Según el último informe estadístico del Instituto Nacional de Vitivinicultura, publicado el 4/9, los despachos de vino al mercado interno de Argentina pegaron el mayor salto interanual desde 2013 a la fecha. Lideran la suba los tintos, varietales y botellones, pero cayeron los espumosos. En total, se vendieron 98 millones de litros el mes pasado.
El consumo de vinos en el mercado interno, durante el mes de julio 2020, mostró cifras positivas, y el crecimiento acumulado de los primeros 7 meses del año 2020 revirtió una tendencia negativa que afectó a la vitivinicultura argentina durante años. Se registró un incremento del 21,7% en los despachos de vinos al mercado interno respecto a igual mes del 2019. Tintos, varietales y botellón marcan la tendencia en el aumento del consumo en Argentina.
Durante el mes de julio de 2020 se registró un incremento del 21,7% en los despachos de vinos al mercado interno respecto a julio del año anterior, con un volumen total cercano a los 98 millones de litros. Un dato importante para el sector es que no se registraban cifras similares para un mes de despachos en los últimos 7 años.
Asimismo, el crecimiento acumulado en los primeros 7 meses de 2020 representa un aumento del 9,4% con respecto a igual período de 2019. En total, se alcanzaron los 535 millones de litros de vino en lo que va del presente año. Este aumento acumulado en el mercado interno marca un cambio de tendencia respecto a lo que sucedió en los últimos años.
El consumo responsable en los hogares y acompañando a las comidas se ha incrementado durante este año. El vino es una bebida saludable por lo que ha sido revalorizado durante la pandemia.
Al analizar los datos y disgregarlos, las principales tendencias de esta recuperación están dadas por una creciente preferencia por los vinos tintos y por los varietales, de la mano de precios más accesibles en los canales de proximidad, supermercados y ventas online.
En cuanto a envases, la botella tradicional de vidrio gana terreno al mismo tiempo que los megatamaños, como el botellón, que impulsan crecimientos fuertes porque visten la mesa en las comidas con buena relación precio-calidad-cantidad.
Del otro lado, se analiza una caída en los espumosos. Claramente, dada por una menor demanda por la pandemia, con pocos eventos y fiestas, mínima venta en restaurantes y cero ventas en pubs y discotecas.
Fuente: Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV)