Actualmente, en los diques El Carrizal, Agua de Toro, Los Reyunos, El Tigre, El Nihuil y Valle Grande se utiliza más agua de la que ingresa, es decir que se están usando las reservas para riego agrícola y otras necesidades urbanas. Sólo en el embalse Potrerillos está entrando más agua de la que se eroga. Estos datos surgen del último informe quincenal realizado por el Departamento General de Irrigación sobre el estado de los embalses mendocinos, e indican que no se acumula agua sino que se utilizan las reservas, poniendo en evidencia la crisis hídrica que actualmente atraviesa Mendoza.
Los diques, o presas, son algunas de las obras civiles más complejas que existen, por el tamaño, la seguridad que deben tener, y hasta los problemas de ubicación que implican. También por los riesgos de roturas y las consecuencias que eso tendría. Se instalan en los ríos para generar embalses de agua, cuya finalidad es, principalmente, guardarla para disponerla cuando sea necesario. Ésto permite que se flexibilice la gestión del recurso hídrico, ya que depende del régimen natural de los ríos y deshielos, como es el caso de la provincia de Mendoza.
La provincia de Mendoza tiene 7 embalses: Potrerillos en el río Mendoza; El Carrizal en el río Tunuyán; Agua del Toro, Reyunos y El Tigre en el río Diamante; y El Nihuil y Valle Grande en el río Atuel.
Para conocer el estado de los embalses y la disponibilidad de agua que tiene la provincia, cuánta agua ingresa al sistema, cuánta sale y cuánta queda almacenada, el Departamento General de Irrigación difunde un informe cada 15 días. Esta información revela y permite ver un dato muy importante: cuándo el embalse está acumulando agua y cuándo se están usando sus reservas. En el último publicado, que corresponde a la última quincena de diciembre de 2022 muestra justamente que la mayoría de los embalses está usando las reservas:
La función de los embalses
En Mendoza la función más importante que cumplen los embalses es guardar agua de distintas épocas, para ser aprovechadas en agosto y la primavera. En estos meses las necesidades de los cultivos (principal demanda de recurso hídrico) es importante, ya que se forman los frutos, hojas, tallos, etc. No obstante, los caudales en los ríos son bajos respecto de esta demanda, ya que los deshielos de alta montaña son escasos.
Ésto ocurre tanto en años de sequía como en años de nevadas importantes, debido a que los deshielos dependen de las temperaturas que se registren en alta montaña. La situación se mantiene, en general, hasta fines de noviembre y principios de diciembre, cuando los caudales que ingresan a los embalses se compensan con los que se erogan. A partir de ese momento, los embalses comienzan a llenarse nuevamente, hasta pasado el invierno, cuando vuelven a cumplir con ese objetivo central de satisfacer de agua durante la primavera.
Un detalle importante es que Potrerillos es el único sistema que no se llena o no llega a su nivel máximo a fines del invierno. Lo logra a fines de marzo. La razón es la permanente dotación que hay que disponer para Central Puerto y el agua potable.