En la colorida Valparaíso -ciudad portuaria declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, en el centro de Chile- un productor de vinos neozelandés, Grant Phelps, se animó a crear una estructura que acompaña el paisaje en el Cerro Mariposa, un lugar residencial que actualmente recibe turistas de todo el mundo. Este sitio, llamado WineBox, combina un apart-hotel, un winebar, una vinoteca y un espacio de producción de vinos, distribuidos en una construcción hecha con 25 containers reciclados, apilados en 4 pisos y emplazados sobre una base de hormigón armado.
En 2013, Grant Phelps, un productor de vino de Nueva Zelanda que ya llevaba 13 años viviendo en Valparaíso, visitó su ciudad natal, Christchurch, dos años después de un brutal terremoto. Durante su visita, conoció un proyecto de recuperación llamado “Re:Start”, un espacio creado en el centro de la ciudad utilizando contenedores. La idea de reutilizar estas estructuras para construir edificios lo sorprendió, y le hizo preguntarse por qué no se había hecho algo similar en Valparaíso, una ciudad portuaria.
Al regresar, decidió emprender un proyecto basado en ese concepto, pero enfocado en el turismo y el vino chileno. Fue su pareja, la arquitecta Camila Ulloa, la que desarrolló el diseño arquitectónico, y juntos comenzaron a buscar un terreno para llevar a cabo la idea. Mientras tanto, también definieron los conceptos que le darían identidad al proyecto, los cuales se transmitirían a través del propio edificio, así como de los productos y servicios que ofrecerían.
Entre los principios clave estaban la sostenibilidad, aplicada tanto a la construcción, reutilizando contenedores usados y otros materiales para muebles, decoración e incluso aislamiento, como el uso de energía renovable. Además, el proyecto se centraría en promover el vino chileno, convirtiéndose en una plataforma para dar a conocer la diversidad y riqueza de las propuestas vitivinícolas del país.
«Más que un hotel, queremos ser un cambio en el planeta, social y cultural en el barrio. Para nosotros el reciclaje es muy importante, pero también generar un núcleo del vino para que los porteños se sientan parte del mundo. Acá a veces hay un tema de anti turismo, por eso quiero que este hotel genere espacios para que la gente de acá se involucre con los turistas y aprendan de ellos, que intercambien cultura», dice Phelps.

También consideraron esencial incluir el arte del graffiti en el proyecto, dado que Valparaíso es la segunda ciudad con más arte de graffiti en Sudamérica. Así, cada habitación y espacio del hotel cuenta con una obra de graffiti, creada por artistas locales e internacionales, como un homenaje al talento de los artistas que crean su arte en diversas ciudades del mundo.
Cuentan Ulloa y Phelps: «Valparaíso siempre ha sido conocida por ser una ciudad portuaria bohemia, atrayendo a poetas, pintores, músicos y todo tipo de artistas a recorrer las calles y cerros de la ciudad. La ciudad lo refleja a través del arte callejero, las galerías de arte y los lugares de música, por eso fue tan importante para nosotros incorporar y reconocer el rol de los artistas en nuestra ciudad, trabajando con ellos para construir un proyecto que pudiera reflejar la identidad artística de esta ciudad portuaria.»
Caracterísiticas de WineBox
WineBox Valparaíso es un hotel construido con 25 containers reciclados, apilados en 4 pisos y emplazados sobre una base de hormigón armado. El complejo incluye 21 habitaciones, que van de los 35 m2 a los 100 m2, todas ellas con terraza y vista al mar, baño privado, cocina y sala de estar. Además, dispone de espacios comunes como un bar de vinos (una amplia terraza en el primer piso con sillones y cómodo mobiliario) con una tienda de vinos, y una terraza en la parte superior del edificio con una vista 360° de la Bahía y la ciudad. Por último, cuenta con un sector subterráneo para la producción privada de vinos de Phelps.


«Este es el hotel más reciclado de Latinoamérica, con un 70% de arquitectura reciclada, y además es un lugar de Valparaíso donde por primera vez el vino cobra importancia y se democratiza, vino bueno chileno de pequeños productores, que no sólo es para los turistas extranjeros, sino que también accesible para los mismos vecinos de la zona», asegura Phelps.


Está emplazado sobre el Cerro Mariposas, en un barrio residencial que antes de la llegada del negocio nunca se había considerado un destino turístico, y que ahora llama la atención de extranjeros amantes del vino de diversas partes del mundo. «Ese era el único barrio que yo conocía bien, pero era residencial, cero turismo, de hecho yo creo que si no eras de Valparaíso no tenías como conocerlo. Me gustaba porque era un mar de casas, no departamentos, y por eso tenía una vista hermosa a la costanera, no estaba cortada», cuenta Phelps.


La construcción de este complejo comenzó a principios de 2015 y fue planeada para completarse en etapas que permitan, en principio, el óptimo funcionamiento del hotel, y luego ir adicionando los demás espacios como un bar de vinos (con una carta de más de100 vinos), una vinoteca, un restaurante-bar sobre la terraza, y por último el espacio de producción de vino subterráneo.
«Somos el primer lugar de Valparaíso que produce su propio vino, y además hacemos a los turistas partícipes de la experiencia. Algo poderoso para que cuando vuelvan a su lugar de origen, recuerden siempre el vino chileno», agrega el emprendedor.
Winebox Hotel ofrece una propuesta fresca y novedosa para la industria de alojamiento en la región Valparaíso-Valle de Casablanca, ya que toma elementos clave que representan a la ciudad puerto y les da un énfasis extraordinario en los aspectos geográficos de Valparaíso. El propio hotel emula la sinfonía de cerros que da vida a una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Valparaíso. Esta propuesta marca un nuevo precedente en la industria del alojamiento, demostrando que es posible rendir homenaje al patrimonio de la ciudad y, al mismo tiempo, crear una experiencia verdaderamente única.
Fuentes: Great Wine Capitals, T13.cl, winebox