La cosecha avanza pese a los problemas que enfrentan los trabajadores en las viñas por la cuarentena del coronavirus y las fuertes lluvias del 25/3. Van 18 semanas desde el inicio, faltan unos 15 días para terminar y ya se ha levantado alrededor del 80% de las uvas.
Desde que se declaró la pandemia, la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas de Argentina (Foeva), liderada por el rivadaviense José Antonio Arias, ha logrado mejorar la seguridad sanitaria de los cosechadores sin parar la recolección, gracias a su negociación con los bodegueros. Y ahora reclama que no se obligue a los trabajadores a fraccionar en planta justo en este momento, para evitar riesgos innecesarios. «Se puede fraccionar más adelante; hoy las góndolas de los supermercados y los depósitos de las bodegas están llenos de vino» .
Cuando alrededor del 18 de marzo los dirigentes sindicales de los cosechadores se plantaron firme frente a los bodegueros para exigir la máxima seguridad sanitaria para la dura tarea de recolectar la uva, algunos medios nacionales anunciaron, de modo catastrófico, «Peligra la cosecha», «Los cosechadores entran en cuarentena y la uva no se levanta» y otros titulares parecidos. Sin embargo, como siempre, los trabajadores pusieron el lomo y los dirigentes de ambas partes, aún en medio de una tensión evidente, acordaron continuar las labores. La otra opción, el parate total, sí hubiera sido un golpe a la economía regional y un perjuicio para todos.
La presión sindical y la comprensión empresaria mejoraron un poco -no totalmente- las condiciones laborales. Hasta hoy mismo 25/3, las delegaciones mendocinas del Sindicato de Obreros y Empleados de la Vitivinicultura de Argentina (Soeva) y las oficinas de Foeva seguían recibiendo denuncias de falta de medidas de seguridad sanitaria y de hacinamiento en los camiones y trafics que llevan a los cosechadores a las fincas. Pero ahora, según la dirigencia de Foeva, el problema central se trasladó de la viña a la bodega, porque adentro de los establecimientos se está fraccionando vino, con una cantidad considerable de trabajadores concentrada en lugares cerrados.
Para referirse al conflicto, el secretario general de Foeva, el rivadaviense José Antonio Arias, dialogó con Enolife. «No hemos llegado a ningún acuerdo con los bodegueros -advirtió desde el vamos-; nos hemos estado reuniendo, pero aún no hay ningún tipo de acuerdo».
«No hay necesidad de fraccionar justo ahora»
«La intención nuestra es que les den a los trabajadores todos los cuidados necesarios, y que la parte empresaria se haga realmente responsable», manifestó Arias. Y agregó: «Hay una situación de desidia de las empresas con respecto a la gente, los transportan en camiones sin mayores cuidados; ayer mismo hemos sido testigos, en Tunuyán, de que los llevan en camiones llenos de gente, hacinados». Y reflexionó: «Hay una realidad que tenemos que aceptar: es tan grande el universo de la vitivinicultura y las empresas en Mendoza, que no podés inspeccionar a todo el mundo, no podés vigilar en todos lados… Además, nadie se esperaba esta situación tan repentina».
Luego Arias se refirió a otra situación conflictiva que buscan resolver en diálogo con los empresarios: el fraccionamiento. «Ahora en las bodegas no hay necesidad de fraccionar -aseguró-, y están fraccionando igual… Entendemos que es necesario que el producto no se quede en el viñedo, y que en la bodega se elabore inmediatamente, pero no hay necesidad de estar fraccionando justo ahora, y sin embargo están obligando a la gente a que fraccione, hay una postura desmedida de parte de los empresarios». Y argumentó: «El consumo está cayendo cada vez más, los supermercados tienen las góndolas llenas de vino, los depósitos de las bodegas están llenos de vino, así que no urge el fraccionamiento, pero lo que quieren hacer igual porque saben que esto va para largo».
Finalmente, Arias se refirió a un tema crítico: el ingreso de los cosechadores y de los trabajadores de bodega. «El tema de las paritarias -contó- todavía está abierto, sin definir; estábamos preparando una reunión para cerrar los números y justo empezó la emergencia de la pandemia, así que bueno, el Ministerio de Trabajo pidió que nos reuniéramos fuera del ámbito de gobierno y la reunión ha pasado para más adelante… Está faltando una reunión para cerrar, así que esperamos llegar a buen término cuando pase esta situación. Y aclaró Arias: «Cuando esto se acuerde, los aumentos se harán retroactivos a marzo o abril, porque los acuerdos van de año a año y el acuerdo del año pasado terminó en febrero».
Por último, volviendo al tema de la seguridad laboral por la emergencia sanitaria, Arias graficó: «Esto es una guerra, y en cualquier momento le puede caer una bala a cualquiera».