El gran maestro de los enólogos mendocinos comparte con Enolife y sus lectores experiencias, sensaciones y sugerencias que nos permitirán disfrutar al máximo nuestra noble bebida, a la vez que cerrar los ojos y viajar con mente y corazón a donde nos lleve el vino. Esta es la primera entrega de una serie de reflexiones en las que Don Ángel está empeñado desde que se sumergió en la enología, e integra un corpus filosófico sobre la manera de celebrar la vida, el amor y la fertilidad, emparentado, si se quiere, con el pensamiento mítico del dios griego Dioniso y con los filósofos panteístas de la Edad Moderna que sostenían y ponderaban la conexión entre cuerpo, Dios y Naturaleza, como Baruch Spinoza. Con claridad y estilo amistoso, nuestro «vinósofo» nos regala aquí 10 aforismos cuyas enseñanzas se aprovechan al máximo si están acompañados de una buena copa de vino.
“El vino hace a la gente más adicta al amor” (Aristóteles, 384-322 a.C.)
La filosofía es una disciplina que busca encontrar la realidad a través de la razón, la reflexión y la crítica del obrar humano. Es el amor a la sabiduría de la humanidad. Y una copa de buen vino siempre es una gran idea para filosofar. Un buen momento para disfrutar, compartir, relajarse y dar un respiro al día de trabajo. Con vino hacemos Vinosofía, vivimos el vino y bebemos la vida.
El suave sonido de destapar una botella de vino tiene el sonido de un hombre o mujer abriendo su corazón”.
W. S. BENWEL
Vinosofando con el maestro Ángel Mendoza
Después de más de 50 años viviendo y disfrutando del vino, intentaré vinosofar con frases cortas como lo hicieron Aristóteles, Sócrates, Platón, René Descartes y, con sus refranes, los labriegos enamorados de su tierra.
- “Hay más filosofía en una botella de vino que en una biblioteca llena de libros“, Louis Pasteur.
- La Enología no es una ciencia exacta, es una ciencia humana, libre de narcisismos, egos y vanidades. No busca vinos perfectos, busca vinos con vida, personalidad y capacidad de guarda, lo que los hace únicos.
- Vivir con pasión, beber con inteligencia. Sin los sentidos, la Enología pierde sentido.
- Disfrutar vinos fáciles de beber, no difíciles de explicar. Los aromas y sabores del vino están profundamente ligados a intensas emociones positivas.
- No creo en grandes vinos, pero sí en grandes momentos con vino. Con buen vino, se descubre el arte de vivir a tu manera. El gusto personal y la anarquía son la base del placer.
- Nunca solo, ni a solas. Con amigos y seres queridos, menos prólogos y más epílogos. Antes de buscar sabores secretos en la profundidad de los suelos y las raíces de la vid, es mejor buscar en la profundidad de la copa, en las últimas gotas de un delicioso vino.
- Un buen sommelier es un serio vendedor de placer y emociones. Es el marco de un cuadro, no es la pintura de la obra de arte.
- Un vino de guarda, cuando se abre, libera historias emocionantes, profundamente almacenadas en la memoria. El Malbec despierta romanticismo. El Pinot Noir, ligero y elegante, imagina serenidad y calma. Son vinos ideales para hablar con el alma.
- Los vinos económicos de todos los días son siempre mi obsesión y empeño para que sean los mejores y más sanos, porque son los más bebidos. El vino de damajuana tiene un rico sabor a mesa larga de amigos y seres queridos.
- Llena la copa de endorfinas, lee vinos mientras bebes filosofía. Para beber vinos rige la misma ley que para el amor: en cualquier momento, en cualquier lugar, de cualquier manera.











