Será hoy martes 12 de noviembre en el marco del Primer Simposio sobre Historia de las Relaciones Interamericanas, en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan.
Este tomo IV de la obra lleva como subtítulo «Aportes para la historia de la vitivinicultura de San Juan, 1985-2017» y se pondrá a consideración del público lector en la Sala de audio y video de la Facultad, en horario a confirmar. La presentación estará a cargo del ingeniero agrónomo Hugo Carmona Torres, integrante de Suplemento Verde de Diario de Cuyo.
El proyecto de investigación «Hombres, uvas y vinos. Aportes para la historia de la vitivinicultura de San Juan», por iniciativa de Isabel Gironés de Sánchez, se ha desarrollado durante 12 años, entre 2006 y 2017, en el Instituto de Historia Regional y Argentina «Profesor Héctor Domingo Arias», perteneciente a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan.
El rastreo y relevamiento bibliográfico y la diversidad de fuentes consultadas indicaron la necesidad de una investigación sistemática sobre épocas y actores sociales para afianzar la identidad de San Juan como provincia vitivinícola, con tintes propios en un contexto globalizado, que se materializó en cuatro libros.
El Tomo I (1860-1920) muestra la conformación del modelo vitivinícola sanjuanino, uniendo conocimientos dispersos en variadas fuentes y nuevos enfoques sobre el proceso.
El Tomo II (1920-1955) aborda el desarrollo del monocultivo vitivinícola tomando como categorías de análisis las crisis, el intervencionismo estatal, las regulaciones y el terremoto de 1944 como hecho que marca un quiebre en la provincia, configurando la vitivinicultura sanjuanina con características especiales en el escenario regional y nacional.
El Tomo III (1955-1985) logra profundizar el proceso de expansión y retracción de la vitivinicultura en la provincia de San Juan. Se desarrolla como variables los primeros intentos de diversificación y las medidas proteccionistas, los quinquenios de superproducción y la manera de enfrentarlos, incrementando la capacidad de vasija vinaria con la construcción de bodegas regionales como así también la creación de la Corporación Agrícola, Vitivinícola y Comercial (Cavic), entre las nuevas formas de intervención de las políticas públicas en la vitivinicultura.
El Tomo IV (1985-2017), publicado por la Editorial de la UNSJ, es el libro que se presentará hoy martes 12/11, el último de la serie. Con el agotamiento del modelo de monocultivo y el surgimiento de alternativas frente a la globalización, se profundizan diferentes rasgos en torno al proceso de reconversión productiva y su vinculación con las políticas públicas aplicadas. El objetivo es realizar un análisis sobre el complejo vitivinícola en la provincia de San Juan desde los inicios del proceso de reconversión, recorriendo el período en que se tiende a la consolidación e inserción mundial del sector reconvertido.
Gran parte de las transformaciones que la agroindustria vitivinícola ha experimentado a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI a escala global han respondido a los desafíos planteados en las economías regionales en el orden de la producción, del mercado y del consumo. La vitivinicultura no ha sido una excepción sino que, por el contrario, ha sufrido desde la década del 80 una serie de cambios estructurales que alteraron la fisonomía de la actividad moldeada a lo largo del siglo XX.
Cuando la apertura de los mercados internacionales fue una realidad para la vitivinicultura, resultó inevitable alcanzar mayores niveles de competencia como así también abandonar políticas regulatorias primordialmente por el Estado Nacional en los años 90, dar la bienvenida a capitales extranjeros e incorporar tecnologías. Paradójicamente, la destrucción o debilitamiento de pequeños y medianos establecimientos redujeron el poder económico del sector en un contexto de diversificación productiva y amplia apertura comercial.
La realidad de la provincia de San Juan muestra que, a pesar de la transnacionalización del sector que se canaliza prioritariamente mediante la compra de empresas preexistentes, también se incorporan algunos de los grandes grupos económicos locales. Todos ellos desplazan el predominio de familias tradicionales que controlaban la propiedad de las grandes bodegas y modifican la situación productiva y tecnológica, no sólo en el plano industrial sino también en la producción primaria y en la propia comercialización.
Se conforma un nuevo empresariado constituido por conglomerados cuyos accionistas y directivos no están en el país o la provincia o son personas físicas representadas por administradores o gerentes, agregando a los actores tradicionales de la vitivinicultura nuevas empresas de menor tamaño para producir vinos de alta gama, productores de mosto y agentes que incorporan el enoturismo. La inversión en la industria, sea mediante la construcción de nuevas bodegas o el reequipamiento de las existentes, persigue el propósito de mejorar la calidad y conquistar mercados, tanto franjas del interno como del internacional.
Ante la globalización, la vitivinicultura argentina asume el desafío colectivo de implementar un Plan Estratégico Vitivinícola (Pevi 2020) que transforme al sector a través de estrategias orientadas a focalizar acciones con el compromiso de productores, bodegueros y el Estado para estructurar y organizar la vitivinicultura y responder a las necesidades de los consumidores. El objetivo es alcanzar un máximo valor agregado y un desarrollo armónico de todos los actores económicos y sociales que participan en el negocio.
El llamado «complejo vitivinícola» lleva a plantear un abordaje metodológico múltiple ya que el proceso implica desequilibrios, rupturas, cambios y permanencias que están vinculadas a ritmos temporales y acciones de actores internos y externos al sistema productivo donde adquiere sentido la labor multidisciplinaria. La tarea de investigación se basa en el saber del investigador proveniente de su experiencia personal o tradición familiar, que debe convertirse en conocimiento científico mediante la contrastación sistemática con los datos que proporcionan las fuentes escritas, materiales, gráficas u orales.
Los temas del libro
La flamante publicación se inicia con «El consumo de vino en la Argentina desde una mirada local (1970-1980)» de Gema Melisa Mercado Roca para continuar con los «Cambios de modelos económicos y productivos. Consecuencias en la vitivinicultura sanjuanina 1970-2000» por María Victoria Rached y los «Elementos convergentes en los cambios producidos en el consumo de vino en la Argentina a través de El Viñatero (1980-2000)» de Mabel Graciela Cercós, quien basa su estudio en el único semanario dedicado a la vitivinicultura que existió en San Juan.
Por su lado, Silvana Alejandra Frau detalla con interesantes aportes «El impacto de las políticas neoliberales sobre el sector vitivinícola. Década de 1990». Variados aspectos como «Reconversión, innovaciones, cambio de propietarios y comercio exterior vitivinícola, 1985-2002» son desarrollados por Mabel Benavídez-Albar Díaz, quien continúa con similares aspectos estudiados en los períodos anteriores y tuvo a su cargo la ardua tarea como editora y coordinadora de la publicación.
En cuanto a los transportes, la directora del proyecto de investigación y actual vicedecana de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Myriam Arrabal, profundiza sus estudios en «El ferrocarril de cargas en San Juan a fines del siglo XX y principios del XXI: su impacto en el transporte de vinos». La existencia y desaparición de una planta industrial vínica es revivida por Carlos Moreno Fabaro en «El esplendor y el ocaso de una bodega centenaria. La decadencia de La Superiora en Rawson (San Juan)».
Por su parte, Silvana Alejandra Frau también aporta su investigación acerca de «La producción de mosto en San Juan como actividad agroindustrial destacada a fines del siglo XX y principios del siglo XXI». Gema Melisa Mercado Roca y Mabel Graciela Cercós en conjunto trabajan «El consumo de vino en la Argentina a partir del Plan Estratégico Vitivinícola 2020. Una mirada local», mientras que dentro de esa misma temática aporta sus estudios Melisa Antunes Castro con «El PEVI, estrategias para productores».
Dentro de los subproductos vitícolas, Gladys Viviana Balmaceda despliega su labor acerca de «La elaboración de coñac en San Juan», bebida de escasa producción en el siglo XXI y, para concluir este corpus de investigaciones vitivinícolas, una característica interesante de las últimas décadas es la desarrollada por Carlos Moreno Fabaro y Ramón Domingo Mercado en «Las bodegas boutique y los vinos artesanales. Estrategias de inserción en el mercado del turismo siglo XXI».
Este libro viene a llenar un vacío de conocimiento por no haber sido abordada esta temática con anterioridad desde la historia. Al mismo tiempo, se ha intentado construir una explicación sobre una problemática económica, política y social cuyo interés trasciende a la comunidad académica y se extiende a un amplio sector de la sociedad sanjuanina.
Fuente: Diario Cuyo de San Juan