La salida del Reino Unido de la Unión Europea a partir del 1/1/2021 generó la aceptación de ese país como miembro pleno de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV). Así lo anunció recientemente en medios periodísticos y redes sociales el director general del organismo rector del vino, el español Pau Roca. Gran Bretaña es el segundo importador mundial de vinos, tanto en volumen como en valor; tiene 22 millones de bebedores y una producción propia que llegó en 2018 a un récord de 15,6 millones de botellas de vino, en su mayoría espumantes.
Pau Roca, director general de la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) dio la bienvenida a Gran Bretaña como Estado miembro de la institución a través de un video que se difundió en medios y redes sociales. Allí, Roca finaliza haciendo un brindis con motivo del Año Nuevo con un vino espumante británico.
A continuación, el video completo, en idioma inglés:
La industria del vino y bebidas espirituosas de Gran Bretaña está experimentando un rápido crecimiento. Actualmente hay 502 viñedos, 165 bodegas y 361 destilerías. Durante 2018 se plantaron 1,6 millones de vides y otras 2 millones en 2019. Es una industria que genera 358.000 puestos de trabajo y, según cifras de Wines of Great Britain (WineGB), podría crear hasta 30.000 nuevos empleos para 2040.
Esta industria representa en la actividad económica británica 49.000 millones de libras. La venta de vinos y bebidas espirituosas tiene una facturación de 21.700 millones de libras, de las cuales 11.100 millones corresponde a comercio exterior y 10.600 millones al consumo en el mercado interno.
Las variedades chardonnay, pinot noir, pinot meunier y bacchus representan el 80% de todas las plantaciones en Gran Bretaña. El vino espumante sigue siendo el estilo dominante, representando el 71% del vino producido en Gran Bretaña.
Consumo interno en Gran Bretaña
El informe del 2019 “Paisajes del Reino Unido” de Wine Intelligence describe que, sobre unos 1.000 bebedores regulares de vino encuestados en octubre de 2019 en Gran Bretaña (“regular” se define como el consumo de vino al menos una vez al mes), alrededor del 6% expresó su deseo de comprar más vino de la Unión Europea (UE) después del Brexit; mientras que el 29% dijo que comprarían menos, ya sea porque creían que el precio de los vinos de la UE aumentaría o bien porque los vinos del nuevo mundo ofrecerían, de hecho ya lo hacen, una mejor relación precio-calidad.
Más allá de la cuestión del Brexit, las características del mercado del vino en Gran Bretaña permanecen en gran medida inalterables: como en cualquier otro mercado desarrollado, el consumo de vino continúa disminuyendo, de modo que, según Wine Intelligence, el número de bebedores de vino semanal cayó de 23,7 millones en 2015 a 22 millones en 2019, aún incluso cuando la población adulta del país se incrementó en más de un millón.
En esos cuatro años el vino perdió mercado a favor de una variedad de bebidas alcohólicas alternativas: primero y más que nada por la ginebra; y luego por una tendencia a beber menos.
El crecimiento y la popularidad del Prosecco, y hasta cierto punto del vino espumante inglés, probablemente ha ayudado a enmascarar la disminución en el consumo general de vino. En 2019, alrededor del 60% de los bebedores de vino regulares dijeron que habían bebido Prosecco durante los últimos seis meses, un porcentaje mayor al registrado en 2015 del 43%.
La ginebra se ha convertido en una bebida de moda, incluso ha sido aclamada por la Wine & Spirit Trade Association (WSTA) como la bebida que ha salvado “al gran pub británico”. Esto luego de que las ventas de ginebra en el comercio se incrementaran en un 40%, alcanzando los GDP 1.600 millones en 2019; periodo coincidente con el primer año en una década en la que el número de pubs abiertos superó a la cifra de pubs cerrados.
Wine Intelligence detectó un aumento del 5% entre 2015 y 2019 en la proporción de bebedores habituales de vino mayores a 65 años. Esto, a su vez, ha aumentado la proporción de bebedores regulares de vino que expresan que a ellos les gustan los vinos que ya conocen, y esto sugiere una falta de flexibilidad para el crecimiento y la innovación.
Según un informe de la consultora ICEX España Exportación e Inversiones, cuando se desgranan un poco más estos datos de la oferta de vino en el mercado británico, se pueden hacer diferentes apreciaciones. En primer lugar, el espumoso y el prosecco son los espumosos dominantes en el mercado, con una cuota de mercado entre ambos del 92,4% en valor
y 88,4% en volumen. En segundo lugar, en los vinos tranquilos y fortificados la oferta está mucho más repartida.
Cuando se enfoca el mercado del vino en Gran Bretaña desde la perspectiva de la demanda, es importante tener en cuenta que se hace referencia al sexto consumidor mundial de vino. Aun así, cada vez se consume menos. El motivo de este cambio se debe a que las nuevas generaciones -en concreto la generación Z – tienen distintos hábitos de consumo, donde consumen vino en menor cantidad, pero a cambio están dispuestos a pagar precios más elevados. Los hábitos de vida más saludables también juegan un papel importante.
El vino versus las bebidas «Ready to Drink»
Las bebidas listas para consumir o Ready to Drink (RTDs), si bien en el canal off-trade registraron en 2019 un incremento del 16% y 19% en volumen y valor respectivamente, en el canal on-trade (así llamado al canal Horeca) han experimentado un descenso del 17% en ambos datos. Además de las RTD, la cerveza (6%) y los destilados (6%) han tenido el mejor rendimiento en el canal off-trade, mientras que en el on-trade, los espumosos (20%) y los destilados (7%) han sido las bebidas que mejor se vendieron.
En paralelo a lo anteriormente mencionado sobre el nuevo perfil de consumidores, se observan también nuevas tendencias de consumo. El vino ecológico, los vinos bajos y sin alcohol, así como el empaquetado de menor tamaño y en lata, empezaron como tendencias, pero están asentándose como nichos de mercado, con una demanda que aumenta año tras año y ofrecen innovación y diversidad al catálogo de las bodegas.
El precio medio del vino ha aumentado en todos los tipos de vino, tanto en off-trade como en on-trade. Cuando el precio es analizado por países, el vino francés tiene el precio medio más elevado en ambos canales. En 2019
los mayores crecimientos interanuales vienen dados en el canal on-trade por los vinos italianos (7%), argentinos (8%) y chilenos (7%) y en el off-trade por los vinos españoles (7%) e italianos (6%).
En cuanto al volumen de ventas por segmento de precio en el canal off-trade, los vinos de entre £4 y £5, y los vinos entre £5 y £6 han sido los más vendidos. Sin embargo, los segmentos de precios más bajos, incluidos la franja entre las 4 y 5 libras, ha tenido caídas muy pronunciadas en comparación con el año 2018, mientras que el segmento que más ha crecido en el 2019 ha sido el de 8 libras y 9 libras (15%), reforzando así la idea de que los consumidores buscan productos más premium.
La diversificación y la responsabilidad son dos motores de cambio que potencian los nuevos horizontes del mercado del vino en Gran Bretaña. Debido a que es un mercado tan maduro, las últimas modas y mayores innovaciones en vino se convierten en nichos de mercado que esperan las mayores perspectivas de crecimiento. Así, las oportunidades de negocio se presentan en el vino bajo o sin alcohol, vinos ecológicos, veganos, envases más pequeños y el vino en lata. También la apuesta más prometedora es sobre los vinos que ofrecen un diferencial, como los vinos que tienen recuperación de uvas autóctonas. En definitiva, un producto premium.
Fuentes: OIV, www.thegourmetjournal.com y Observatorio Vitivinícola Argentino, ICEX, WSTA, Wine Intelligence