El falso «corredor de vinos», de quien se supo que hace 30 años se dedicaba a engañar gente con hábiles ardides, fue detenido por la Policía de Mendoza cuando llegaba a casa de sus padres en San Rafael. El denunciado vive en Huinca Renancó, Córdoba, y utilizaba un nombre falso para presentarse como propietario de una comercializadora de vinos cordobesa. Pagó con cheques que no tenían fondos, fue denunciado por un abogado dueño de la franquicia de Gran Casa Vinos en San Luis y ahora está en la cárcel. La Justicia no informó donde están con las 6.600 botellas que «compró» a un precio promedio de $2.500 cada una.
En la noche del pasado miércoles 7 de agosto, un hombre de alrededor de 50 años de quien sólo se divulgaron sus iniciales J.C.G., fue detenido por la policía de Mendoza en la ciudad de San Rafael tras un trabajo de inteligencia junto a la policía de Córdoba. El estafador «compró» a un particular 15 palets de vinos de varias de las más conocidas bodegas de Mendoza, lo que en total significan 1.100 cajas de 6 botellas cada una, o sea 6.600 botellas, por las que jamás hizo efectivo el pago, ya que entregó varios cheques que sucesivamente fueron «rebotando» por falta de fondos. El total del monto estafado ascendía, en agosto de 2023, a 16 millones de pesos.
El malviviente fue apresado en la entrada a la casa de sus padres en San Rafael, a donde había llegado desde la ciudad donde reside, Huinca Renancó, en la provincia de Córdoba.
Según reportó el periodista Nacho de la Rosa, de diario Los Andes, «venían siguiendo sus movimientos desde hacía varios meses ya y a raíz de la denuncia por la millonaria estafa detallada que había sido perpetrada entre mayo y junio del año pasado. Toda la investigación, al igual que el operativo que culminó en su detención, se encuentran a cargo de la fiscal de Delitos Económicos, Mariana Pedot, del MPF de Mendoza y con el expediente número P- 4597/24.»
El denunciante que inició toda la investigación es el abogado mendocino Roberto Signoretti, también víctima del estafador, ya que es el encargado de la franquicia en la provincia de San Luis de la distribuidora mendocina Gran Casa Vinos, que trabaja con 15 bodegas en todo el país. Y lo acompañó el abogado penal Andrés Godoy, con quien hicieron la denuncia a comienzos de 2024.
El modus operandi del estafador
J.C.G., según se conoció, tiene una manera de operar bien planificada, mediantes inteligentes ardides, con los cuales hizo caer a Signoretti. Entre mayo y junio del 2023, vía mail y utilizado el otro nombre -L.D., según sus iniciales- le encargó al abogado mendocino una primer pedido de vinos. Le pedía 7 palets de vino, por un monto de 8 millones de pesos, presentándose como titular de una comercializador agrícola.
Al poco tiempo, luego de ganarse la confianza del vendedor pues ya le había enviado un cheque por el valor pactado para una fecha adelantada, J.C.G. realizó otro pedido similar y envío un nuevo cheque a fecha. Hasta entonces todo iba bien y Signoretti no encontraba motivos para desconfiar. Pero el 10 de agosto de 2024 pasó algo que detonó la sospecha: los mensajes por whatsapp del abogado al supuesto comprador dejaron de tener dos tildes. Mala señal. Al poco tiempo, los cheques empezaron a venir de vuelta. A partir de allí, el abogado Signoretti inició una pesquisa por su cuenta y descubrió que el timador ya había estafado a una bodega de San Rafael.
Con esa pista, Signoretti avanzó hasta descubir la verdadera identidad de J.C.G. Incluso ubicó a su victimario y registro sus fotos, las que entregó a la policía. De allí al avance de la causa y la aprehensión del malviviente sólo quedaba tiempo.
Desde el miércoles pasado a la noche, J.C.G. está preso, y la fiscal Pedot lo imputó de inmediato, pues las pruebas parecen ser contundentes. Antes de la detención y el operativo en San Rafael, hubo un trabajo en equipo entre la Justicia de Mendoza y la Justicia de Córdoba, por lo que policías de la brigada de Investigaciones de Mendoza viajaron hasta Huinca Renancó para seguir de cerca sus movimientos.
Según revelaron fuentes judiciales, el abogado del imputado presentó un pedido de libertad mientras se sustancia la causa. Si embargo, la fiscal no hizo lugar al pedido y dispuso que el «corredor de vinos» se mantenga inmóvil con prisión preventiva domiciliaria.