Julián Ginart Crede y Santiago Carracedo, estudiantes de 3er. año de la carrera de Ingeniería Agronómica de la Facultad de Ciencias Agrarias UNCuyo de Mendoza, fueron enamorándose de cada paso del arte de hacer aceite de oliva virgen (AOVE), desde cosechar y comprar aceitunas hasta diseñar una etiqueta para su jugo de fruta -porque eso es este noble producto natural-, con un nombre que refleja todo ese proceso de aprendizaje. Guiados por sus docentes, ya cumplieron el proceso legal para desarrollar la marca y las estrictas normas de calidad que tiene la almazara de su Facultad para hacer el AOVE. Ahora saldrán al mercado con su botella bajo el brazo, tras cumplir el sueño del emprendedor: tener un producto propio con «onda» y proyectar su comercialización, por qué no como un medio de vida.
Julián Ginart Crede y Santiago Carracedo son dos futuros ingenieros agrónomos que, de la mano de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, recorrieron cada etapa del emprendimiento: desde la elaboración del aceite de oliva virgen extra en la almazara universitaria, hasta la creación de su propia marca y la obtención del Registro Nacional de la Productos Alimenticios (RNPA). Fue así que durante el mes de setiembre de este año 2025 envasaron el primer lote de su aceite marca “Pasante”, coronando un año de aprendizaje, esfuerzo y espíritu emprendedor.
Todo comenzó como una inquietud mientras cursaban 3er. año de la carrera de Ingeniería Agronómica, cuando, interesados en el fascinante mundo del aceite de oliva, Ginart Crede y Carracedo dieron el primer paso hacia la creación de su marca. En un principio, se acercaron a la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Bienestar de la Comunidad de la FCA, donde el ingeniero agrónomo Matías Venier reconoció su potencial y los derivó con la coordinadora de la Producción Agroindustrial, la licenciada Mónica Mirábile.
Esa primera reunión fue el punto de partida de un viaje que los mantendría ocupados durante toda la temporada 2024. Se sumergieron de lleno en el turno tarde de la almazara de la Facultad, participando activamente en la elaboración del «oro verde». Esta experiencia se formalizó en una Concurrencia de Práctica Pre-Profesional, un espacio que no sólo afianzó sus conocimientos técnicos, sino que también encendió la chispa del emprendedurismo.
«Pasante es un blend de excelente calidad, elaborado con distintas variedades de olivo (arbequina, arauco, empeltre, frantoio). Su sabor auténtico y natural lo convierte en un producto perfecto para una cocina saludable».
SANTIAGO CARRACEDO y JULIÁN GINART CREDE, los estudiantes emprendedores.
El arduo trabajo y el aprendizaje continuo los llevaron a querer más. Así, decidieron poner a prueba la experiencia adquirida, diseñando una propuesta de creación de marca que la licenciada Mirábile estimuló, convirtiéndose en su guía y mentora, acompañándolos y asesorándolos en el desafiante camino que tenían por delante.
Lo que siguió fue una serie de acciones imprescindibles para avanzar en esta gestión emprendedora. Ellos mismos se encargaron de gestionar cada paso:
- Registrar su marca «Pasante».
- Ingresar al Sistema de Información Federal para la Gestión del Control de los Alimentos (SIFEGA) y obtener el Registro Nacional de Producto Alimenticio (RNPA), un requisito indispensable para la comercialización.
- Trabajar en el diseño y la elección del nombre de su marca, decidiendo la identidad que llevarían sus botellas.
- Gestionar la logística para producir: comprar aceitunas, convertirse en proveedores y realizar el traslado de la materia prima a la Facultad para elaboración del aceite.
- Completar el proceso de elaboración para finalmente fraccionar su aceite de oliva.
En este camino, vivieron de primera mano el funcionamiento del sistema productivo de la almazara, al igual que cualquier otro productor que elabora en la FCA. Esto reforzó su capacidad emprendedora, operando bajo las reglas que plantea el mercado real.
De esta manera, es que hoy tienen todo listo para comenzar la comercialización: su marca registrada, el RNPA aprobado y las etiquetas diseñadas. En paralelo, realizaron la investigación de mercado para posicionar su producto, y ejecutaron el trabajo necesario para exprimir al máximo su emprendimiento, aplicando todos los conocimientos adquiridos en esta facultad.
El gran momento de coronación está por llegar. Decidieron fraccionar su aceite «Pasante» durante la semana de exámenes de setiembre. Para ello, alquilaron una máquina tapadora Pilfer que traerán a la Facultad para realizar el cierre final de las botellas. Asumirán el costo de este fraccionamiento y etiquetado, al igual que lo haría cualquier productor, culminando así el último eslabón de la cadena productiva por sus propios medios y bajo un modelo de negocio claro y establecido.
Esta es la historia de dos estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias que, incentivados por docentes de esta casa de estudios, investigaron y trabajaron incansablemente hasta lograr un objetivo tangible. Son el ejemplo vivo de cómo la Facultad no sólo entrega conocimiento teórico sino que también ofrece las herramientas, los espacios y el acompañamiento para transformar una idea en un producto emblemático de Mendoza: un aceite de oliva con sello propio.













