Entre la historia y la leyenda, cuentan que lo plantó un 24 de mayo de 1591 el misionero franciscano español Francisco Solano, luego consagrado santo. Y que se salvó de una tala masiva ordenada por Carlos III tras la expulsión de los jesuitas de América, gracias a que una caracterizada vecina de Aimogasta lo cubrió con una manta. Es de la variedad Arauco, típica del oeste argentino, tiene 12 metros de alto y una copa de 10 metros de perímetro. Está en parte afectado por un hongo pero no corre riesgo de vida.
Por ello, cada 24 de mayo, se celebra en todo el país el Día Nacional de la Olivicultura, que en Aimogasta adquiere características de fiesta popular en reconocimiento del trabajo de los olivicultores argentinos. En Mendoza, también se festeja con una actividad especial en un restaurante del centro comercial La Barraca, organizada por la especialista y olivicultora Stella Vanucci -quien aportó datos para esta nota- vicepresidenta de la Asociación Argentina de Sommeliers de Aceites de Oliva, que allí pondrán en escena sus productos.
Salvado de la tala masiva de olivos de fines del siglo XVIII, este ejemplar conocido como “Olivo Cuatricentenario” se encuentra en la localidad de Aimogasta, departamento Arauco, La Rioja. De esta región ha tomado precisamente el nombre una variedad que es única en el país y que ha sido registrada en el Catálogo de variedades mundiales del olivo (1995). En 1946 fue declarado “Árbol Histórico”.
Según las crónicas, los primeros esquejes de olivo que se plantaron en Argentina fueron traídos desde Chile a la región del Tucumán por los franciscanos, cuya misión estaba liderada por el luego santo el sacerdote Francisco Solano. Casi dos siglos después, tras la expulsión de los jesuitas de la Compañía de Jesús, el rey Carlos III ordena al virrey don Juan José de Vértiz talar todos los olivares de La Rioja por la competencia que éstos realizaban a los de Sevilla, y “por ser este cultivo contrario a la Ley de Indias”. No obstante ello, en Arauco doña Expectación de la Fuente de Ávila salva una plantita tapándola con una batea, la que luego se multiplicaría por todo el valle.
El olivo histórico está ubicado en la finca que perteneciera a la familia Ávila, descendientes del capitán Baltasar de Ávila Barrionuevo, quien llegó junto al fundador de la ciudad de La Rioja, don Juan Ramírez de Velasco.
Cuando la olivicultura empezó a tener auge en Arauco y se promulgan las primeras leyes de fomento a esta producción, surge el propósito de realizar la fiesta del olivo, realizándose la primera en 1942. En 1953, bajo la presidencia del general Juan Domingo Perón, se declara que los 24 de mayo -en virtud de haber ocurrido en este día del año1591el primer asentamiento español en Aimogasta y como homenaje a este valioso cultivo- se festeje el Día Nacional de la Olivicultura.
La señora Luisa de Quiroga fue la última dueña del predio en que se encuentra el Olivo Cuatricentenario, pasando luego a ser estatal; está ubicado a unos 200 m de la Ruta Provincial Nº 9, rodeado de fincas con olivos, también de vieja data. Este magnífico ejemplar ha desarrollado una proyección de copa de 10 m y una altura de 12. Desde hace varios años un hongo llamado vertisillium lo ha venido afectando, a causa de lo cual parte de él se esté secando.
La Villa de Aimogasta -ubicada en el departamento de Arauco– se caracteriza por la actividad olivícola y el turismo, y es considerada la mayor productora de La Rioja, de aceitunas de variedad Arauco. Este viejo olivo fue declarado en 1946 como “Árbol Histórico” y en 1980 “Monumento Histórico Nacional”.
La Fiesta de la Olivicultura de Aimogasta es hoy un festejo popular que reúne a más de 20.000 personas, entre las que se encuentran los vecinos del pueblo y también turistas provenientes de distintos rincones del país. La fiesta es, en esencia, un homenaje al olivicultor, y también coincide con los últimos días de la cosecha de aceitunas en La Rioja, que tiene una importante producción de aceitunas para conserva y aceite de oliva virgen extra.
La celebración también tiene un espacio en Mendoza, con un encuentro el 24 de mayo en el restaurante Dantesco del centro comercial La Barraca, en Guaymallénm, donde se degustarán aceites de oliva virgen extra de los proyectos olivícolas de los sommeliers que integran la Asociación Argentina de Sommeliers de Aceites de Oliva.
Los interesados en participar pueden adquirir sus entradas -por .000– escribiendo al WhatsApp +54 9 261 5079445 ó +54 9 261 4686251
La Fiesta del Olivo en 1942
Haciendo un poco de historia, se conoce que en 1942 nace la “Fiesta del Olivo”, iniciativa de Casimiro Godoy, quien un 22 de setiembre de 1940 en una reunión de la Federación Agraria Argentina, con sede en Aimogast, propuso la celebración de la fiesta del olivo. Inmediatamente se decidió invitar a los olivicultores y a todo el pueblo a una asamblea para elegir una comisión encargada de la organización de la fiesta.
Poco tiempo después de constituirse la comisión, la primera tarea a llevar a cabo fue la de elegir una fecha para este acontecimiento. Luego de diferentes propuestas consideran, finalmente que la ansiada fiesta se realizaría el 24 de mayo de 1942.
Se produjeron controversias, dadas por el hecho ya que en la localidad cordobesa de Cruz del Eje se realizaba una fiesta similar y con el mismo nombre. Comenzaron los debates para saber cuál sería la que conservara el nombre de “Fiesta del olivo”, la disputa terminó en el año 1953 cuando el presidente de la Nación Juan Domingo Perón, el 21 de abril de ese año por medio de la Comisión Asesora de Olivicultura, y el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, dicta el decreto, N° 7030, que cambiaba el nombre original de la fiesta “Día del Olivo” por “Día Nacional de la Olivicultura”.
Los 6.000 productores de Mendoza
A nivel mundial la actividad olivícola está en plena transformación y Argentina tiene un amplio potencial para acoplarse a los nuevos requerimientos de la olivicultura mundial, incrementando así sus exportaciones en volumen y en valor. Argentina es el principal país productor de Sudamérica y tiene una reconocida trayectoria internacional.
En la actualidad hay alrededor de 86.000 hectáreas plantadas de olivos en Argentina. Esta superficie es una estimación basada en datos de la Federación Olivícola Argentina (FOA). La olivicultura argentina es importante en las economías regionales, con 33.000 toneladas de aceite de oliva y 76.000 toneladas de aceitunas de mesa producidas, concentrada en las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Córdoba y en Coronel Dorrego, Provincia de Buenos Aires.
En Mendoza, hasta 2024, la superficie cultivada con olivos según el Registro del Uso de la Tierra (RUT) de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas era de 26.192 has, representando el 9,61% de las hectáreas cultivadas con frutales en la provincia de Mendoza. La olivicultura en la provincia se caracteriza por un alto grado de atomización, existiendo actualmente alrededor de 6.000 productores, de los cuales el 80% posee superficies inferiores a 5 hectáreas. La producción se procesa en aproximadamente 120 establecimientos olivícolas.
A nivel global, el olivo representa más que una planta frutal, ya que es considerado un emblema que materializa los valores de la paz, la sabiduría y la esperanza para todos los seres humanos desde épocas antiguas, así lo reconoce la Unesco.
Además, la provincia cuenta, desde 2022, con la “Indicación Geográfica Mendoza”, lo que le otorga al Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) mendocino un valor agregado. No obstante esto, la caída productiva ocasionada por inconvenientes climáticos, altas temperaturas, la falta de agua, granizo, heladas tardías, falta de mano de obra, hizo que en las últimas campañas se registrara una fuerte caída en los volúmenes obtenidos.
Hasta hace unos años la tradición y la cultura se fueron combinando con las inversiones de alta tecnología que otorgaron un nuevo perfil a la actividad. La transformación permite renovar plantaciones tradicionales, ampliar la superficie de cultivo e incorporar nuevas variedades, con equipos de riego por goteo y plantas de olivos conducidas para cosecha mecánica.
Estos cambios son lentos y a baja escala, debido a que la mayoría de los productores olivícolas, en Mendoza, posee menos de 5 hectáreas, unidades que no resultan económicamente productivas, sumado a la falta de mano de obra para realizar las tareas culturales y cosecha en olivares tradicionales, desalienta al productor que termina erradicando sus olivos. En la industria los cambios han sido más rápidos lo que ha permitido la incorporación de tecnología moderna. Nuestro país también se destaca por la calidad en la elaboración de aceitunas en conserva y también por la amplia variedad de productos que se ofrecen.
Exportaciones mendocinas de AOVE
Según datos de ProMendoza, en 2024, la provincia exportó Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) por más de 33.500.000 en dólares FOB. En marzo de este año, los AOVE mendocinos estuvieron presentes en ferias internacionales como la World Olive Oil yla Expocomer en Panamá. Para este año se espera llegar a distintas partes del mundo: Brasil, Estados Unidos, Paraguay, entre otros.
Formación olivícola
La adquisición de las distintas competencias en olivicultura es fundamental, por eso diversas instituciones -estatales y privadas- preparan alumnos en las distintas disciplinas y prácticas para conocer en profundidad el correcto manejo en fincas y almazaras, la implementación de buenas prácticas de producción y manufactura, y las características físico-químicas y organolépticas de los AOVE.
Desde 2020 Fundación Seminare en forma ininterrumpida forma consumidores a través de distintos cursos con la misión de interesarlos en las importantes virtudes del Aceite de Oliva Virgen Extra.
Fuentes: Gobierno de Argentina, Gobierno de Mendoza y Fundación Seminare, por Estela Vanucci