Alrededor de 500 viticultores galos bloquearon en la mañana del 19 de octubre un paso fronterizo entre Francia y España en los Pirineos y saquearon la carga de varios camiones. Acusan al gobierno y empresas españolas de estar provocando el hundimiento de muchas explotaciones en el sur de Francia al entrar a su país con precios muchos más bajos que los suyos. Los agricultores españoles exigen sanciones severas a Francia por el boicot.
Transportistas y productores vitivinícolas españoles se mostraron indignados por la agresividad de unos 500 viticultores franceses de los departamentos de Aude y de los Pirineos Orientales, que en el 19 de octubre bloquearon el paso fronterizo con España de Le Perthus para exigir el fin de las importaciones y saquearon varios camiones españoles. Los manifestantes, que quemaron neumáticos en el peaje de la autopista en Le Boulou saqueraron, primero, un camión con tomates y luego, otro de vino y un tercero de espumantes. Volcaron el contenido de la carga en el asfalto sin que la policía, que se mantuvo a distancia, interviniera en ningún momento. ¿A qué se debe este boicot?
Una parte de los manifestantes había comenzado su acción en Narbona, donde el presidente del Sindicato de Viticultores de Aude, Frédéric Rouanet, anunció que iban a «detener las importaciones españolas», a las que acusan de estar provocando el hundimiento de muchas explotaciones en el sur de Francia al entrar en el país con precios muchos más bajos que los suyos. Sus quejas se dirigen en particular contra el vino a granel que llega de España y que en la mayor parte de los casos se embotella en Francia para su comercialización.
Francia es el principal comprador de vino a granel español, y al país galo se dirige el 32% del volumen total exportado por España y el 30% de la facturación por esos envíos, según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) sobre los doce meses entre julio de 2022 y 2023.
En los siete primeros meses de este año, Francia le compró a España casi 218 millones de litros de vino a granel por valor de más de 93,6 millones de euros. Tanto en volumen como en facturación, las cifras acumuladas en los primeros siete meses de 2023 son ligeramente inferiores a los 219 millones de litros de vino a granel por valor de 92,7 millones de euros que España vendió a Francia en el mismo período de 2022.
En el cómputo global de 2022, Francia acaparó el 32,7% del volumen total de vino a granel exportado por España y el 29,7% de la facturación. A nivel general, la exportación de vino a granel representó en 2022 el 55% del volumen total de vino que comercializó España en el exterior, con unos despachos de 1.148,4 millones de litros por valor de 527,8 millones de euros.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA exigieron que las autoridades adopten medidas contra el ataque en Francia a los productos españoles. Con respecto de las razones que motivaron las acciones de los viticultores franceses, el secretario general de COAG, Miguel Padilla, afirmóo: «La crisis de rentabilidad que sufren los productores franceses también la estamos padeciendo los agricultores españoles. En el trasfondo hay una estrategia meramente comercial. Se busca apartar a los productores españoles del mercado comunitario cuando las verdaderas responsables son las grandes cadenas de distribución, principalmente francesas».
Desde el Ministerio de Agricultura de España se limitaron a expresar su «condena» por los ataques y a reprobar estos actos «que atentan contra la libre circulación de mercancías en el seno de la Unión Europea y que perjudican los intereses de los afectados». Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confirmaro que «están en contacto con las autoridades francesas a fin de que se restablezca la normalidad y no se reproduzcan estos incidentes» y aseguraron que, en principio, son «acciones aisladas».
España es uno de los líderes en producción y exportación de vino a nivel mundial. Su sector vitivinícola representa un pilar fundamental para la economía del país, especialmente en las áreas rurales donde es un generador importante de empleo y riqueza. Según argumentaron los sindicatos de transportistas y varias agrupaciones de viticultores españoles, «los ataques a camioneros que transportaban vino español no son sólo un ataque a las empresas vitivinícolas de ese país, sino también una amenaza para la estabilidad económica y social en general».
La Federación Nacional de Asociaciones de Trasporte de España (Fenadismer) se ha puesto a disposición de los transportistas afectados por los actos vandálicos para reclamar los daños económicos sufridos tanto a las mercancías transportadas como a los propios vehículos contra el Estado francés al no haber actuado con la diligencia necesaria para impedir estas acciones y garantizar el derecho fundamental de la libre circulación de mercancías consagrado por la legislación europea.
En este sentido, ya la Justicia europea condenó al Estado francés por estas agresiones, como responsable subsidiario de los daños ocasionados por las actuaciones agresivas de sus ciudadanos, En concreto, una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia de la Unión Europea, dictada en diciembre de 1997, condenó a Francia por los ataques de los agricultores franceses a camiones españoles, al no haber garantizado la seguridad de los transportistas y haber actuado con pasividad ante los ataques, en concreto al no haber procurado ni adoptado las medidas necesarias para que las acciones violentas de sus ciudadanos no impidan ni obstaculicen la libre circulación de los vehículos y mercancías por el territorio europeo.
Fuentes: La Razón de España y Vinetur