A partir del 1 de enero, los vinos del Viejo Continente pagarán mayores aranceles para ingresar a Gran Bretaña a raíz de la separación de este país de la Unión Europea. La segura disminución de las importaciones británicas de vinos españoles, franceses e italianos generará una oportunidad para los vinos del Nuevo Mundo en general y para los argentinos en particular. El Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina (Ceeba) analizó las cifras del comercio entre nuestro país y el Reino Unido, como un aporte para la planificación de futuros negocios en el nuevo contexto.
El reciente anuncio del gobierno británico confirmando lo que ya fuera anticipado en mayo último, en relación a los mayores aranceles que pagarán los vinos europeos para entrar a ese país, generará efectos sobre la posición competitiva de Argentina en aquel mercado.
Como consecuencia de las medidas vinculadas al Brexit, se abre un panorama auspicioso para la exportación argentina, que desde hace varios años viene consolidando su posición competitiva en ese mercado, a pesar de los elevados aranceles relativos a los vinos europeos.
Gran Bretaña importó vino por U$S 4.022 millones el último año
Según el Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina (Ceeba), el mercado británico importó en los últimos 12 meses cerrados en julio de 2020 un total de 1.343 millones de litros y 4.022 millones de dólares, resultando de ese modo un precio promedio total de 3 dólares por litro. El promedio ponderado de todos los aranceles cobrados significó un 3,9% sobre ese total.
El principal origen de los vinos que entran a Gran Bretaña es los países europeos, donde los principales exportadores representan el 63% del valor total. A su vez, los países del Nuevo Mundo, que ya cuentan con preferencias arancelarias (Chile y Sudáfrica), participan del 9% del total importado.
Los países que más tienen para ganar gracias a esta decisión del gobierno inglés son los del Nuevo Mundo, que en los últimos 12 meses exportaron por un total de 884 millones de dólares hacia Gran Bretaña. En ese grupo están los vinos argentinos, que facturaron 124 millones de dólares.
Previo a la pandemia, fueron los vinos europeos los que mostraron una expansión gracias a condiciones cambiarias, mientras que ahora pueden sufrir una merma considerable en un mercado que es muy abierto a vinos de todo el mundo.
Si se observa la importación discriminada por tipo de vino, claramente el mayor volumen corresponde a vinos fraccionados, aunque también es la franja que más ha disminuido en los últimos años como consecuencia de la caída de consumo en el mercado británico, pero además, por una sustitución con la importación de vinos a granel que se fraccionan en Gran Bretaña y luego son despachados al mercado interno y a la exportación, especialmente a países europeos, modalidad que seguramente también sufrirá un impacto negativo luego de próxima entrada en vigencia del Brexit.
En tanto, la menor participación corresponde a vinos espumantes, cuya importación total se ha mantenido relativamente estable en los últimos años.
Tal cual muestran los gráficos que se incluyen en esta nota, los vinos fraccionados tranquilos provienen mayoritariamente de los países europeos, en especial de Francia, y en segunda instancia de Italia. En los últimos años, han mostrado cierto crecimiento, mientras que ha existido una importante caída de vinos del Nuevo Mundo tanto con como sin preferencias arancelarias.
Ahora con menos arancel, pueden colocarse en Gran Bretaña vinos de precios algo menores y ganarles espacio a los vinos italianos y españoles con los que competimos».
Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina
Es de destacar la caída de aquellos que han gozado del beneficio, porque lo han hecho con arancel 0, lo cual indica que no ha sido atractivo el mercado o que no han tenido ventajas competitivas. Es allí donde parece radicar la posibilidad de expansión de los vinos fraccionados argentinos, que sí han mostrado expansión en los últimos años sin gozar de preferencias.
En cuanto a los vinos espumantes se trata de un mercado casi totalmente dominado por los europeos, especialmente franceses e italianos con una sustancial caída de los primeros y el consecuente aumento de los de Italia de la mano del Prosecco.
No parece haber allí oportunidades muy importantes frente al cambio anunciado por el gobierno británico y puede haber una caída de importaciones sin que los países del Nuevo Mundo puedan captar un sustancial mercado gracias a la mejora arancelaria.
Por último, el mercado de vino a granel está dominado por exportaciones de países del Nuevo Mundo y en especial de aquellos que no gozan de preferencias arancelarias. Este mercado se expandió gracias a la importación para fraccionar allí ahorrando así costos de transporte, pero habrá que ver cuál es el impacto definitivo de la medida por cuanto luego se exportaban fraccionados al continente europeo y es posible que ahora pierdan ventajas arancelarias para hacerlo. Entre Australia y Estados Unidos concentran el 57% del valor importado en los últimos 12 meses.
Los vinos argentinos pasaron de tener un share total del 1,7% al 3,3% en volumen en los últimos 5 años y del 1,9% al 3,1% en valor en el mismo período. Y durante la crisis de la pandemia es uno de los pocos países que ha mostrado crecimiento en el valor total exportado. La principal expansión la tuvo en vinos espumantes y granel mientras que mostró una fuerte caída en vinos fraccionados como consecuencia de las medidas restrictivas para el on trade, donde tienen mayor penetración estos vinos argentinos.
Sin lugar a dudas, la medida implementada por Gran Bretaña en relación a la exportación de vinos europeos producirá el efecto de una caída de importación de vinos del continente, que será parcialmente sustituida por vinos del Nuevo Mundo y en especial por los países que no contaban con preferencias arancelarias pues se supone que aquellos que las tenían ya habían jugado con esa diferencia competitiva.
“Entre los vinos que se benefician están sin dudas los argentinos, pues mostraron una gran capacidad competitiva gracias a una buena relación cambiaria y el posicionamiento de los vinos fraccionados en franjas de precios más elevadas. Competían en precios con vinos europeos italianos y españoles y ahora con menos arancel pueden colocarse vinos de precios algo menores y ganarles espacio a éstos dado que el mercado inglés es un mercado de precios promedio relativamente bajos comparados con el resto de los principales países importadores mundiales”, comentó Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina.
Fuente: Bodegas de Argentina