trabas burocráticas y legales para sumarse a los presuntos beneficios de ese «dólar vino».
En una entrevista concedida a radio Nihuil de Mendoza el sábado 20/5, el dirigente expresó su preocupación por el fracaso de la medida, pero insistió en la necesidad de trabajar en conjunto con todas las partes involucradas -productores, gobierno e instituciones privadas y oficiales-, así como en la necesidad de encarar nuevas acciones «positivas» y «constructivas» para sortear las actuales dificultades de la industria.
En referencia al intento de mejorar la instrumentación del dólar diferencial, Mario González reveló a los periodistas Pablo Pérez Delgado y Marcelo Bustos Herrera que su institución elevó el 11/5 una carta urgente al ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, pidiendo corregir el rumbo y adaptar ese instrumento a las necesidades reales de los productores exportadores.
«Estamos preocupados por este punto -arrancó diciendo González-, porque pensábamos que podíamos empezar a sortear las dificultades de la industria a partir de este dólar diferencial, cuya instrumentación trabajamos mucho desde la Coviar, pero hubieron muchas complicaciones y en los 30 días iniciales de prueba no dio resultados; la mayoría de las empresas no se han podido adherir; la complicación es sobre todo con respecto al ingreso al beneficio, porque la Secretaría de Comercio de la Nación pone sus topes con respecto a los precios del mercado interno… Así que estamos esperando que nos confirme día y hora para una próxima reunión, para hablar este tema».
Desde la construcción se pueden hacer muchas cosas, desde la destrucción no me siento ni un minuto a hablar con nadie».
Mario González, presidente de la Coviar
Consultado por los periodistas acerca de si la diferencia entre el dólar oficial y el dólar «de la calle» o dólar «blue» hace poco rentable la operación, sobre la exigencia del gobierno de que los productores deban sumarse al plan de «precios justos» o «precios cuidados», el dirigente manifestó:
«Es complejo desde donde uno lo mire o evalúe; nosotros, en primera instancia, cuando se anunció esta idea, planteamos dos temas claves: uno, que el tipo de cambio no fuera fijo, porque veíamos que la variabilidad que se venía dando en los ultimos meses era fuerte, por lo cual cualquier medida estática que tomásemos traería inconvenientes; y segundo, que con una inflación del 8% mensual, ingresar a un plan de «precios justos» que sólo permite un incremento mensual del 2% no nos brindaba ventajas o beneficios comparativos…»
En torno a las dificultades que afrontan las empresas vitivinícolas exportadoras por lo que consideran excesivas trabas burócráticas y legales para ingresar al plan del dólar diferencial, González opinó:
«Es muy probable que a esta altura sea muy difícil lograr algún cambio con esta medida, pero lo que no podemos dejar de hacer es buscar alternativas de solución para que la caída del mercado externo no siga profundizándose… Tener un tipo de cambio diferencial tampoco era la solución en su momento, pero era una alternativa más a la situacion que se estaba viviendo, y nosotros creímos que podía llegar a funcionar y ser un aliciente si se daba de la forma en que la habíamos trabajado, pero al final en su ejecución, en el último tramo, no se utilizaron los mejores criterios…»
El dirigente ilustró luego sobre las dificultades que se les han presentado a las bodegas:
«Han ingresado algunas empresas, pero en un porcentaje muy bajo, y sin resultados, porque primero ha sido muy difícil acceder a todos los requisitos y normas a través de la página web del sistema, y segundo que porque la brecha cambiaria empezó a estirarse nuevamente con la subida del dólar blue».
A Walter Bressia lo conozco muy bien, y él también conoce muy bien la dinámica de la Coviar… Si asume como nuevo presidente de Bodegas de Argentina, nos sentaremos a trabajar junto a él como haríamos con cualquier otro que asuma el cargo».
Mario González, presidente de la Coviar
En otro terreno, González se refirió al trabajo en conjunto con otras instituciones del sector, como Bodegas de Argentina, y en particular a la posibilidad de que el enólogo y bodeguero Walter Bressia asuma la presidencia de esta última agrupación, una posibilidad que está «sonando» en el ambiente:
«Sigue siendo uno de los objetivos de nuestra institución el que todos los actores de la industria vitivinicola argentina se sientan parte del Plan Estratégico 2030, y que aporten ideas y trabajo para lograr los objetivos… Por supuesto, las instituciones son muy dinámicas y van teniendo cambios, así que cuando éstos se dan se amplían las posibilidades de dialogar… Venimos trabajando con muchas instituciones, casualmente la semana pasada estuve en San Juan, manteniendo reuniones muy positivas con gente que está fuera de la Coviar pero que quiere sumarse a trabajar. También trabajamos con Wines of Argentina (WOFA), en suma con todas las instituciones que quieran buscar consenso, porque al fin y al cabo la vitivinicultura es de todos y tenemos que cuidarla».
«Con respecto a Walter Bressia -finalizó González-, lo conozco muy bien porque fue vicepresidente de la Coviar, y él conoce muy bien la dinámica de la Coviar, así que el caso de que sea el nuevo presidente de Bodegas de Argentina nos sentaremos a trabajar, como haríamos con cualquier otro dirigente al que le toque el cargo. Desde la construcción se pueden hacer muchas cosas, desde la destrucción no me siento ni un minuto a hablar con nadie».