América Latina es una región en rápido crecimiento en reúso y tratamiento de aguas y efluentes, e incluso en desalación del agua de mar. Sin embargo, en nuestros países se purifica sólo el 6% del total de agua que se trata en el mundo, siendo México y Chile los que encabezan este desarrollo. Entre 2018 y 2019, este crecimiento se vio reflejado en la participación de más de 2.500 asistentes a los eventos de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso del Agua (Aladyr), que ahora invita a un foro gratuito sobre el tema «Alcance del reglamento europeo de reutilización de agua en la agricultura. Qué podemos aprender en Latinoamérica» , mañana 26/6 a las 11 hs. vía Zoom.
El riego es el principal uso que se le da al agua dulce en el mundo, mucho más que el consumo humano. Con la creciente escasez del vital líquido a causa de la sequía y el calentamiento global, cada vez más será necesario reutilizar las aguas residuales para irrigar cultivos. La provincia de Mendoza es pionera en Argentina en estas prácticas, siendo la única del país donde los procedimientos para el tratamiento y uso de efluentes están regulados por legislación y administrado por el Departamento General de Irrigación.
En Mendoza, el Departamento General de Irrigación -ente rector del agua- creó hace varios años un sistema que regula las denominadas Áreas de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE). Las aguas que provienen del uso domiciliario van a parar a las tres plantas de tratamiento de efluentes que hay en la provincia, en Las Heras, Lavalle y San Carlos. Allí se las depura mediante distintas técnicas y se vuelven a usar para riego mediante protocolos muy ajustados de bioseguridad, y en áreas perfectamente delimitadas y autorizadas, siempre cercanas a las plantas depuradoras. Con esas aguas, ya seguras, se riegan viñedos, olivares, frutales, árboles para producir madera y hortalizas.
La elevada escasez hídrica de Mendoza convierte el aprovechamiento de las aguas residuales en una alternativa especialmente adecuada de reutilización. La aplicación de los efluentes tratados en riego agrícola, en conformidad con la política de «vuelco cero» de efluentes a cauces que propicia el Departamento General de Irrigación, permite obtener los beneficios siguientes:
- Incrementar la superficie cultivada o bien, si se conserva la superficie existente, liberar agua viva para su utilización en abastecimiento poblacional.
- Proporcionar nutrientes a los cultivos, transformando a los efluentes tratados en un recurso de «fertirrigación», y logrando así un aprovechamiento económico.
- Evitar la contaminación de cauces superficiales frente a salidas de régimen o funcionamiento deficiente de l planta depuradora.
- Posibilitar un tratamiento adicional del efluente en el suelo, permitiendo recargar acuíferos sin afectar su calidad.
Es importante aclarar que para que el reúso sea óptimo, se debe contar con las condiciones y conocimientos necesarios por parte de los agricultores, para garantizar la salud de los mismos y de los consumidores, y asimismo, asegurar la preservación ambiental.
El Departamento General de Irrigación emitió la Res. N° 400/03 del HTA, mediante la cual ha regulado las denominadas Áreas de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE), aclarando explícitamente que deben gestionarse dentro de un marco de desarrollo sustentable.
Ver informe del INTA: «Reutilización del agua para riego»
El desafío de la gestión hídrica en América Latina
La gestión hídrica eficiente se ha convertido en un indicador de competitividad y responsabilidad. Los gobiernos latinoamericanos ven las alternativas de tratamiento y reúso de agua y efluentes, así como la desalación de agua marina, como parte esencial de sus programas para procurar la seguridad hídrica.
Las asociaciones público-privadas (APP) se afianzaron como una importante herramienta para conjugar capitales, tejer alianzas y repartir responsabilidades. Estas asociaciones lograron que Latinoamérica cuente con proyectos en desalación y reúso que compiten en capacidad e innovación con las grandes plantas de los países pioneros en la aplicación de estas soluciones. Cada vez es mayor la aceptación y receptividad para el uso de estas tecnologías, derribando mitos y conceptualizaciones erradas.
En el 2021 el productor privado latinoamericano aumentará su demanda de tecnologías de reúso y desalación para procurar la reducción de su huella hídrica, evitar hacer uso de las fuentes naturales de agua dulce y emitir menos efluentes.
Empresas pioneras en las aplicaciones de estos recursos en estos rubros han marcado un estándar a partir de resultados ambientales y sociales en las ámbitos donde operan, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para muchos
Con esta inquietud, Aladyr, asociación dedicada a dictar capacitaciones, seminarios sobre la desalación y reuso del agua, realizará un Foro gratuito sobre el «Alcance del reglamento europeo de reutilización de Agua en la Agricultura. Qué podemos aprender para Latinoamérica» .
La cita es el viernes 26 de junio 11 hs. Para registrarse ingresar AQUI
Los disertantes
Domingo Zarzo: Presidente de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (Aedyr). Licenciado en Ciencias Químicas y Doctor por la Universidad d e Alicante. Director Técnico y de I+D+i de Sacyr Agua Servicios. Bajo su dirección y/o supervisión en los últimos años se han ejecutado más de 70 proyectos de desalación, con más de 1.500.000 m3/día instalados o en construcción, así como numerosas estaciones depuradoras de aguas residuales tanto urbanas como industriales, plantas de potabilización, plantas de tratamiento de agua industrial y proyectos de reutilización, tanto en España como a nivel internacional (Argelia, Australia, Chile, Irak, Israel y Túnez, entre otros).
Alejandro Sturniolo: Director de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso del Agua (Aladyr) para Argentina. Ingeniero Químico, recibido de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Es integrante de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso del Agua y vicepresidente de la International Desalination Association (IDA).
Eduardo Pedroza: Representante de Aladyr en Brasil. Es Ingeniero Químico, con Maestría en Ciencias de Ingeniería Ambiental y una Maestría en Administración de Empresas (MBA) de la Fundación Getulio Vargas en alianza con la universidad de Chicago – EE.UU. Cuenta con más de 15 años de experiencia en la Gestión de activos, operaciones, Desarrollo de nuevos Negocios y Tecnologías para el tratamiento de aguas y tratamiento de aguas residuales. Actualmente es el Gerente de Operaciones para la empresa Cetrel S.A.
Victor Casarreal: Miembro de la Junta Directiva de Aladyr, representante en México de Chemical Latinoamérica. Fue Commercial Manager en Hydrocontrol Industrial.
La desalinización, un proceso para eliminar la sal del agua de mar
El agua de mar tiene sales minerales disueltas. Debido a la presencia de estas sales, el agua del mar es salobre y no es potable para el ser humano y su ingestión en grandes cantidades puede llegar a provocar la muerte. El 97,5 % del agua que existe en nuestro planeta es salada y sólo una cantidad inferior al 1 % es apta para el consumo humano. Conseguir la potabilización del agua del mar es una de las posibles soluciones a la escasez de agua potable. Mediante la desalinización del agua del mar se obtiene agua dulce apta para el abastecimiento y el regadío. Las plantas desalinizadoras de agua de mar han producido agua potable desde hace muchos años, pero el proceso era muy costoso y hasta hace relativamente poco sólo se han utilizado en condiciones extremas. Actualmente existe una producción de más de 99 millones de metros cúbicos diarios de agua desalinizada en todo el mundo, lo que supone el abastecimiento de más de 100 millones de personas.