El aumento de la temperatura global, las sequías cada vez más prolongadas y los eventos meteorológicos extremos afectan a los cultivos agrícolas que producen alimentos para los 7.760 millones de habitantes del planeta Tierra, según cifras de 2019. La viticultura, por supuesto, es una de las actividades en riesgo. En Argentina se enfrenta el problema ensayando con clones de cepas más resistentes al calor y a la falta de agua, trasladando más al sur los viñedos y otras acciones que ya estudian los expertos. Y en todo el mundo es igual: crece la conciencia sobre el cambio y sobre la necesidad de mitigarlo con técnicas de adaptación.
En un país tan vasto y poblado -1.400 millones de habitantes- como India, el Estado, junto al Banco Mundial, interviene capacitando a los productores agrícolas para defender sus cultivos contra la sequía. Sobre el tema, el periodista indio Ranjan Samantaray escribió una crónica que detalla cómo la educación es clave para afrontar la dificultad. A continuación, replicamos la nota completa publicada originalmente en la web https://blogs.worldbank.org/
En Marathwada, uno de los distritos de India propensos a la sequía, un grupo de agricultores inspecciona con entusiasmo pequeñas parcelas de tierra donde se cultivan legumbres, frutas y verduras. Los agricultores curiosos hacen varias preguntas a los propietarios de las tierras: ¿cómo eligieron el tipo de cultivo, qué fertilizante usaron y, lo que es más importante, cómo regaron los campos? Los monzones habían sido débiles, y no se disponía de grandes cantidades de agua. Los agricultores están deseosos de aprender y los propietarios de las tierras están dispuestos a compartir su experiencia.
En el estado de Maharashtra, varios agricultores han creado este tipo de pequeñas parcelas de tierra cultivada, que sirven como parcelas de demostración. Las parcelas se han convertido en escuelas informales «a cielo abierto» y constituyen un espacio de aprendizaje para los agricultores pequeños y marginales. Estos aprenden sobre los últimos avances relacionados con la ciencia, la hidrología y la productividad de los cultivos, y, lo que es más importante, a adoptar prácticas agrícolas adecuadas que permitan adaptarse mejor al cambio climático.
En el estado de Maharashtra viven más de 15 millones de agricultores y más del 50 % de la tierra es cultivable, pero el cambio climático ha afectado la productividad agrícola en varios distritos propensos a la sequía. Para mitigar los impactos adversos del cambio climático en estos distritos, se puso en marcha el Proyecto de Agricultura Resiliente al Clima en Maharashtra, de U$S 600 millones, respaldado por el Banco Mundial, cuyo objetivo principal es alentar a los agricultores a adoptar prácticas agrícolas resilientes al clima, mejorar las oportunidades de agronegocios, y ayudar a los agricultores pequeños y marginales a aumentar sus ingresos de manera sostenible.
En las escuelas a cielo abierto, los agricultores aprenden a preparar el suelo, elegir los cultivos adecuados, utilizar prácticas agrícolas orgánicas de bajo costo y aplicar técnicas de conservación del agua.
Escuelas sin aulas
Un aspecto importante y crítico del proyecto son las parcelas de demostración creadas por los agricultores que sirven como escuelas «a cielo abierto». Allí, los agricultores aprenden a preparar el suelo, elegir los cultivos adecuados, utilizar prácticas agrícolas orgánicas de bajo costo y aplicar técnicas de conservación del agua. Además, la información sobre la disponibilidad de agua se obtiene mediante una aplicación móvil creada por el Instituto Indio de Tecnología de Mumbai, una conocida institución tecnológica del país.
La aplicación utiliza datos en tiempo real sobre el pronóstico meteorológico y proporciona a los agricultores información sobre el estado de las aguas superficiales y subterráneas del pueblo, y la demanda y disponibilidad reales de agua durante la temporada de cultivo. Con este conocimiento y con las prácticas de conservación de la humedad y recolección de agua adquiridas en las aulas a cielo abierto, los agricultores preparan microplanes para su cultivo procurando equilibrar la demanda y el suministro de agua en la aldea.
Estos microplanes se presentan luego al Comité de Gestión de la Resiliencia Climática de la aldea, que se ha constituido en el marco del proyecto para aprobar y supervisar los planes elaborados por los hogares beneficiarios. Se someten a un proceso de ejecución de varias etapas, y los fondos del proyecto se transfieren directamente a la cuenta bancaria de los beneficiarios. Estos mecanismos oportunos y bien integrados de transferencia de fondos han ayudado a los pequeños agricultores a obtener beneficios a corto y largo plazo a través del proyecto.
Rajabhau Yadav y su esposa, Vimal Rajabhu Yadav, son agricultores hortícolas de la aldea de Ekruga ubicada en Osmanabad, un distrito en Maharashtra propenso a la sequía. A partir de la capacitación recibida de la escuela a cielo abierto, prepararon un microplán para plantar guayaba durante poco tiempo en su parcela de media hectárea.
En el marco del proyecto, recibieron INR 73.000 (73.000 rupias indias, equivalentes a 1.000 dólares) en asistencia monetaria. Gracias a la aplicación de prácticas climáticamente inteligentes, su primera cosecha les reportó nada menos que INR 65.000.
En el marco del proyecto, actualmente funcionan 4.000 «escuelas a cielo abierto», en las que se aplica este ingenioso enfoque para la capacitación de los agricultores. Se espera que dicha modalidad se extienda a alrededor de 6.000 aldeas del estado.
El proyecto de Maharashtra también ha dado origen a un mecanismo de retroalimentación para que los organismos de investigación y difusión respondan a los nuevos desafíos asociados al riesgo climático que enfrentan los agricultores mediante una plataforma de tecnología informática integrada y una red móvil.
Los resultados iniciales de diferentes cultivos indican que la aplicación de esta tecnología en el diseño de prácticas agronómicas climáticamente inteligentes ha llevado a que los costos de los insumos disminuyan alrededor del 20 % y que los ingresos agrícolas aumenten alrededor del 30 %. Esto sugiere que el enfoque ascendente de mejora de los conocimientos, además de generar demanda de insumos y servicios, proporciona dividendos a los pequeños agricultores de los distritos de Maharashtra afectados por la sequía.
Este innovador proyecto que se desarrolla en India ha demostrado que abordar las brechas críticas de conocimiento que existen entre los pequeños propietarios de tierras agrícolas puede contribuir significativamente a mejorar la productividad, aumentar la prosperidad de los agricultores y promover la sostenibilidad ambiental, todo al mismo tiempo.
Fuente: worldbank.org (Ranjan Samantaray)