Fue durante la madrugada del 13 de octubre pasado. Forzaron una entrada al almacén de una bodega subastada por la justicia en Burdeos y dejaron escurrir hacia una zanja el vino, por el cual se había pagado sólo 0,23 euros el litro (unos $400 argentinos). El sector denuncia precios ruinosos y advierte de nuevas acciones ante la crisis y la caída del mercado vitivinícola.
Un grupo anónimo de viticultores vació cerca de 1.000 hectolitros (100.000 litros) de vino en la fammosa región francesa de Burdeos durante la madrugada del lunes 13 de octubre. El incidente tuvo lugar en una bodega de Blaye, donde se almacenaban lotes de vino vendidos recientemente a precios bajos en una subasta judicial. La acción fue comunicada a través de una carta apócrifa que circula entre los productores locales y que expresa el malestar por la situación actual del sector.
La carta, titulada “Nosotros, los viticultores enojados”, no está firmada ni vinculada a ninguna organización sindical. En ella, los autores explican que se sienten abandonados y han decidido actuar tras la subasta celebrada el jueves 9 de octubre, en la que vinos con denominación de origen se vendieron a precios muy bajos debido a la liquidación judicial de una finca y bodega (chateau) ecológica. El precio medio alcanzado fue de 23 euros por hectolitro, lo que equivale a unos $400 argentinos por litro. Esta cifra generó preocupación entre los productores, que consideran que estas ventas perjudican aún más a un sector ya afectado por la crisis.
Según la información recabada, los responsables forzaron la puerta principal del almacén con una palanca y vaciaron únicamente los depósitos identificados como vendidos en la subasta. No tocaron el vino del nuevo año 2025, ya que el dominio fue adquirido recientemente por otro viticultor local antes de la liquidación. El nuevo propietario de la bodega, que prefirió mantener el anonimato, confirmó el suceso y señaló que no tiene relación con los vinos afectados, ya que sólo los almacenaba hasta que lo fueran a buscar los compradores. Añadió que no presentará denuncia y calificó el acto como una «muestra de desesperación».
El antiguo propietario de la finca, con 40 hectáreas de viñedos, mostró su desacuerdo con lo ocurrido. Aunque dijo comprender el enfado generalizado, consideró que este tipo de acciones perjudica a quienes intentan mantener sus explotaciones activas. Contó que el vino fue vertido en una zanja y que los depósitos sufrieron daños al no retirarse correctamente las tapas.
La noticia se extendió rápidamente entre los productores de Burdeos. Las reacciones varían entre quienes comprenden el cansancio acumulado y quienes rechazan este tipo de daños materiales. Algunos comparan lo sucedido con acciones similares llevadas a cabo en otras regiones vitivinícolas del sur de Francia.
Nicolas Carreau, presidente de la denominación Blaye Côtes de Burdeos, expresó su malestar tanto por la venta a precios bajos como por el vaciado de los depósitos. Considera que este tipo de actos no es habitual entre los viticultores de la zona y teme que puedan aumentar las tensiones dentro del sector.
En la carta anónima, los autores advierten que si grandes operadores del mercado se benefician de estas ventas a bajo precio, podrían realizar nuevas acciones similares en otras bodegas. La situación refleja el clima de preocupación e incertidumbre que viven muchos productores ante la caída de precios y las dificultades económicas actuales.
Fuente: Vinetur











