Según un relevamiento de precios, el análisis y la conclusión del Observatorio de la Asociación Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), las subas en estos tres insumos, en especial del combustible -que representa el 30% del costo total anual de producción- afectan duramente a los viñateros. Esta situación, estima Acovi, se debe a la invasión de Rusia a Ucrania, país que es el principal productor de fertilizantes del mundo. Por la misma razón, se complican las entregas de commodities a nivel global. Por otra parte, se genera una gran inestabilidad en las tarifas del gas, ya que Rusia es el segundo productor mundial de este fluido, lo que a su vez repercute en la fabricación local de ciertos insumos, como por ejemplo las botellas. A continuación replicamos el comunicado publicado por Acovi.
«Productores cooperativos de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) se encuentran preocupados por los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania, que incrementa nuevamente sus costos y empeora la previsibilidad para su actividad durante este año, especialmente en lo referido a aumentos de combustibles, gas y falta de fertilizantes. El crecimiento en el precio de los combustibles se viene dando en forma acelerada con subas que presionan sobre los costos del productor vitivinícola en forma alarmante y acaba de sufrir un nuevo aumento que va entre el 9% y 11%. En la cosecha esto representa un 30% del costo total anual de producción, y dentro de sus componentes los gastos en combustible y acarreo tienen una incidencia preponderante. A esto debe agregarse que existe la posibilidad de nuevas subas en el futuro cercano.
«Si bien son efectos internacionales que afecta a múltiples países, se suma a los conocidos problemas inflacionarios que ya tiene el país y los inconvenientes propios del sector como las caídas sistemáticas en la producción de los últimos años debido a contingencias climáticas de alto impacto en los cultivos.
«Nicolás Vicchi, subgerente de la entidad, analizó el efecto que producen estos aumentos en el sector: ‘En el marco de un contexto internacional complejo debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se produce un aumento de combustible que nos preocupa mucho, ya que impacta de forma directa e inmediata en un componente de relevancia para el costo de cosecha como es el acarreo de uva, además del encadenado efecto de aumento en el resto de los costos de producción. A modo de ejemplo, entre enero y febrero del corriente año la tarifa sugerida se incrementó un 7,16%, esto sin tener en cuenta la última suba. Además, a dicha problemática, se le suma la falta de insumos que se da en el mercado, la cual compromete la productividad del próximo año.’
«Las inestabilidades que han desencadenado los enfrentamientos bélicos entre Rusia y Ucrania, siendo la primera la principal productora de fertilizantes del mundo, están afectando las entregas de commodities a nivel global, como así también generando gran inestabilidad de precios. Esta situación repercute directamente en la provisión de dichos insumos a toda la cadena de producción agrícola del país. Para el sector vitivinícola es necesario establecer en forma inmediata los mecanismos para la fertilización postcosecha y la previsibilidad para las labores agrícolas del año. El petróleo en variedad Brent pasó a fin de año de 80 USD el barril a 108 USD actualmente mostrando un 35% de aumento en lo que va de los primeros tres meses del año.
«Con el conflicto se observa un incremento de los precios internacionales del gas que influye en las tarifas domésticas. Esto repercute en la producción local de vidrio, que ya viene con problemas de abastecimiento. Los incrementos inesperados de los precios internacionales del petróleo y gas en menos de una semana, principalmente van a afectar a Argentina y Mendoza por vía de las tarifas de energía, gas y fletes. Durante los períodos de alta demanda se esperan cortes del suministro del gas y la energía, dado que no podrán trasladar a tarifa esos incrementos y la demanda de energía y gas no logró ser satisfecha de forma completa en años anteriores donde no teníamos semejante crisis. Tampoco absorberán los subsidios el impacto, dado el acuerdo establecido con el FMI. Recordemos que la generación de energía también depende de la generación térmica que requiere de gas, o de fueloil para producir energía. Estos dos sectores afectan a la vitivinicultura en la etapa de elaboración, por la demanda de energía de las bodegas y en el embotellamiento por vía de la escasez de insumos como las botellas. La industria del vidrio es altamente intensiva en el uso del gas, insumo que se verá afectado por la crisis de la guerra y que en Argentina venía resentida por la falta de inversión para aumentar la capacidad de entrega del gas.
«La urea granulada, principal fertilizante de aplicación nitrogenada, comenzó el 2021 en 410 US$/kg y finalizó en 1080 US$/kg, lo que implica una suba en el año de 163,41%. En dólares. El fosfato diamónico, aumentó en 76,96%, pasando de 515 a 900 US$/kg, y el monoamónico aumentó en un 76,7% en similares valores.
«El nitrato de amonio, tuvo un cambio porcentual de 87,76%, referido a un incremento de 490 a 920 US$kg. Con el actual conflicto los precios internacionales que se transaban en el mercado de futuros tuvieron una corrección el 25/2 del 20,29%
«El precio del gas tocó uno de los máximos históricos el en febrero al llegar a los 6,7 USD por millón de ubt con un 23% de aumento en un día.
«A lo mencionado previamente se le debe agregar otros efectos que no son menos importantes, como las complicaciones con la logística ya que las navieras tuvieron que suspender y redireccionar trayectos. La pérdida de mercados internacionales, no solamente por lo que le dejamos de vender a Rusia (ya que los compradores no pueden hacer frente a los pagos por la expulsión de los bancos rusos del sistema interbancario SWIFT), sino más bien porque los grandes productores de la Unión Europea tampoco podrán venderles y habrá un stock que deberá ser colocado en otros destinos desatando una puja comercial. Por el conflicto las reaseguradoras internacionales que costeaban una prima por pérdida de buque del 1%, que impactaba en la prima de cada carga, tuvieron que subirla al 5% para los trayectos en zona de conflicto.
«Asimismo, existirán limitaciones por el lado de los consumidores finales. Los precios internacionales del trigo tienden a subir, debido a que las exportaciones mundiales del commodity son aportadas en casi un 25% por los dos países en conflicto. Esto incrementa el precio general de los alimentos y puja en la canasta de alimentos y bebidas provocando un menor poder adquisitivo y menor demanda de todos los productos, incluido el vino.»