En el Día Internacional de los Trabajadores, el Observatorio Vitivinícola Argentino, con datos de la Universidad de La Plata y del Ministerio de Agricultura de Argentina, elaboró un cuadro comparativo de la cantidad de mano de obra utilizada por cada complejo agrícola del país. Claramente, el sector de la vid y el vino multiplica el número de otras cadenas productivas, como el maní y la soja. A continuación, un resumen del informe.
En Argentina, la vitivinicultura está presente en 18 provincias, predominantemente en la región oeste, al pie de la cordillera de los Andes, desde Salta y Jujuy hasta Chubut, y también en nuevos terruños como Entre Ríos, San Luis, y Buenos Aires.
Según datos relevados y procesados por el Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA), esta enorme cadena productiva genera 72 puestos de trabajo por cada 100 hectáreas cultivadas, cantidad de multiplica varias veces los empleos generados por otros complejos agrícolas. Así, la soja, que tiene una superficie cultivada de más de 17 millones de hectáreas, sólo genera 2 empleos por cada 100 ha; y el complejo productor de maní da lugar a 7 empleos cada 100 hectáreas cultivadas.
Por su parte, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) elaboró un informe que dimensiona los puestos de trabajo que genera el sector y, con una mínima diferencia respecto del dato del OVA, precisa que son unos 385.000 los empleos generados, de los cuales 106.000 son directos y 279.000 son puestos de trabajo indirectos.
Puestos de trabajo generados por la vitivinicultura
Tal como declara en sus fundamentos el Plan Estratégico Vitivinícola 2030 (PEVI 2030), el sector profundizará su demanda de empleos en áreas específicas como turismo y perfiles profesionales relacionados a la sustentabilidad, y también en servicios indirectos que construyen valor, como son las economías del conocimiento y las industrias creativas.
Fuentes: OVA y Coviar