A partir de la reorganización del INV desde febrero pasado, con la conducción de Martín Hinojosa y la conformación de un nuevo Laboratorio Estadístico con su plantel estable de técnicos, la institución que fiscaliza el vino en la Argentina ha elaborado un extenso y completo «Relevamiento Vitivinícola Argentino», cuya primera parte, referida al contexto productivo, se publicó el 18 de agosto pasado. Hoy, 1 de octubre, se divulgó la segunda parte: el contexto industrial. En dos próximas entregas, se completará con el contexto comercial y la conclusiones.
El documento, con la radiografía y el diagnóstico del sector, es un aporte fundamental para el diseño del nuevo Plan Estratégico Vitivinícola 2030 (PEVI 2030) que elabora la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Y a la vez resulta útil para la toma de decisiones productivas y comerciales por parte los protagonistas de la industria.
El informe “Parte II del Relevamiento Vitivinícola Argentino” realiza un profundo análisis del contexto industrial del sector vitivinícola, con el fin de contribuir a la toma de decisiones por parte de productores, industriales y emprendedores. Además de relevar, organizar y sintetizar datos sobre la cantidad y tipo de bodegas en todo el país, la capacidad de vasija y otros factores directamente vinculados a la producción, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) propone definir en 11 las regiones vitivinícolas del país para su mejor análisis, tomando en cuenta no sólo las características geográficas sino también, y fundamentalmente, las distintas modalidades de producción. Así quedaría la reclasificación:
Propuesta de regionalización
1) Zona Este – Mendoza (San Martín, Junín, Rivadavia, La Paz y Santa Rosa)
2) Valle de Uco – Mendoza (Tupungato, Tunuyán, San Carlos)
3) Zona Sur – Mendoza (San Rafael y General Alvear)
4) Zona Centro – Mendoza (Maipú, Luján de Cuyo, Guaymallén, Godoy Cruz)
5) Zona Norte – Mendoza (Lavalle, Las Heras)
6) San Juan
7) La Rioja
8) Catamarca
9) Noroeste Argentino (Salta, Tucumán y Jujuy)
10) Patagonia (Neuquén, Río Negro, Chubut, La Pampa)
11) Otras regiones (Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Entre Ríos)
El presidente del INV, Martín Hinojosa, comentó que dicho estudio se realizó con el objetivo de llevar a cabo un diagnóstico de la vitivinicultura argentina, en donde se toman en consideración los aspectos relativos a la situación vitivinícola a nivel internacional, nacional y regional. En este sentido es que, para cada uno de ellos, «es propicio el abordaje de datos estadísticos e indicadores que reflejen la situación actual».
«Desde el INV consideramos que se debe hacer especial énfasis en las particularidades regionales. La vitivinicultura argentina es un sector que presenta una gran heterogeneidad, con distintas problemáticas, intereses y necesidades de acuerdo con la zona en la que se desarrolla. Se manifiestan grandes brechas en términos de modelos productivos, superficie de viñedos y variedades, sistemas de conducción, innovación y tecnología, organización del trabajo y empleo, comercialización, rentabilidad, institucionalidad, entre otros», agregó Hinojosa.
«A estas diferencias -continuó el presidente- es importante estudiarlas y analizarlas, identificando las fortalezas y debilidades de cada región para la toma de decisiones estratégicas; condición necesaria para que cada territorio pueda desplegar su potencialidad de forma integral y equitativa. Planificar a nivel nacional, sin contemplar esta diversidad, puede acarrear el riesgo de tener un plan estratégico que tenga buenos resultados para una región y parciales o nulos para otras».
Planificar a nivel nacional, sin contemplar la diversidad geográfica y el modo de producción de cada región, puede acarrear el riesgo de un plan que tenga buenos resultados para una región y parciales o nulos para otra».
Martín Hinojosa, presidente del INV
En tal sentido, con este informe se busca dar una visión que aporta al fortalecimiento institucional del sector, dado que amplía la representación de intereses dentro de un plan integral. A su vez, «habilita estrategias diferenciadas, posibilitando desarrollar las sub-cadenas vitivinícolas que también dan sustento a la actividad», explicó Hinojosa.
Una de las conclusiones desplegadas por los técnicos del Laboratorio Estadístico del INV es que la diferenciación entre regiones debería contemplar, al menos dos criterios: zona geográfica y modelo productivo, comercial e industrial predominante. En este sentido se destacan 10 regiones vitivinícolas bien diferenciadas en el país, mas una onceava que incluye a regiones no tradicionales y de incipiente desarrollo, como Córdoba, San Luis, Buenos Aires y Entre Ríos.
Frente a ello, Hinojosa remarcó: «La fortaleza institucional que hoy existe en las zonas vitivinícolas debe ser garante en la implementación de acciones y monitoreo de cualquier plan aplicable a la actividad. De ese modo es que desde el INV se ha compilado los datos de diversas variables vitivinícolas en cada una de estas zonas diferenciadas, de modo de poder trazar estrategias y objetivos que engloban los datos de la zona industrial como un todo».
Principales conclusiones del informe
Bodegas
La Zona Este de Mendoza es la que tiene mayor cantidad de bodegas inscriptas del país (27,4%) y bodegas elaboradoras 2020 (26,2%).
La Zona Centro de Mendoza cuenta con la mayor cantidad de fábricas de espumantes del país. El 57% de estos establecimientos están en esta zona.
Valle de Uco y Noroeste son las únicas zonas que han aumentado la cantidad de bodegas elaboradoras en 2020 respecto al año 2010.
Capacidad de vasija
Sólo se ocupa el 37% de la capacidad instalada de vasijas. La capacidad instalada de vasijas del país es de 48.121.868 hl, lo cual corresponde a 2,7 veces la elaboración promedio de los últimos 10 años (17.796.004 hl).
Las vasijas más grandes se encuentran en la zona Norte de Mendoza (926 hl): Seguida por la zona Este (715 hl) y San Juan (705 hl):
Las más pequeñas están en Patagonia (185 hl), Noroeste (246 hl) y Valle de Uco (336 hl).
La zona Centro tiene la mayor cantidad de vasijas del país (31,4%).
Elaboración
San Juan es la primera elaboradora de mosto del país y la segunda elaboradora de vino.
La Zona Este (segunda elaboradora de mosto) destina en promedio un 26% a mosto, llegando en los últimos años al 32%.
San Juan y el Noroeste son las zonas con mayor participación del vino blanco en el total elaborado de cada zona. En promedio (6 años) en San Juan el 48,1% de la elaboración anual de vino corresponde a vino blanco y en el Noroeste esa participación es del 43,5%.
Uva en fresco
- La provincia de San Juan es la mayor elaboradora de uva en fresco y pasas del país.
- En el año 2019, el 13,3% de la cosecha se destinó a consumo en fresco o pasas (887.283 qq).
Traslados interzonales
- La Zona Este tiene balance negativo de traslados a granel de vino y mosto. El 38% de los traslados de vino a granel y el 35% de los traslados de mosto sulfitadointerzonales (dentro de Mendoza) operados desde la zona Este, se destinan a otras zonas, principalmente a la zona Centro.
Los informes completos del Contexto Industrial y el Contexto Productivo se pueden consultar ingresando en www.inv.gov.ar