{"id":26644,"date":"2021-01-09T03:28:48","date_gmt":"2021-01-09T03:28:48","guid":{"rendered":"http:\/\/enolife.com.ar\/es\/?p=26644"},"modified":"2021-01-13T02:47:05","modified_gmt":"2021-01-13T02:47:05","slug":"hitler-robo-y-escondio-en-su-bunker-de-los-alpes-500-000-vinos-franceses-y-los-yanquis-se-lo-tomaron","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/enolife.com.ar\/es\/hitler-robo-y-escondio-en-su-bunker-de-los-alpes-500-000-vinos-franceses-y-los-yanquis-se-lo-tomaron\/","title":{"rendered":"Hitler rob\u00f3 y escondi\u00f3 en su b\u00fanker de los Alpes 500.000 vinos franceses y los yanquis se lo tomaron"},"content":{"rendered":"\n

El dictador alem\u00e1n era vegetariano, abstemio y no fumaba, pero mand\u00f3 a sus tropas a saquear las bodegas de Burdeos y La Borgo\u00f1a, de donde se llevaron m\u00e1s de medio mill\u00f3n de botellas del mejor vino galo. El tesoro fue a parar a la fortaleza Nido del \u00c1guila, en los Alpes b\u00e1varos. All\u00ed, con la anuencia del F\u00fchrer, sus generales sol\u00edan descorchar en las reuniones valiosos Rothschild, Mouton y Lafite, algunos con m\u00e1s de 50 a\u00f1os de a\u00f1ejamiento. Cuando el 5 de mayo de 1945 las tropas francesas tomaron el b\u00fanker, brindaron con esas botellas. Pero fueron los soldados estadounidenses, unos d\u00edas despu\u00e9s, los que arrasaron con miles de botellas en el festejo de su haza\u00f1a b\u00e9lica. El escritor y periodista Pedro Escobar cont\u00f3 la historia en la web buenosvinos.org, en la nota que a continuaci\u00f3n reproducimos \u00edntegramente.<\/strong><\/em> <\/h4>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Adolf Hitler era vegetariano, abstemio y no fumaba. Sin embargo, sent\u00eda una profunda obsesi\u00f3n por rodearse de arte y buenos vinos franceses.<\/p>\n\n\n\n

Aunque el dictador no beb\u00eda, los generales nazis que lo rodeaban disfrutaban de las botellas de vino que el ej\u00e9rcito alem\u00e1n saque\u00f3 a su paso por Europa. Muy particularmente en las provincias francesas durante la ocupaci\u00f3n de Vichy<\/strong> en la Segunda Guerra Mundial<\/strong>.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n
\"\"
Hitler en la Torre Eiffel, Francia<\/strong><\/em>.<\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Hitler ten\u00eda en su famosa residencia Nido del \u00c1guila<\/strong> una colecci\u00f3n privada con m\u00e1s de medio mill\u00f3n de botellas del mejor vino franc\u00e9s. Los Rothschild<\/strong>, los Mouton<\/strong>, los Lafite<\/strong>. Los mejores vinos de Burdeos<\/strong>, y tambi\u00e9n de La Borgo\u00f1a, adem\u00e1s de champa\u00f1as Bollinger, Krug, Pommery<\/strong> y Mo\u00ebt<\/strong>, entre otros.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n
\"\"
La fortaleza en lo alto de la monta\u00f1a que Hitler cre\u00eda inexpugnable. Pero tuvo que salir huyendo, dejando all\u00ed su tesoro malhabido.<\/strong><\/em><\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

No es casual que la liberaci\u00f3n m\u00e1s codiciada por la coalici\u00f3n aliada, con Estados Unidos al frente, fuera la toma del Kehlsteinhaus<\/strong>, el b\u00fanker personal de Hitler<\/strong>, construido en la cima de una monta\u00f1a en los Alpes B\u00e1varos, cerca de Berchtesgaden, Alemania.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n
\"\"
Mirando los Alpes, en la soledad del b\u00fanker, el F\u00fchrer so\u00f1aba con conquistar el mundo.<\/strong><\/em><\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Lo que encontraron los soldados franceses que tomaron la residencia el 5 de mayo de 1945 fue un tesoro insospechado: miles de botellas de los famosos vinos Premier Cru<\/strong> de la casa Ch\u00e2teau Mouton Rothschild<\/strong> de Burdeos, Francia, considerados como uno de los mejores tintos del mundo.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n
\"\"
En la cava de la residencia hab\u00eda vinos con m\u00e1s de 50 a\u00f1os de a\u00f1ejamiento en barricas.<\/strong><\/em><\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Fotograf\u00edas y archivos del Ej\u00e9rcito franc\u00e9s demostraron que los galos llegaron antes que los americanos al Nido del \u00c1guila. El general Georges Buis<\/strong> declar\u00f3 que sus tropas arribaron temprano en la ma\u00f1ana, rescataron lo que pudieron y se escabulleron pocos d\u00edas despu\u00e9s, cuando vieron que llegaban las tropas estadounidenses.<\/p>\n\n\n\n

Los franceses consideran al vino como arte. Para ellos, reclamar las botellas como parte de su acervo cultural era motivo de especial orgullo. Los soldados norteamericanos, en cambio, eran j\u00f3venes rurales que desconoc\u00edan por completo lo que ten\u00edan frente a ellos.<\/p>\n\n\n\n

Para sus generales, el objetivo principal era tomar el Nido del \u00c1guila<\/strong> por el valor simb\u00f3lico que ten\u00eda para Hitler, ya que el chalet hab\u00eda sido un regalo de cumplea\u00f1os para el F\u00fchrer. Para los estadounidenses, el destino del vino era totalmente intrascendente.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n
\"\"
El brindis de los oficiales y soldados yankis con los vinos m\u00e1s caros del mundo. <\/strong><\/em><\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n
<\/div>\n\n\n\n

Las tropas norteamericanas descorcharon miles de botellas celebrando la ca\u00edda de los alemanes sin saber el valor de lo que beb\u00edan. Las fotograf\u00edas del 10 de mayo de 1945 atestiguan su presencia en el Kehlsteinhaus. Adem\u00e1s, la escena ha sido recreada en m\u00e1s de una ocasi\u00f3n en pel\u00edculas y series como \u00abBand of brothers\u00bb <\/strong>de Steven Spielberg<\/strong>.<\/p>\n\n\n\n

Los yankis, sin saberlo, tuvieron una de las borracheras m\u00e1s caras de la historia<\/strong>. Se estima que lo que se bebieron eran en su mayor\u00eda vinos y champa\u00f1as de crianza con un a\u00f1ejamiento superior a los 50 a\u00f1os.<\/p>\n\n\n\n

Hoy en d\u00eda, el Nido del \u00c1guila<\/strong>, ubicado en la provincia alpina de Buswendeplatz<\/strong>, est\u00e1 abierto al p\u00fablico como atracci\u00f3n tur\u00edstica. Un estrecho sendero pavimentado conduce en varios caminos de terrazas hasta Kehlsteinhaus. Al pie del risco que corona la mansi\u00f3n fortificada que alguna vez perteneci\u00f3 al F\u00fchrer<\/strong> se ubica el ascensor Kehlstein, un elevador de 124 m de altura<\/strong> que termina directamente en el vest\u00edbulo de Kehlsteinhaus. La entrada al ascensor es una puerta hecha de bloques de granito, que conduce a un t\u00fanel tambi\u00e9n de 124 m de largo y 3 m de alto. El ascensor est\u00e1 cubierto enteramente con bronce y finos cristales.<\/p>\n\n\n\n

<\/div>\n\n\n\n