Distintas organizaciones y protagonistas del sector vitivinícola argentino celebraron hoy 24 de noviembre, en ocasión del 10mo. aniversario de la declaración del vino como Bebida Nacional, el hecho de que los despachos tanto al mercado interno como al exterior hayan crecido significativamente en los primeros 10 meses de 2020, con respecto al mismo período de 2019. La ley nacional que en 2010 instituyó este Día estableció derechos para la bebida, asegurando a la vitivinicultura la permanencia de sus productos en las góndolas en situaciones críticas, como es la actual a causa del confinamiento y las restricciones por el covid 19.
En marzo de 2020, la pandemia de coronavirus encontró al sector vitivinícola en plena cosecha. No obstante empresas y Estados pudieron rápidamente adaptarse y generar los protocolos sanitarios para completar esta etapa fundamental del proceso productivo y garantizar el cuidado de los trabajadores.
Finalizada la cosecha, y con todas las incertidumbres del caso, bodegas y canales de comercialización comenzaron a advertir una leve pero sostenida curva positiva en las ventas: desde los primeros meses de 2020 los despachos mostraron una recuperación del mercado doméstico.
El mercado interno se recupera
El acumulado de los primeros 9 meses de despachos al mercado interno creció 8,3% según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Con estas cifras, el vino que entró al mercado hasta setiembre superó en más de 54 millones de litros al mismo período de 2019.
El informe de ese mes del INV indicó que, aunque los tintos dominaban las salidas al mercado (+7,4% en volumen), también se observaba un repunte de los blancos que crecieron 14,5% en cantidad de litros y pasaron de despachar 17,7 millones de litros en septiembre de 2019 a entregar al mercado 20,3 millones de litros en el mismo mes de 2020.
Ver nota Enolife: En setiembre 2020 se vendieron 86 millones de litros de vino en el mercado interno argentino
Crecimiento de las exportaciones
Argentina exportó en los 10 primeros meses de 2020, 337,5 millones de litros de vino, lo que implica un crecimiento en volumen del 35,7%, según datos de anticipos relevados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Estas cifras suponen que se exportaron 88,8 millones de litros más con respecto al mismo período del año 2019.
De los 337,5 millones de litros de vino exportados, 171,3 millones (51%) corresponden a vinos fraccionados, en los que se observa un crecimiento acumulado interanual del 6,1%; mientras que 166,1 millones (49%) son de vinos a granel, con un aumento del 90,5%. Se exportaron 216 millones (64%) de litros de vinos varietales, con un crecimiento del 23,4%, además 119,1 millones (35,3%) de litros de vinos sin mención varietal, que marcan un aumento 67,8%.
El crecimiento en volumen de exportaciones marca una mayor presencia del vino argentino en los mercados mundiales y muestra una recuperación en el ránking mundial de países exportadores: Argentina pasó del puesto 11° del al 8°, gracias al trabajo del sector público y privado.
Ver nota Enolife: De enero a octubre, las exportaciones de vino argentinas crecieron 35,7% vs igual período 2019
Diversificación y fortalecimiento de los mercados
Con datos consolidados aportados por el INV a agosto de 2020, Gran Bretaña pasó a ser el principal mercado de exportación para el vino argentino fraccionado y a granel. Con un crecimiento interanual del 37,6%, desplazó del podio a Estados Unidos que -con una caída del 10%- pasó a ser el segundo mayor destino de las ventas del vino argentino al mundo. Canadá se ubica tercero con un crecimiento en los envíos a este destino del 10% interanual en agosto de 2020, según último dato consolidado por el INV.
China asciende con fuerza, gracias a un crecimiento del 180% en las exportaciones totales de vinos (fraccionados y a granel), y se ubica como el cuarto mayor destino para Argentina. Y hay crecimientos importantes en países de América Latina claves como Brasil (+28,4%) y México (+39,8%), que se ubican como el 5° y el 6° mayor mercado para el vino argentino, según datos del INV.
Impulso desde el Estado para promover la industria vitivinícola
La ley 26.870, que declaró al vino argentino como Bebida Nacional, promueve la elaboración y ejecución de planes de acción (PEVI 2020 y PEVI 2030) con los siguientes objetivos:
- Difundir las características culturales que implique la producción, elaboración y consumo del vino argentino y sus tradiciones.
- Promover la imagen e isologo del vino argentino en todo tipo de eventos oficiales en el país y en el exterior.
- Establecer que el isologo del vino argentino bebida nacional o su texto equivalente sea incorporado en la etiqueta del vino de producción nacional. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a través del INV establecerá los criterios y condiciones para el uso del isologo o su texto equivalente.
- Promover el desarrollo de las economías regionales a partir de acciones relacionadas con actividades de servicios vinculadas al sector vitivinícola.
- Asegurar la presencia del vino argentino en eventos oficiales del cuerpo diplomático y consular.
- Promover los estudios y organizaciones tendientes a la definición de las distintas regiones y subregiones vitivinícolas de cada provincia.
- El sector vitivinícola argentino se distribuye en 15 provincias con unidades de producción que van desde pequeños a medianos productores primarios hasta grupos de gran escala.
Ver la ley: «Declaración Vino Argentino, Bebida Nacional»
La Ley 26.870 establece que el vino es un alimento con raíz cultural e identitaria, embajador nacional en el exterior, fruto de una actividad que es motor de economías regionales y protagonista de procesos de innovación e integración.
Estos enunciados fundamentales han permitido a la vitivinicultura diferenciarse positivamente de otras bebidas alcohólicas en situaciones críticas: posibilitaron dejar sin efecto el proyecto de impuesto interno al vino en 2017.
Por otro lado, le otorgaron al vino un estatus diferenciador con el que sorteó ese mismo año la prohibición de publicidad en vía pública que impuso la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
También el hecho de que el vino sea la Bebida Nacional habilitó mejores tratamientos impositivos para optimizar su performance exportadora. Y diferenció al vino de otras bebidas alcohólicas en los debates y proyectos legislativos de «tolerancia cero» al comprender que la dinámica y los contextos de consumo del vino son también distintos: relacionados fundamentalmente con las comidas, en el ámbito hogareño y familiar y siempre propiciados desde la cultura de la moderación.
Fuente: Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar)