A lo largo de 30 meses se aplicarán esos fondos «no reembolsables» para financiar 8 estudios dentro del denominado Programa de Vitivinicultura Inteligente (PVI), cuyo objetivo final es «incrementar la productividad, calidad y competitividad del sector». El convenio entre la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) permitirá relevar y analizar en conjunto la agroecología, el paisaje y los distintos varietales, para establecer la mejor combinación posible cepa-clima-suelo en cada territorio. La iniciativa forma parte del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) 2030, ya en marcha.
De esta manera, se inician distintas etapas de investigación y análisis en el que se incluirán: la generación e integración de información sobre factores físico-ambientales (clima, suelo, relieve, paisaje, recurso hídrico, geo-situación); el análisis de impacto económico y socioambiental de la adopción de los conocimientos, técnicas y tecnologías 4.0; la formulación de un sistema experto como soporte para la toma de decisiones en la industria; la identificación de formas innovadoras que colaboren con la transferencia y adopción del Programa; y la definición de proyectos de inversión para la implementación del mismo en la vitivinicultura argentina.
«La cooperación técnica con el BID es un hecho muy relevante, ya que contribuirá a incrementar la competitividad del sector vitivinícola, en especial en los oasis productivos de Mendoza, San Juan y Salta mediante la caracterización de zonas vitícolas», sostuvo Virginia Furlani, coordinadora técnica de la unidad ejecutora de Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI) de Coviar. Para ella, este acuerdo permitirá fortalecer las capacidades regionales y, a futuro, podrá ampliarse a otras regiones empleando metodologías comunes y compatibles.
El estudio tiene un alto valor estratégico para el sector porque permitirá identificar zonas y productos; y es una de las acciones estratégicas propuestas en la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) con miras al 2030″.
Virginia Furlani, coordinadora técnica de la Coviar
Asimismo, la cooperación técnica también será relevante a los fines del aporte que representa para el sector productivo de bienes y servicios, como información fundamental para apoyar la toma de decisiones con mayor racionalidad y previsibilidad. El conocimiento preciso de los sitios, particularidades y reconocimiento de problemáticas que pueden comprometer el futuro de la actividad contribuye a reducir los riesgos de nuevas inversiones agroindustriales, dar respuesta a las preferencias de los consumidores y promover procesos tanto de desarrollo como de planificación territorial.
Herramienta para la toma de decisiones
«Considero que el convenio es un hito en la historia de la vitivinicultura argentina -manifestó Martín Kaiser, gerente de Viñedos de Bodega Doña Paula, docente e investigador-, porque implica generar una base de conocimiento sobre las condiciones agroecológicas de nuestras regiones». «Dicho conocimiento -consideró- no sólo mejorará el entendimiento de la diversidad de nuestros territorios, sino que nos permitirá tomar mejores decisiones a la hora de elegir la combinación correcta de cepa-clima-suelo».
Sobre otras de las consecuencias útiles del proyecto, Kaiser estimó: «También tendremos argumentos sólidos para explicar las diferencias que se presentan en nuestros vinos de acuerdo con su origen y así comunicar mejor nuestros productos».
Considero que el convenio es un hito en la historia de la vitivinicultura argentina».
Martín Kaiser, enólogo de Doña Paula, docente e investigador.
Por su parte, Sebastián Zuccardi, director enológico de Bodega Zuccardi, valoró: «Creo que el convenio BID-Coviar es importante porque el futuro de nuestra industria está en los lugares, y el conocimiento de nuestros lugares nos va a permitir que nuestros vinos tengan más identidad y que podamos transmitirlo en los distintos mercados. Esta tarea va a servir de base para trabajos futuros, ya que se busca caracterizar. Y por las diferencias que tenemos entre las regiones, es fundamental aprender, entender y luego mostrar la diversidad que tenemos».
El conocimiento de nuestros lugares nos va a permitir que los vinos tengan más identidad y que podamos transmitirlo en los distintos mercados».
Sebastián Zuccardi, director enológico de Bodega Zuccardi
Por último, Edgardo del Pópolo, gerente general de Susana Balbo Wines, destacó que «el convenio es muy importante porque nos va a permitir por primera vez poder caracterizar en forma orgánica nuestras principales regiones vitivinícolas; a través de la conjunción del estudio profundo de nuestros suelos, del clima y los aspectos sociales que involucran a las comunidades de productores de uva y vino de cada región, nos dan un punto de partida diferenciador que muestra el camino de real trascendencia de nuestra Argentina vitivinícola».
Los tres componentes de la cooperación técnica
La financiación del BID a los proyectos de investigación estará estructurada en tres etapas.
1 – La primera incluirá el financiamiento de 6 estudios que ayudarán a definir las zonas agroeconómicas homogéneas de las regiones vitivinícolas de Mendoza, San Juan y Salta; y a obtener conocimiento preciso de los sitios y sus particularidades, así como los efectos económicos y socioambientales de programas de intervención y asociatividad productiva e industrial para la mejora de competitividad y sostenibilidad de la cadena vitivinícola.
2 – En tanto, el segundo componente estará orientado a la transferencia y adopción del programa, a través de la realización de dos estudios que harán uso de técnicas de Inteligencia Artificial con el objetivo de contar con un sistema innovador diseñado como alternativa para dar continuidad al desarrollo en los procesos de toma de decisiones.
3 – Por último, el tercer componente contemplará los requisitos para la implementación del programa y prevé el desarrollo de acciones que fortalezcan las capacidades científicas-tecnológicas del sector y generen, a su vez, la información requerida para dimensionar las inversiones futuras.
Fuente: Coviar