Tras dos meses de negociaciones paritarias entre la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Foeva) y la patronal conformada por representantes de las entidades y empresas vitivinícolas, ambas partes acordaron una suba que lleva el sueldo incial de los empleados del sector de $21.570 a casi $30.000, por lo que a partir de setiembre y al menos hasta febrero de 2021 percibirán de bolsillo, en promedio de las distintas categorías, $37.000.
El 6 de agosto pasado, los dirigentes de los trabajadores nucleados en la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Foeva) llamaron a un paro general de actividades en reclamo de mejoras salariales para su gente. Es que a esa fecha llevaban un año sin aumentos y, encima, habían trabajado en condiciones de riesgo la mayor parte de la última cosecha, tras el estallido del coronavirus y el decreto de cuarentena.
El conflicto con la patronal parecía escalar, pero intervino el Ministerio de Trabajo de la Nación y ordenó la conocida y muchas veces útil «conciliación obligatoria». Esto motivó que los gremialistas levantaran la medida de fuerza y que los patrones empezaran a pensar en conceder algo más a los que sostienen la industria. Por la misma medida legal, ambas partes debieron volver a sentarse en la mesa de negociación. Y 19 días después del paro abortado llegaron a un arreglo: los empleados percibirán un 40% más de dinero a partir del corriente mes de agosto.
Consultado sobre el particular Miguel Rubio, secretario de Prensa y Difusión de Foeva, el dirigente gremial señaló que «el esfuerzo tras dos meses de negociaciones paritarias llegó a buen puerto, porque obtuvimos una mejora salarial que, en promedio, significa un aumento del 40 por ciento en el bolsillo de los trabajadores». Y agregó que, si bien los sindicalistas arrancaron pidiendo una suba del 50%, el arreglo final resultó «satisfactorio».
El convenio final, ya homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, incluye ingresos no remunerativos dispuestos por el gobierno central como compensación por la emergencia del coronavirus, algunos de los cuales pasarán a ser remunerativos en los próximos meses. Es decir, se incorporarán a la escala salarial.
Por el lado de los empleadores, Eduardo Senra, coordinador general de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA) y representante de ese sector patronal en la paritaria, divulgó un comunicado que detalla lo siguiente: «Luego de muchas reuniones y de la que se está cerrando en este momento (a las 15 del 24/8), les informo que se llegó a un acuerdo el cual consiste en lo siguiente:
- El Decreto 14/2020, que implicó un porcentaje del 19,44%, se bajará a escala de la siguiente forma: el 10% en julio y el 9,44% en agosto.
- Por otro lado, se incorporan $3.000 No Remunerativos desde agosto a octubre inclusive; $3.800 No Remunerativos desde noviembre a enero 2021 y en febrero $4.300 Remunerativos a escala. (Cabe aclarar que no hay retroactivo en lo salarial, salvo la bajada del Decreto a escala) Todo el resto, es desde agosto a febrero 2021.
- Por otro lado en concepto de Refrigerio: desde julio $2.420; desde agosto $2.627 y desde febrero $3.200.
- En concepto de obra social, que antes se pagaba $150, ahora pasa a $200. Este acuerdo que se negocia bajo el CCT 85/89 se pasa proporcionalmente al CCT 154//91.
- Por otro lado, el valor del Tacho de Uva 2019 que era de $13,75 se acordó para la cosecha 2020 en un valor de $17.
La suma de todos estos ítems remunerativos y no remunerativos, más los adicionales por refrigerio y otros conceptos, resultan en un aumento final promedio del 40% con respecto al último sueldo de convenio pactado en 2019.
Fuentes: Foeva y Unión Vitivinícola Argentina