El equipo de trabajo del Museo de la Vid y el Vino, emplazado en la localidad de Cafayate, Salta, realiza desde 2012 un plan de extensión de sus actividades culturales a los barrios de la ciudad. Se trata del proyecto «Un mural, una historia», en el que trabajan en conjunto artistas plásticos y vecinos, pintando murales callejeros cuya temática es la vitivinicultura, pero siempre unida a las características particulares de cada lugar. Así, los cafayateños ponen color a los muros de la localidad, afirmando su identidad y sumando atractivos turísticos.
Por Lorena Mellone
(lmellone@enolife.com.ar)
El Museo de la Vid y el Vino de Cafayate es un ámbito cultural y a la vez un atractivo turístico que se integra al circuito de la Ruta del Vino salteña. Fue inaugurado el 11 de marzo de 2011, en el predio del antiguo museo conocido con el nombre de “La Bodega Encantada.” Lo creó y desarrolló un equipo interdisciplinario dirigido por el fallecido Héctor Berra, diseñador de museos, y por el arquitecto Gustavo Borlasca. Una vez que finalice la actual cuarentena, posiblemente en pocas semanas, en coincidencia con las vacaciones de invierno, el Museo tiene listo un protocolo para reabrir sus puertas.
En 2012, el Museo comenzó con la actividad «Un mural, una historia». Se trata de jornadas de «trabajo» en las cuales, bajo la dirección de artistas plásticos invitados, el Museo sale a los barrios a realizar murales colectivos. Para llevarlos a cabo, invitan a todo los vecinos a participar, tomando como dinámica motivacional el enriquecimiento estético y simbólico de su barrio y fomentando la participación de las familias cafayateñas. La temática es el valor cultural del vino y de la industria vitivinícola como factores de identidad regional.
Este proyecto fue ideado por el equipo del Museo de la Vid y el Vino, liderado por su directora Adriana Rodríguez Balut, quien expresa que «el objetivo fue acercar el arte y la cultura a los barrios y que sus vecinos sean protagonistas de esta actividad que deja sus murales pintados con imágenes del vino, sumadas a su identidad».
La iniciativa, cuenta Adriana, «comenzó con la realización de diez murales en 2012 y otros 10 en 2013 y, si bien le seguimos dando continuidad, últimamente la crisis económica y el efecto negativo de la pandemia no colaboraron con el proyecto, así que estamos haciendo uno o dos murales por año». Y cuenta con orgullo: «A partir de esa actividad, las visitas al museo aumentaron un 500%, pudimos acercar a los vecinos de Cafayate».
Para Gabriela Martínez Escandar, del área de Cultura y Educación del Museo, esa actividad les permitió concretar un fuerte intercambio fuerte con la gente del lugar, «porque es algo que llama la atención, que genera que la gente se pare, vea y en algunos casos se sumen a pintar». Y cuenta que en varios casos pudieron «descubrir artistas muy talentosos».
Miro Barraza, un reconocido pintor, grabador y escenógrafo de Salta, participó en el proyecto y definió a los murales como «algo muy importante para el pueblo; no es una decoración, es un aporte cultural de los artistas, es un símbolo, algo que representa el lugar».
Este arte urbano también será utilizado para mostrar la cultura local a los enoturistas, ofreciéndoles «El paseo de los murales» para recorrer en bicicleta o a pie.
En la charla mantenida con Enolife, la directora Rodríguez Balut transmitió su emoción y dedicación a este proyecto: «Lográbamos juntar entre 20 a 25 personas -cuenta-, de las cuales el 30 por ciento eran chicos que participaban y el resto hacían actividades paralelas culturales como talleres de barriletes, reciclados y proyección de películas. Se prendían mucho, convocamos artistas y estudiantes de Bellas Artes que llegaban entusiasmados a reunirse con los vecinos». Y continúa: «El año pasado se hizo un mural por los cien años de la escuela Loro Huasi y los chicos participaron mucho».
Este programa «Un mural, una historia» acerca a los vecinos al Museo y a los turistas a los barrios. El proyecto tiene plena vigencia, pero el costo de la pintura a veces excede el presupuesto del Museo. «Se hace muy difícil conseguir los recursos necesarios, la Municipalidad colabora mucho y nos preparan las paredes, pero necesitamos auspiciantes para comprar la pintura, con eso podríamos tener otra vez nuestros murales en marcha y llevar el arte a los vecinos», se entusiasma Adriana.
Las empresas que quieran participar de esta actividad como auspiciantes o donando la pintura a los barrios, pueden comunicarse con la licenciada Adriana Rodriguez Balut al celular +54 9 3868 422434 o al mail directora@museodelavidyelvino.gov.ar
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A continuación, se pueden ver algunos de los videos de cada una de las actividades:
Adriana Rodriguez Balut:
Gabriela Martínez Escandar:
Videos de algunos de los murales, sus artistas y los barrios:
Mural “Historia de una parra”, del Barrio Los Paraísos,
Creado por los artistas Walter Riquelme y Martin Moyano y los vecinos del barrio.
Mural “El Paraíso de Baco” (primera parte), del Barrio Paseo de las Viñas,
creado por la artista Guadalupe Borda, en conjunto con los vecinos del barrio.
Mural «El Paraíso de Baco” (segunda parte), del Barrio Paseo de las Viñas,
creado por la artista Guadalupe Borda, en conjunto con los vecinos del barrio.
Mural “Luz del Vino” en Barrio Centro,
creado por Hugo Guantay.
Mural “Ciclos” del Barrio El Porvenir,
creado por el artista Alberto Cruz y por alumnos del Colegio N° 8169 “Nuestra Señora de Pentecostés” y de la Escuela de Educación Especial «Virgen del Rosario».
Mural “Cuestión Social”, del Barrio Fonavi,
creado por la artista Natalia Cruz en conjunto con los vecinos del barrio.
Mural “Homenaje al Bicentenario de la Batalla de Salta”, ubicado en la ruta 40 y Avenida Güemes Sur, creado por Pablo Abracaite y Roxana Ramos.
Fuente: Museo de la Vid y el Vino de Salta