Gases Aconcagua S. A., una empresa mendocina de alcance internacional presidida por Osvaldo Rofrano, desarrolló y patentó un sistema que permite a muchos establecimientos vitivinícolas ser autosuficientes en un insumo clave como es el nitrógeno. Este año, la planta Nitrogás fue exportada a Tarija, Bolivia.
Desde sus inicios en 2004 como una pyme familiar a la fecha, Gases Aconcagua S. A. (GASA) ha crecido a paso firme hasta convertirse en un proveedor clave de la industria vitivinícola, aunque también brinda servicios a otros sectores industriales. Por ejemplo, tiene en sus planes producir gases medicinales.
Uno de los productos más innovadores de GASA es su planta Nitrogás para fabricar nitrógeno in situ en las bodegas, lo que, según explica su propietario Osvaldo Rofrano, permite a sus clientes un ahorro de casi un 80% con respecto al costo de adquirir ese gas a granel en el mercado. Por ese desarrollo, GASA ganó en 2012 el Premio Mendoza Innova, lo cual le permitió acceder a la certificación ISO 9.000/2015 de los procesos y la fabricación de los primeros equipos de producción.
Para arribar al promisorio presente, que incluye dar trabajo a 10 personas en forma directa y a otras 25 como proveedores de insumos y servicios en forma indirecta, en GASA tuvieron que trabajar arduamente, siempre partiendo de la idea de ser útiles a los productores mendocinos que los sustentan. En una entrevista exclusiva con Enolife, Osvaldo Rofrano cuenta cómo se inició, qué obstáculos atravesó y qué objetivos se plantea GASA a mediano y largo plazo.
Usted viene de una familia de trabajadores, con un legado generacional de esfuerzo y perseverancia… Cuéntenos sobre sus raíces…
Nací en Capital Federal, con un papá comerciante y mamá ama de casa. En 1964 mi mamá se enfermó de cáncer y mi papá destinó todos sus recursos a pagar los tratamientos médicos. Su comercio se fundió y mamá murió en 1966. Nos mudamos a un conventillo en Villa Soldati, a la casa de un tío. Mi papá empezó a trabajar en Vialidad Nacional como chofer. Viajaba mucho, y en uno de sus viajes conoció en Oberá a su segunda esposa. Nos criamos a los tumbos, de casa en casa de mis tías y primas, mientras mi papá viajaba.
En 1973 entré a la ENET Nº 1 de Vialidad Nacional, en Dársena Sur del puerto de Buenos Aires. Es una escuela fábrica, donde se hacía de todo, desde fundición de metales hasta baterías, pasando por mecánica liviana, mecánica pesada, tornería, soldadura, etcétera. Trabajé desde mis 14 años y durante mis estudios, lo que me enseñó el valor del esfuerzo.
Al terminar el secundario empecé a trabajar como aprendiz en Decavial S.A. Me casé con Claudia, y luego me convocaron a trabajar en AGA Argentina, una empresa multinacional de gases de origen sueco, en el Parque Industrial de Pilar, como supervisor de planta. Después pasé al departamento técnico, donde trabajé en proyectos de plantas de gases.
Uno de esos proyectos me trajo a Mendoza en 1990, donde me tocó hacer la reingeniería de Pablo Casale. Luego de realizar esa tarea, me ofrecieron quedarme en Mendoza, y desde entonces estamos aquí. En AGA mi carrera fue creciendo de responsable técnico a gerente regional para San Juan, Mendoza y Neuquén.
Fue allí donde me tocó desarrollar el uso de nitrógeno para inertizar y conservar la calidad de los vinos. Junto a un colaborador, logramos que el nitrógeno fuera tan imprescindible como la botella o el corcho. Llevamos a cabo una instalación de magnitud en La Agrícola S.A., lo que les permitió dejar de ser nitrógeno dependientes (1 litro de nitrógeno por litro de vino).
Cuando, en 2002, AGA es vendida al grupo Linde, de Alemania, me despidieron… Y entonces comenzó una nueva etapa en mi vida. Había aprovechado el tiempo desde mi llegada a Mendoza para estudiar y recibirme de Licenciado en Administración de empresas. Y también me convertí en andinista… Justamente, después de mi última ascención al Cerro Aconcagua, decidí ponerle ese nombre a mi empresa, la que fundé junto a mi esposa Claudia y a mis hijos Julián y Aldana.
¿Cómo fueron los inicios de Gases Aconcagua S. A.?
Comencé con mi emprendimiento de crear Gases Aconcagua en 2004. Ese proyecto fue mi tesis en la Universidad, y después en 2006 arrancamos con a planta. A partir de entonces venimos en una senda de crecimiento sostenido, paso a paso, adaptándonos a las necesidades del mercado de gases en todos los sectores de la economía.
¿Cuántos empleados tienen hoy?
Hoy contamos con una planta de personal de 10 trabajadores en forma directa y aproximadamente otros 25 indirectos.
En un momento difícil de la economía logró desarrollar una planta de nitrógeno. ¿Cómo llegó a ese objetivo?
Sí, fue cuestión de esfuerzo y trabajo continuo. En 2009, en una visita turística a la Bodega Zuccardi, me encontré con el ingeniero José Alberto Zuccardi. Luego de una charla, en la cual él me expuso su inquietud por el alto costo del nitrógeno, me preguntó si sabía cómo bajar el costo del gas. En ese momento yo ya tenía la idea, pero llevarla a cabo era muy costoso para mí, así que le presenté el proyecto y él se mostró muy interesado.
Un mes después llegamos a un acuerdo; ellos se sumaron al proyecto con el capital y yo con el know how. Firmamos un contrato, comenzamos el desarrollo y un año después instalamos la primera Planta de Producción de Nitrógeno Gaseoso en La Agrícola S.A., la que a la fecha sigue funcionando.
En 2011 nos presentamos en el concurso Mendoza Innova, que organizaba el Idits, y ganamos un premio, lo que nos permitió acceder a la certificación ISO 9000/2015 de los procesos y la fabricación de los primeros equipos de producción. Hicimos los contactos para patentar la planta y la bautizamos con el nombre comercial NITROGAS®.
¿Qué es y cómo funciona esa planta?
La planta es un conjunto de equipos conformado por compresor de aire a tornillo, el tanque de aire, un secador de aire y el sistema de filtrado. El aire limpio y seco pasa por el equipo NITROGAS®, donde se separa el aire por tamaño de moléculas; luego el nitrógeno se almacena en un tanque y el oxígeno vuelve a la atmósfera. El nitrógeno producido desde el tanque se utiliza en todos los procesos que requieren inertizar (evitar el contacto con el oxígeno) para diferentes industrias.
El proceso de separación es el siguiente:
- Compresión y acondicionamiento del aire. Toma del aire ambiente, filtrándolo y secándolo por medio de un sistema.
- Absorción. Retención del oxígeno del aire, derivando el nitrógeno, a una pureza predeterminada, al tanque pulmón.
- Desorción. Eliminación del oxígeno al ambiente.
- Adsorción y Desorción. Alternativamente, liberación del oxígeno a la atmósfera por medio de un sistema de control electrónico (PLC.
Para qué se utiliza el nitrógeno en la vinificación:
El nitrógeno en la vinificación se utiliza para prevenir la oxidación, ayudando a desplazar o sustituir el aire.
Al ser un gas inerte, incoloro e inodoro, reduce el riesgo de deterioro del producto final, permitiendo conservar las propiedades del vino (acidez, color, aroma y sabor). De esta manera el uso del nitrógeno permite un mayor tiempo de almacenamiento sin que se alteren las cualidades primarias del vino.
Este gas inerte permite realizar las operaciones de vinificación controlando en todo momento el nivel de oxígeno y de dióxido de carbono presente en el vino.
La inertización del vino consiste en la sustituir el aire que está en contacto con el producto por gases inertes como el nitrógeno, evitando el deterioro de su calidad, tanto física como microbiológica, durante los procesos de elaboración, envasado y conservación. Y es que el oxígeno del aire puede reaccionar con determinados compuestos mermando su calidad: enrarecimiento, pardeamiento, desnaturalización de las proteínas, sabores extraños, etcétera.
La posibilidad de tener una planta de producción de nitrógeno in situ tiene muchas ventajas, si bien requiere una gran inversión. La inversión se recupera en poco tiempo, ya que ya no hay costos de alquiler ni traslados. Además, el hecho de disponer del nitrógeno en el momento en que se necesite, garantiza la producción y favorece la eficiencia.
Se eliminan los riesgos de seguridad asociados a la manipulación de cilindros de alta presión.
A principios de este año, tras necociar en la SITEVI 2018, ustedes exportaron la primera planta NITROGAS® . Bolivia fue el mercado, Tarija la ciudad y Aranjuez la bodega… ¿Cómo se desarrolló el negocio de exportación, cómo fue la colaboración de Promendoza y que otros apoyos y asesorías tuvieron?
Participamos en una ronda de negocios organizada por Pro Mendoza en la Sitevi 2018. Allí nos contactamos con la Bodega Aranjuez, de Tarija, Bolivia. Y luego de varias reuniones posteriores, concretamos la venta.
Después de la aceptación, de la cotización y de la emisión de la orden de compra, comenzamos a fabricarla. Nos sorprendió mucho el nuevo impuesto a las exportaciones de $3 por cada dólar, pero ya era tarde para pasarle ese costo al cliente, así que tuvimos que absorberlo nosotros, con lo cual, desde el punto de vista comercial, nos quedó poca utilidad, aunque sí nos ayudó el tipo de cambio .
Esta planta se exportó en enero de 2019. Junto con otros equipos que compraron de otras empresas, luego de la llegada a la bodega, en mayo de 2019 fuimos a instalarla y ponerla en servicio.
Para la exportación, nos contactaron con un despachante de aduanas, quien nos hizo la gestión de exportación. Más adelante, del traslado se ocupó la Bodega Aranjuez con un camión tarijeño.
¿La instalación la hizo Gases Aconcagua? ¿Cuánta gente se necesitó para esa tarea? ¿Cómo capacitaron al personal de la bodega boliviana?
Yo viajé junto a un colaborador de la empresa. Allá la Bodega Aranjuez también aportó sus recursos humanos. Sabíamos de antemano que no es fácil entrar a Bolivia a realizar cualquier trabajo, ya que protegen mucho a su propios trabajadores. Así que tuvimos que cruzar la frontera como turistas, y para armar la planta nos prestaron las herramientas necesarias. Capacitamos personalmente a todos las técnicos que van a estar operando el equipo NITROGAS®.
¿Cómo siguen la relación con la Bodega Aranjuez?
Bueno, el equipo ya está funcionando, sólo requiere el mantenimiento de las partes móviles, o sea del compresor y secador, y eso lo van a realizar con prestadores de servicios locales.
Además, una vez que lo conecten a internet, podemos supervisarlo desde aquí por medio de una computadora y hacer las correcciones que sean necesarias. Si no las podemos realizar, tendremos que viajar personalmente, es por eso que fui con un colaborador, cuando haya que ir, enviaré a ese técnico, y si es necesario iré yo.
El tamíz molecular del equipo NITROGAS®, clave para su funcionamiento, tiene una vida útil de 10 años, recién entonces habrá que volver.
Región vitivinícola de Bolivia
Bolivia cobija, en medio de sus serranías al sur y centro del país, extensiones de viñedos que permiten producir vinos y singanis (aguardiente destilado a partir de la uva) de intensos aromas, sabores y colores, cualidades que son posibles por la altitud y características del terruño en el que se producen.
La Ruta del Vino y Singani de Altura constituye un hermoso escenario, con paisajes que conjugan montañas, colores diversos, haciendas coloniales, bodegas artesanales e industriales. Junto a su cultura, su gente, gastronomía y música, invitan al visitante a compartir y vivir una intensa experiencia, recorriendo escondidos tesoros que se encuentran en Samaipata, en Santa Cruz, el Valle de Cinti, Chuquisaca y San Lorenzo, Cercado y Uriondo, en el departamento de Tarija.
En estos escenarios se encuentra la Bodega Aranjuez, con su paisajes imponentes. Esta bodega participó en la feria, exposición y ronda de negocios Sitevi 2018, llevada a cabo en Mendoza. En los encuentros organizados por ProMendoza, Aranjuez y GASA tomaron, lo que terminó en una exitosa operación de exportación de NITROGAS®.
Vinos Aranjuez nació e el 31 de marzo de 1976 cuando el ingeniero Milton Castellanos Espinoza y su esposa Ana Hebe Cortez Vaca Guzmán decidieron hacer realidad la botella número 1 de la bodega. Desde ese momento y hasta la actualidad se mantienen como una empresa familiar.
“Aranjuez” es la marca registrada con la que comercializan sus vinos. Es el nombre el barrio en donde se encuentra instalada la bodega desde su nacimiento. La razón social de la empresa es Milcast Corp. S.R.L.
El portafolio de vinos refleja su espíritu y filosofía. Desde los vinos finos jóvenes y frutados como Gran Vino y los inconfundibles Terruño tinto y blanco, hasta vinos más complejos y de estilos diferentes, todos conllevan en sí mismos la identidad del valle de Tarija, con su gran altitud.
Seis meses después de la exportación de Nitrogás, ¿cómo proyecta su trabajo hacia el mercado externo?
Hemos hecho varios contactos en Bolivia, y lo importante es que tenemos un equipo ya instalado como referencia. De todos modos, estamos en un momento bastante complejo para exportar, así que voy a esperar que se calmen las aguas, y luego veremos.
¿Qué opina del acuerdo Mercosur-Unión Europea?
El acuerdo del Mercosur con la Unión Europea es un gran paso, que llevó largos años concretar. Es una apertura al mundo que nos dará la oportunidad de llegar a lugares que antes no podíamos llegar. Seguro que habrá sectores que no lo ve así, pero lo importante es estar en alguna parte de la cadena de valor. El Estado será clave para la implementación del acuerdo, de manera que a todos los que les costaba llegar antes, ahora tengan las herramientas para lograrlo. Específicamente, con créditos a tasas razonables, normas de calidad para estar a la altura de las circunstancias, las reformas necesarias para llegar a los costos, etcétera.
¿Qué productos y servicios ofrece GASA a las bodegas cuyanas? ¿Con cuáles empresas trabajan?
En el mercado interno tenemos muchas oportunidades; no nos olvidemos que hoy las bodegas son nitrógeno dependientes, y todas deben utilizan ese gas. En general, las empresas multinacionales que operan en el país lo producen en Buenos Aires, lo traen en camiones cisternas especiales (criogénicas, a – 196 ºC) y lo comercializan de diferentes maneras.
Nuestro equipo reemplaza el nitrógeno que comercializan las multinacionales, y a un precio significativamente inferior, y convierte a los usuarios en autónomos en cuanto a su uso.
Nitrogás tiene una muy buena recepción en las bodegas, aunque el costo de inversión inicial es significativo. De todos modos, se paga sólo, evitando el nitrógeno comprado. La inversión se recupera en aproximadamente 12 meses, de acuerdo al consumo y precio que paga hoy cada uno.
Gases Aconcagua además fabrica acetileno disuelto, un gas combustible que se utiliza principalmente en la industria metalmecánica y para la lucha antigranizo en la época de octubre a marzo de cada año. Y otros gases industriales tales como argón, oxígeno, anhídrido carbónico, mezclas gaseosas para soldaduras, para madurar frutas, conservar alimentos, etcétera. Y también gases especiales como hidrógeno, aire super seco, nitrógeno de varias calidades, helio para inflar globos, etcétera.
Y claro, insumos para la actividad, tales como sopletería, reguladores de presión, consumibles, entre otros.
Tenemos 13 equipos en funcionamiento principalmente en bodegas. Uno está en una empresa petrolera en Caleta Olivia. Las empresas son:
- La Agrícola S A , con 2 equipos en Beltrán, Maipú.
- Dante Robino S.A., en Luján de Cuyo.
- Bodega Callia (Salentein), en Caucete, San Juan.
- Angel Espiño S.A. ( Leoncio Arizu S.A.), en Luján de Cuyo.
- Aitor Ider Balbo, en San Martín.
- Bodegas Boudron S.A., en Maipú.
- Cooperativa San Carlos Sud, en San Carlos.
- Finca Flichman S.A., en Barrancas.
- Tierras del Huarpe, en San Juan.
- Guanacache S.A., en San Martín.
- Gin Cotoon S.A. del Grupo Marolio, en Lavalle.
- Bolland S.A. (hoy Perez Companc), en Caleta Olivia Santa Cruz
- Gases Aconcagua S.A., en Luján de Cuyo (uso propio para llenar cilindros).