Este año, el aperitivo que contiene un 75% de vino y se fabrica en la bodega Familia Zuccardi de Maipú, Mendoza, fue exportado a Chile, Estados Unidos, Alemania y Perú. La bebida es elaborada con vinos malbec y torrontés de Mendoza, endulzado con mosto de uva y contiene extractos de hierbas autóctonas como la jarilla, además de cortezas, semillas, especias y flores. Y está fortificada con alcohol destilado.
Según estadísticas de el Observatorio de la Complejidad Económica (OEC), de Massachusetts, Estados Unidos, durante el año 2018 (últimas cifras disponibles) el vermú fue un producto que, en el comercio mundial, movió una monto total de u$s 541 millones, representando el 0,0029% del comercio global total.
Los principales países exportadores de este mercado en ese mismo año fueron Italia (u$s 221 millones), España (u$s 87,4 millones), Francia (u$s 63,7 millones), Alemania (u$s 53,5 millones) y Estados Unidos (u$s 41,5 millones).
En cuanto a los países importadores, estas son las cifras: EEUU (u$s 57,7 millones), Alemania (u$s 49,9 millones), Francia (u$s 49,2 Millones), Gran Bretaña (u$s 34,1 millones) y Polonia (u$s 34,1 millones).
En Argentina, en 2018, el comercio de esta bebida representó $689,85 millones. Dentro de la categoría de aperitivos, el vermú representa el 10% (si se incluye el fernet en esta categoría, y si no se lo incluye, alcanza el 20%). Mueve por año, en promedio, 730.000 cajas de 9 litros cada una, lo que lo convierte en un negocio más grande en volumen que el de todas las categorías de espirituosas juntas, menos el whisky (que mueve por sí solo 1 millón de cajas de 9 litros).
El pasado 21 de setiembre de 2020, el Ministerio de Desarrollo de la Nación publicó un tweet a través del cual da a conocer que el vermú mendocino «La Fuerza» llegó a Estados Unidos y Alemania. Y hace días se sumó también Perú. Ya desde 2019 se exportaba a Chile.
«La Fuerza» en un emprendimiento originado y con base en Mendoza, por la sociedad entre Agustín Camps, Julián Díaz, Martín Auzmendi y Sebastián Zuccardi, quienes bautizaron con ese nombre a la bebida en homenaje a la fuerza de los inmigrantes que fueron los que trajeron la cultura del vermú y los aperitivos a Argentina.
Es un vermú elaborado con vinos malbec y torrontés de Mendoza y hierbas de la cordillera, cortezas, semillas, especias y flores. También elaboran un vermú que se llama «Primavera de los Andes», a base de torrontés y con un color rosado que le dan las flores de primavera.
Actualmente se están produciendo unas 25.000 botellas al año de «La Fuerza». Se comercializa en botella y en barril, porque en los bares se sirve del grifo. El precio por botella de 750 ml es $770. Los productos que se exportan son los envasados en botella de vidrio, el vermú blanco y el rojo.
Consultado por Enolife, Martín Auzmendi, uno de los socios del emprendimiento, a cargo de la comunicación de la marca, comentó: «Este es un proyecto de cuatro socios; luego de dos años de pruebas lanzamos el vermú al mercado el 9 de enero de 2018, simultáneamente con la apertura de un local con el mismo nombre en Buenos Aires, en el barrio de Chacarita, inspirado en la cultura de los bares populares de las ciudades y pueblos de nuestro país. Fue allí donde se sirvió por primera vez. Tuvo mucho reconocimiento y desde entonces empezamos el camino para distribuirlo al país y luego exportar. El primer destino fue Chile a fin de año pasado»
En cuanto a las características del producto, Auzmendi explicó: «El vermú es un aperitivo que, legalmente, por disposición del INV, debe tener el 75% de vino. Los otros ingredientes que contiene son azúcar, que nosotros reemplazamos con mosto de vino, hierbas naturales y alcohol. Nosotros usamos malbec para el rojo y torrontés para el blanco, a los que se les agrega alcohol destilado en el alambique de la bodega Familia Zuccardi. Nuestras hierbas son principalmente de la precordillera mendocina, y el resto de los ingredientes provienen todos de la uva, por eso lo definimos como el primer vermú de los Andes, porque no tiene ningún agregado que no sea autóctono, ni aromatizantes, ni colorantes».
A partir del año 2012, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) controla todas las etapas de la producción del vermú y constata que se cumpla con la composición exigida, que debe contar con un 75% de vino según la definición establecida en el artículo 17 inc. e) de la ley 14.878 y en el Código Alimentario Argentino. Hasta ese momento, el INV fiscalizaba los componentes con que se elaboran, pero era el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) el que aprobaba el producto final.
«El consumo del vermú es una tendencia; nosotros buscamos un producto de calidad con identidad local… No es masivo, pero su consumo a nivel mundial está creciendo. Nuestro proyecto empuja esa categoría, y está bueno que Argentina tenga un lugar en el mundo del vermú de calidad. Nuestro objetivo es renovar la tradición que teníamos, pero con una mirada hacia el futuro, no nostálgica. Una bebida que no sea sólo de domingo» concluyó Auzmendi.
Fuentes: La Nación, OEC, La Fuerza, El intransigente y Cancillería Argentina