En una nota anterior, la empresa mendocina de fraccionamiento móvil Vinitec, dio detalles a Enolife del primer paso de su proceso, el traslado del vino desde el tanque hasta el triblock de llenado y la filtración. En este artículo, nos explican el paso siguiente, que es la alimentación, el enjuague y el desaireado de las botellas vacías.
Tal como publicamos en la nota «Cuáles son las etapas de un proceso de fraccionamiento móvil de alta tecnología«, la primera instancia del proceso de fraccionamiento móvil es el traslado del vino desde el tanque hacia el triblock de llenado. Un sistema triblock para botellas es una solución avanzada que integra tres procesos clave en una sola máquina: el lavado, llenado y taponado de botellas.
Para continuar recorriendo este proceso de fraccionamiento, la empresa mendocina Vinitec explica otro paso fundamental para poner en valor cada instancia que garantiza la calidad y seguridad del producto final.
En este sentido, la siguiente fase clave es la alimentación de botella vacía, su enjuague y el desaireado previo al llenado, «Estos procesos están incorporados dentro del triblock de llenado de Vinitec, y representan otro eslabón crítico donde la tecnología, el control y la experiencia se combinan para asegurar la excelencia.», asegura Fabio Rey, gerente de Vinitec.
En la alimentación de botella vacía, la empresa dispone de un amplio sistema de transporte que permite el uso de visores de control, capaces de detectar defectos, anormalidades o cuerpos extraños en las botellas antes de su ingreso al ciclo productivo. Este primer control visual constituye una barrera preventiva esencial para garantizar la integridad del envase.
El proceso de enjuague se realiza con agua filtrada mediante un sistema de bombas y carcasas equipadas con cartuchos absolutos de 0.2 micrones, lo que asegura la retención de microorganismos del agua de enjuague. Al respecto Rey agrega que «Además, incorporamos una tecnología de regulación automática o mecánica de la presión de enjuague, que se ajusta al tipo de botella utilizado. Cualquier desviación en los parámetros preestablecidos detiene automáticamente la línea de producción, reafirmando el compromiso con la seguridad del proceso.»
Durante el enjuague, un chorro de agua a presión calibrada ingresa de forma vertical a la botella durante 3 a 5 segundos, garantizando la limpieza total de posibles residuos u objetos extraños. Este procedimiento es respaldado por certificaciones bajo normas HACCP (Sigla en inglés de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), que incluyen controles específicos de vidrio e insectos.
HACCP es un sistema de gestión de la inocuidad alimentaria que se basa en la identificación, evaluación y control de peligros microbiológicos, químicos y físicos en la producción de alimentos.
A continuación, se realiza un doble escurrido que reduce al mínimo la presencia de agua residual en el envase. Finalmente, la botella pasa por un monocabezal de desaireado, que, mediante una electroválvula activada al detectar la botella, inyecta un gas inerte a elección (ya sea dióxido de carbono o nitrógeno). Este paso asegura la eliminación del oxígeno en el interior del envase, protegiendo al vino de posibles oxidaciones al momento del llenado.
«Con estos procesos, Vinitec demuestra una vez más que la precisión técnica, la innovación constante y el cuidado por el detalle no son solo parte de su propuesta, sino el corazón de un modelo que prioriza la calidad del producto y la tranquilidad del cliente», concluye Rey.