El 14/1/25, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) estableció nuevas normas para la inscripción de prestadores de servicios de fraccionamiento móvil, con la finalidad de optimizar la logística y permitir que las bodegas adapten sus procesos productivos a las exigencias del comercio internacional sin depender exclusivamente de infraestructura fija. En este sentido, la empresa mendocina Vinitec lleva 23 años prestando este servicio en todo el país, con equipos que tienen la capacidad para fraccionar 2.500 botellas por hora, en diferentes tamaños de envases de vidrio o bag in box, con un proceso que va desde la filtración final de los vinos hasta la estiba de la caja en los palets.
Cuando llega el momento de fraccionar los vinos, muchas bodegas acuden a un servicio tercerizado, ya sea por no tener el equipamiento necesario o porque carecen de ciertos requerimientos adicionales en los propios equipos para realizar la operación. Si bien hace muchos años que el servicio de fraccionamiento móvil existe en Argentina, éste año el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) redujo las barreras administrativas con la finalidad de optimizar la logística de las bodegas.
Para conocer más sobre este servicio, hablamos con los responsables de la empresa Vinitec, que ya lleva 23 años en el mercado del fraccionamiento móvil, proveyendo el servicio a bodegas de todo el país, con sistemas de trabajo a piso o en los semi de la empresa. Este modelo de trabajo se adapta tanto a pequeños emprendimientos familiares como a grandes productores.
El surgimiento de esta empresa, tal como nos cuenta su gerente general Fabio Rey, «fue en el 2002, un momento cuando las bodegas buscaban optimizar procesos y reducir costos logísticos, y nosotros nos convertimos en una solución innovadora, llevando la experiencia del fraccionamiento directamente a las instalaciones de los productores.»
Entre las cuestiones a destacar hay que mencionar que el equipamiento va acompañado de profesionales especializados en fraccionamiento, para organizar los tiempos, los recursos, brindar las recomendaciones sobre logística, implementar el sistema y hacer un control minucioso del proceso. «Contamos con mano de obra especializada para el manejo de líneas de fraccionamiento, de este modo garantizamos acompañar a las empresas en el proceso de certificación» -explica Rey. Y agrega: «De todos modos nuestro trabajo comienza antes, nuestra trayectoria nos permite acompañar a la bodega en el proceso de fraccionamiento móvil con soluciones personalizadas.»
Con 5 máquinas llenadoras, 5 etiquetadoras -y un equipo nuevo que está en camino- la empresa tiene la capacidad de fraccionar entre 18.000 y 20.000 botellas diarias por equipo. Es que cada equipo fracciona 2.500 botellas por hora.
El proceso comienza con la filtración final de los vinos, una vez que ya están estabilizados, Alejandro Barison, enólogo y comercial de la empresa explicó que «hay dos alternativas de filtrado, una con placa (celulosa) y la otra por membrana (cartuchos en distintos poros). Luego se sigue con el enjuagado y desaireado de la botella, llenado, tapado, capsulado, etiquetado, puesta en caja, hasta la estiba de la caja en los palets.»
La materia prima -envases, tapones, cápsulas, etiquetas, cajas- las debe tener disponible la bodega a la hora de empezar el trabajo. «Cuando decimos envases nos referimos a botellas o bag in box, nuestros equipos permiten fraccionar en envases de 187 cm3 con tapa a rosca; 375, 750, 1.000, 1.125 cm3 (tapa a rosca o corcho); y también en bag in box de 1 a 5 litros, siendo el más común el de 3 lts).», agrega Barison.
Antes del etiquetado, Vinitec también ofrece la opción de imprimir en la botella, etiqueta o corcho con el sistema InkJet, un método de marcaje de alta calidad que utiliza equipos de inyección de tinta para la impresión de códigos, fechas, números de lote y análisis, hora de embotellado, etc.
Control de calidad
Claudia Ballester, también comercial de Vinitec, explica que «el proceso requiere de personal técnico especializado para realizar el control de calidad en cada una de las etapas del fraccionamiento».
Previo al embotellado se controla el oxígeno en el tanque, antes de enganchar la bomba para el llenado de vino. Durante el embotellado se mide el oxígeno en botella (miligramos de oxígeno disuelto que quedan en el vino), la presencia de gas carbónico, nivel de llenado, la presión interna, que debe ser negativa (para el caso de tapón de corcho); en el caso de utilizar tapa a rosca se miden el torque y arrastre (valores que miden la calidad del tapado). Otro control que se realiza es la medición de NTU, la unidad nefelométrica de turbidez que tiene el vino, que se realiza durante el llenado.
Para el etiquetado, hay un control exhaustivo visual para etiqueta, contraetiqueta y cápsula, para las dos primeras se calcula la distancia entre ambas una vez colocada en botella, el servicio garantiza que no supere los 2mm de diferencia.
Es importante destacar que desde hace 5 meses la empresa está trabajando para certificar normas de inocuidad HACCP (sigla en ingles de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), que son un sistema de gestión que se utiliza para identificar, evaluar y controlar los peligros que pueden afectar la seguridad de los alimentos.
Contactos: administracion@vinitec.com.ar – Tel: +54 261 454 5066 / 261 550 9116 – ️Formosa 1540, Godoy Cruz, Mendoza.